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Kindle Notes & Highlights
Y es que tuve tanto pasado a cuestas que nublé mi futuro.
Al final, una aprende a ser indulgente consigo misma cuando toca y entiende que no hay pecado en equivocarse…, solo el de no hacerlo nunca.
Donde no hay nada escrito puede escribirse cualquier cosa. No era la nada, el vacío, lo que me esperaba. Era el todo. Yo escogía. Donde me cerré tantas puert...
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Mis padres siempre defendieron la idea de que a la vida hay que ir a buscarla, que no encontrarás grandes cosas si esperas que sea ella la que te encuentre.
Es curioso cómo irrumpe la gente en nuestras vidas. Un día no existe para ti y apenas un mes más tarde, volteas la cabeza con los ojos cerrados cuando alguien lleva su perfume en el metro. De la nada al todo más etéreo.
A veces las declaraciones de amor más bonitas no pueden compartirse porque nadie entendería por qué nos hicieron sentir tan especiales.
«Cuando comprendas que menos gente supone menos problemas, dejarás de querer ser amigo de todo el mundo».
a la que añoraba tanto que le dolía, a pesar de no entender por qué.
—Lo que haces por despecho aún sabe más amargo que el sentimiento en sí.
No tenía más cojones que aceptar que, a la mierda, la quería, la quería demasiado a pesar de ser un idiota.
«A la mierda el mundo, Macarena. Dicen que fuimos malos el uno para el otro, pero podemos ser buenos en el futuro. Tenemos futuro».
Hay batallas que uno debe pelear por sí mismo, aunque lo quemen
todo.
No hay que olvidar lo que nos trajo a donde estamos. Así no perderemos de vista adónde vamos.
Las vidas van y vienen y todos los días pasan cientos de detalles inadvertidos. Se nos olvida más de lo que recordamos. Pero hay cosas que, si se olvidan, se llevan parte de nosotros.
—Los recuerdos huelen y saben y se pueden tocar. A veces nos complican la vida, pero no nacimos para que todo fuera fácil, ¿sabes? No lo olvides. No me olvides.
«Sé feliz, Macarena, tanto que él no te haga falta nunca más».
Qué fea es la vida cuando queremos hacerla complicada. —Lo fácil no está hecho para quienes quieren ser felices.
Valientes somos todos, pero necesitamos que alguien nos lo recuerde de vez en cuando.
La soledad está infravalorada. Corremos siempre en dirección a los brazos de alguien, buscando amor o un hombro en el que llorar, olvidando que nosotros tenemos dos. Estar con uno mismo, sin nadie que suponga una excusa para no escuchar lo que viene desde dentro, puede ser placentero.
«Me gustas más de lo que nunca me gustaste en el pasado».
Las personas no son opciones ni variables de éxito. Las personas no son escalones para alcanzar metas.
No es el siguiente escalón lógico cuando uno se quiere. Esto no va de enamorarse, casarse y tener hijos. La vida, al fin, es vivir el amor como vaya a hacernos felices.
«Ha pasado mucho tiempo. ¡Cuánto te sigo queriendo! Y a pesar de todo lo que ocupa el hielo, siempre rozamos el cielo».
—Ya estás en casa. Y «casa», en ese momento, era él.
Él y el olor de su perfume. Él y la aspereza de su barba en mi sien. Él y la yema de sus dedos recorriendo mi espalda. Él y el calor que emanaba y que iba traspasando la tela hasta fundirse con mi piel.
Firmo este libro a sabiendas de que jamás tendré el valor de dártelo. Valor de ser cobarde, entiéndeme. No te mereces revivir aquello, pero… Míranos aquí dentro: a mí tan chulo y tan dolido, tan sobrepasado. A ti tan… mujer de mi puta vida. Pero da igual cuánto fuimos porque seremos recuerdos… En nuestra mano está que sean hermosos. Felices treinta. Si volvieras a nacer, ¿querrías volver a vivirlos?
Después siente y si le quieres, quiérelo mucho y quiérelo bien, como todos nos merecemos que nos quieran y querernos.
Si es bueno, no te ata. Si es para ti, quiere verte volar. Y si te quieres a ti misma, también. No tomes nunca decisiones por terceros. La vida es tuya y eres la única persona a la que debes dar cuenta de tus juicios.
A veces no buscamos las cosas, a veces nos
encuentran,
Solo digo que… estabas más enamorada de mí que de ti y yo más enamorado de mí que de nosotros.
Y si Macarena aprendió a quererse fue aceptando que uno nunca debe amar a otro por encima de sí mismo.
Hay que trabajar para que la vida sea maravillosa, no convertir el trabajo en algo solamente soportable. Estamos aquí dos días, casi de paso. El mundo sigue girando y no le importan nuestras nimiedades. ¿Y si…, y si nos concentramos en irnos con el pecho lleno? ¿Y si nos preocupamos más por hacernos felices?
no se puede vivir eternamente de recuerdos. Hay que vivir de nuevo.
bien. A veces, para encontrar hay que dejar ir.
Y nos dijimos te quiero tantas veces que creo que valió por todas las vidas que vivimos en una. Hay personas con las que el destino, sin saber por qué, no funciona.
—Me da miedo… —¿Estar sola? —me preguntó, acariciándome las mejillas. —No. Estar sin ti. —No. No temas eso. Vas a estar contigo, que es mucho mejor.
Fuiste la forma más triste y bonita que tuvo la vida de decirme que no se puede tener todo.
Anteriormente intenté llenar los vacíos con amor…, amor a mis amigas, a Leo, a alguien que llenase su vacío cuando no estuvo. Siempre hacia fuera. El viaje es a la inversa, ¿sabéis? Nadie se preocupa por decírnoslo. Primero aprendes a quererte bien y cuando ya lo sabes, cuando has mapeado, aceptado y amado cada uno de tus territorios (los luminosos y los que siempre permanecerán en la sombra), estás preparada para querer. ¿Por qué? Porque sabes qué necesitas, qué mereces, qué te hará feliz y esquivas el drama,
aceptas el ego pero le acotas el territorio y, simplemente, eres.
—Cuando te dio igual que fuera imposible, lo hiciste. ¿No te dice eso mucho sobre la vida?
El amor no tiene que ser duro ni doler; el amor tiene que mecernos, hacernos reír y ser hogar.
—No hay finales felices. El final es morirse. Hay caminos bonitos de recorrer.
Las personas no cambian y en cierto sentido estoy de acuerdo, pero escuchad…, no estamos condenados por quiénes éramos cuando erramos. Somos mucho más que los aciertos y las equivocaciones que cargamos. Sin importar qué fuimos, somos y en el futuro seremos. Total, aceptémoslo, de lo único que estamos seguros de ser algún día es pasado. Seremos recuerdos de otros. Pintémoslos de colores, de modo que no nos olviden y que el amor nos sobreviva.

