No había nada más que paz. Me tomó lo que pareció una eternidad llegar aquí, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Esa temporada de oscuridad había abierto mis ojos a la realidad de una mejor manera. Esa oscuridad dio paso a la luz. Fue en esa oscuridad que Dios se mostró fiel. Fue en esa oscuridad cuando Dios se volvió real.

