La retrospección es perfecta, y en retrospectiva, puedo ver que ninguno de nosotros tenía motivos malos. Ninguno de nosotros deseaba herir a la otra persona. Todos estábamos haciendo lo mejor que podíamos. Nos amábamos. Los sigo amando. Era solo que a veces nuestro dolor y nuestros problemas se interponían en el camino. Si hubiera sido más honesto conmigo mismo, si hubiera sido más vulnerable con mi dolor, se podrían haber evitado años de malentendidos.

