–Creo –respondió Sancho– que aquel Merlín o aquellos encantadores que encantaron a toda la chusma que vuestra merced dice que ha visto y comunicado allá bajo le encajaron en el magín o la memoria toda esa máquina que nos ha contado y todo aquello que por contar le queda. –Todo eso pudiera ser, Sancho –replicó don Quijote–, pero no es así, porque lo que he contado lo vi por mis propios ojos y lo toqué con mis mismas

