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March 8, 2020 - November 17, 2023
El Ritalin y los otros medicamentos del TDAH causan una larga lista de efectos adversos físicos, emocionales y psiquiátricos. Los problemas físicos incluyen somnolencia, pérdida de apetito, letargia, insomnio, dolores de cabeza, dolor abdominal, anomalías motoras, tics faciales y vocales, cierre de la mandíbula, problemas de piel, trastornos hepáticos, pérdida de peso, paralización del crecimiento, hipertensión y muerte súbita por crisis cardíaca. Los problemas emocionales incluyen depresión, apatía, una torpeza general, cambios bruscos de estado de ánimo, accesos de llanto, irritabilidad,
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pasó por alto el hecho de que tres al menos de esos cinco niños habían sido tratados con un tricíclico o con Ritalin antes de hacerse maníacos.
habían identificado nueve niños con enfermedad maníaco-depresiva, y también ellos pasaron por alto el hecho de que siete de los nueve habían sido tratados previamente con anfetaminas, metilfenidato u «otros medicamentos para influir en la conducta».
La FDA determinó que esos episodios se producían regularmente en «pacientes sin ningún factor de riesgo identificable» de psicosis, indicando con ello que era algo claramente inducido por el fármaco, y que «una porción sustancial» de los casos se dieron en niños de 10 años o menos. «El predominio en los niños pequeños de alucinaciones, tanto visuales como táctiles, que incluyen insectos, serpientes y gusanos es sorprendente», decía la FDA.455
Esas drogas, confesaba, pueden «precipitar depresión y/o manía en niños que no habrían desarrollado de otro modo trastorno bipolar».
Los síntomas más extremos de excitabilidad incluyen comportamientos hipomaníacos y obsesivo-compulsivos. Pero cuando el fármaco abandona el cerebro, los niveles de dopamina en la sinapsis caen bruscamente y eso provoca síntomas disfóricos como fatiga, letargia, apatía, retraimiento social y depresión.
Ése es el curso a largo plazo de esta enfermedad iatrogénica: un niño que puede ser hiperactivo o deprimido es tratado con un fármaco que desencadena un episodio maníaco o cierto grado de inestabilidad emocional, y entonces se le aplica un tratamiento con un cóctel farmacológico que conduce a discapacidad para toda la vida.
En un informe de 2008 del European College of Neuropsychopharmacology, investigadores españoles observaban que «niños y adolescentes parecen correr un riesgo más alto que los adultos de experimentar efectos adversos como síntomas extrapiramidales [trastornos del movimiento], prolactina alta [niveles hormonales altos], sedación, aumento de peso y efectos metabólicos cuando toman antipsicóticos». Los investigadores han informado también de que esos riesgos pueden ser mayores en las niñas que en los niños.
Como aún se hacía pis en la cama de vez en cuando, estaba nerviosa porque iba a ir de acampada, así que el médico le recetó una pastilla para que no se lo hiciera, que resultó ser un antidepresivo tricíclico. Jasmine no tardó en volverse agitada y hostil, y una tarde le dijo a su madre: «Se me ocurren unas cosas tan horribles. Tengo la sensación de que voy a matar a alguien».
Nunca sé lo que es mi hijo y lo que es el medicamento», dice su madre.
Sus historias dan testimonio de otra vía para acceder al sistema de salud mental que tienen los menores jóvenes. La delincuencia puede hacer que les diagnostiquen, les mediquen y los conduzcan a una institución mental.
las «benzos» habían «causado una pesadilla de dependencia y adicción».
Era, decía Leigh Thompson, un «noticia asombrosa y desmoralizadora ver cómo 20 años de sólida investigación de médicos y científicos era silenciada en 20 segundos por los ataques de los cienciólogos y los abogados».
Los resultados pintaban en todos los sentidos un vigoroso retrato de la trampa benzo: se trataba de un fármaco que funcionaba durante un periodo corto de tiempo, dejando luego su eficacia de ser superior a la de un placebo, y además cuando los pacientes intentaban dejar de tomarlo, se ponían muy enfermos y muchos no podían desprenderse del hábito. Las pocas primeras semanas de alivio tenían a largo plazo un alto coste, pues los enganchados al fármaco (como habían mostrado estudios previos de la benzodiacepinas) era probable que acabasen física, emotiva y cognitivamente discapacitados.
en 2008 se informó de que los ISRS sólo proporcionaban un beneficio clínico significativo a pacientes gravemente deprimidos.
El polvo de ángel, las anfetaminas y otras drogas que producen psicosis incrementan los receptores D2 ALTO en el cerebro; los antipsicóticos causan el mismo cambio en el cerebro. (Universidad de Toronto).
Al grupo «Zoloft más ejercicio» no les iba mejor que a los pacientes de «Zoloft sólo», lo que sugería que la exposición a Zoloft anulaba los beneficios del ejercicio.
medicamentos psiquiátricos de un modo «conservador» y nunca con propósitos de «control de la conducta».

