Liderazgo tranquilo

by Carlo Ancelotti

el auténtico liderazgo, que entraña una conducta ética y transparente; el liderazgo transformacional, en el que los líderes renuncian a sus propios intereses para transformar e inspirar a sus seguidores a esforzarse más allá de las expectativas; y el liderazgo con vocación de servicio,

la función principal del líder es servir.

Bill Parcells, el legendario primer entrenador de fútbol americano, creía que «todo el mundo tiene voluntad de ganar, pero solo los mejores tienen voluntad para prepararse para ganar».

Nada hay más importante que ser amado y valorado.

Pusimos un pequeño restaurante en el campo de entrenamiento para que los jugadores desayunasen cuando llegaran y comieran después de entrenar: de ese modo estarían juntos y desarrollarían cierto espíritu de equipo. No impusimos nada. Simplemente lo organizamos para los jugadores y lo hicimos atractivo para retenerlos, para que quisieran estar allí.

Siempre competía, siempre al ciento por ciento.

Hernán Crespo, que en mi opinión era un delantero fabuloso. Cuando le pregunté a Ibra qué pensaba, dijo: «Sí, es un delantero, pero no marca la diferencia. Solo hay tres jugadores que marcan la diferencia: Ibrahimović, Messi y Ronaldo».

Si has de despedir alguien, despídelo, pero no le digas que lo pondrás en la calle si pierde o no hace bien las cosas. Si no hago un buen trabajo, me despides y se acabó, pero no me des ultimátums estúpidos. Eres el jefe, así que nadie discute que tengas derecho a echar a quien te apetezca: compórtate como un hombre y en paz.

Trabaja lo mejor que sepas y que te juzguen los demás, porque lo harán de todos modos.

Como habría dicho Vito Corleone en una de mis películas favoritas, El padrino: «No es nada personal, solo negocio».

baremos

Tomad a los líderes como puntos de referencia porque son ellos quienes os ayudarán en la profesión.

siempre es más fácil trabajar en un clima afín a la propia personalidad. El gurú empresarial Peter Drucker decía que «la cultura se come la estrategia para desayunar» y estoy de acuerdo. Si no hay una identificación con la cultura, puede alcanzarse el éxito, pero será un éxito efímero, difícil de mantener.

Vaya a donde vaya, yo siempre soy yo mismo. Mi personalidad o estilo no cambia y en última instancia se me contrata por ser como soy.

Procuraba no forzar estas cosas, sino hacerlas mediante sugerencias, por vías indirectas: ese es el método tranquilo. He leído la obra del psicólogo Robert Cialdini, un buen apellido italiano, sobre la influencia. Habla sobre el efecto de cosas como la coherencia, la reciprocidad y la probabilidad de convencer a la gente. Creo que tiene unas ideas muy acertadas.

Escuchar, aprender, ser flexible: estas actitudes son cruciales cuando hay que integrarse con eficacia en la cultura de un club.

Los líderes no pueden permitirse el lujo de quedarse quietos, tienen que estar siempre en desarrollo, progresando.

Me gusta estar abierto a las ideas ajenas, vengan de donde vengan: de mis superiores, de mis iguales, de mi personal ayudante, de los jugadores, incluso de personas ajenas al fútbol. Una cultura de superación es esencial para el éxito.