Katya Cárdenas H.

18%
Flag icon
En 1978, Philip Seeman, de la Universidad de Toronto, proclamó en la revista Nature que era así en realidad. La autopsia había revelado que los cerebros de veinte esquizofrénicos tenían un 70% de receptores D2 más de lo normal.
Anatomía de una epidemia (Ensayo) (Spanish Edition)
Rate this book
Clear rating
Open Preview