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Kindle Notes & Highlights
la mejor prueba de una mente bien ordenada es la capacidad para detenerse donde está y pasar algún tiempo a solas, sin otra compañía que uno mismo.
Estar en todas partes es no estar en ninguna.
Nada obstaculiza tanto una curación como los cambios frecuentes de tratamiento.
«No es pobre quien sabe alegrarse. No es pobre el hombre que tiene poco, sino el que anhela tener más.
volví a recordar cuál es el límite adecuado de la riqueza. Primero, solo tener lo esencial, y segundo, tener lo suficiente.
Pero si consideras a alguien como amigo y no confías en él como confías en ti mismo, estás cometiendo un grave error.
Pedir consejo a todo el mundo es tan vergonzoso como no confiar en nadie.
tanto las personas que nunca se relajan como las que siempre están en estado de relajación, merecen igual desaprobación.
La filosofía llama a vivir con sencillez, no a hacer penitencia. Una vida sencilla no tiene por qué ser dolorosa ni tosca.
La gente debe admirar nuestra forma de vida, pero al mismo tiempo debe comprenderla e imitarla.
El miedo sigue el ritmo de la esperanza.
No se puede disfrutar de la posesión de algo a menos que se tenga a alguien con quien compartirlo.
«¿Qué progresos he hecho? Empiezo a ser mi propio amigo»,
Guarda esto en tu corazón, querido Lucilio, para que desprecies el placer que proviene de la aprobación popular. Muchos pueden alabarte, pero piénsalo bien: si la multitud puede entenderte y quererte, ¿qué es lo que realmente de valioso hay dentro de ti? Tus méritos no deben hacer otra cosa que buscar el aplauso interior.
Si rezas para que una cosa Te llegue, Está muy lejos de ser tuya.
Lo que la fortuna hizo tuyo no es tuyo.
«Todo lo que sea verdad, me pertenece».
Hay que dar tiempo libre a la mente, pero debe ser para que se refresque, no para que se relaje o se desmorone.
«La vida del necio está vacía de gratitud y llena de ansiedad, pues solo se centra en el futuro».
¿Por qué tengo que exigirle a la fortuna que me dé esto o aquello, en vez de exigirme a mí mismo no pedir nada?
«Si formas tu vida según la naturaleza, nunca serás pobre; si la formas según la opinión de la gente, nunca serás rico».
Es en los tiempos de tranquilidad cuando el espíritu debe prepararse más para afrontar los tiempos difíciles.
Nadie puede saber en qué lugar te aguarda la muerte, así que, por tu bien, espérala en todas partes.
Solo hay una cadena que nos mantiene encadenados: nuestro amor por la vida. No hay necesidad de eliminar este amor por completo, pero sí es necesario disminuirlo un poco.
«¿Cómo puedes sorprenderte de que tus viajes no te hagan ningún bien, cuando te llevas a ti mismo contigo?
El lugar al que llegas no importa tanto como la clase de persona que eres cuando llegas.
Es propio del pastor pobre contar el rebaño.
«trata a tus inferiores como te gustaría ser tratado por tus superiores».
No hay esclavitud más vergonzosa que la autoimpuesta.
Nadie puede llevar una vida feliz si solo piensa en sí mismo y solo trabaja para sus propios fines. Si deseas vivir para ti mismo, debes vivir también para el otro.
Tal como están las cosas, ¡es una locura aprender cosas que no son esenciales! El tiempo es demasiado corto para eso.
Hay mucha diferencia entre una vida en el retiro y una vida sin espinas.
Las personas que están realmente ocupadas nunca tienen tiempo suficiente para ponerse nerviosas.
Un viaje ordinario estaría incompleto si te detienes a mitad de camino, o en cualquier lugar antes de llegar a tu destino; en cambio, si es honorable, el viaje de la vida nunca está incompleto. Sea cual sea el punto en el que dejes la vida, si la dejas correctamente, estará completa.
Haz que dependa de ti lo que está en manos de otros.
Sabes a qué sabe el vino y la miel, y da lo mismo que cien o mil cántaros pasen por tu vejiga: solo eres un colador.
Tienes miedo de morir, pero ¿estás vivo de verdad?
La vida es como una obra teatral: lo que importa no es cuán- to dura la actuación, sino lo buena que es. No importa en qué momento te detengas. Detente donde te plazca, pero asegúrate de darle a la obra un buen remate final.
Un hombre es tan infeliz como se ha convencido a sí mismo de que lo es.
Las calamidades anticipadas con tiempo duelen menos.
¿De qué me sirve dividir un terreno en partes iguales si soy incapaz de dividirlo y compartirlo con otra persona?
el límite ideal de lo que deseas no es la cantidad que te gustaría, sino la que necesitas.
La sabiduría no está en los libros.
A una persona le cuesta demasiado tiempo ganarse elogios como: «¡Qué persona tan culta es!». Contentémonos con un calificativo mucho menos estrambótico: «¡Qué hombre tan bueno es!».
Solo sé una cosa: todas las obras del hombre están condenadas a morir; vivimos entre cosas destinadas a perecer.
El hombre de bien debe seguir viviendo tanto como deba, no tanto como le plazca.
Si realmente quieres escapar de las cosas que te acosan, lo que necesitas no es estar en un lugar diferente, sino ser una persona diferente.
Una vez que les damos la espalda a nuestros mayores miedos, estamos expuestos a ellos.
Nunca esperes sin un ligero elemento de desesperación; nunca desesperes sin un ligero elemento de esperanza.
El único puerto seguro de este mar agitado y revuelto llamado vida, es dejar de preocuparse por lo que nos deparará el futuro, permanecer preparados y sacar pecho ante lo que la fortuna nos arroje.

