El mismo presidente dijo una vez respecto a la ciudadanía: «Tiene mucho de inconsciente todavía y es necesario dirigirla a palos (…) entregar las urnas al rotaje y a la canalla, a las pasiones insanas de los partidos, con el sufragio universal encima, es el suicidio del gobernante, y yo no me suicidaré por una quimera».

