Antes incluso de que les prestaras atención a esos cristales irreales que flotan en el cielo, le pediste a Alabastro que te explicara cómo había conseguido realizar esas fascinantes proezas orogénicas. No te lo contó, y lo odiaste por ello, pero ahora sabes que era un conocimiento muy peligroso. De no haber comprendido que los obeliscos eran amplificadores, amplificadores de orogenia, nunca te habrías enlazado con el granate para salvarte del ataque del Guardián. Pero el obelisco granate te habría matado de no haber estado medio consumido, resquebrajado y con un comepiedras congelado en el
...more

