Tenía la pasión del saber y, a quienes promovían las cosas que él detestaba, como el autoritarismo, el racismo, el dogmatismo y la violencia, antes que refutarlos quería entenderlos, averiguar cómo y por qué habían llegado a identificarse con causas y doctrinas que agravaban la injusticia, la barbarie y los sufrimientos humanos.

