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¡Pájaro o demonio, pero al fin profeta!
ojos se parecen a los ojos de un demonio que sueña;
En una reunión de fantasmas como la que he descrito puede muy bien suponerse que ninguna aparición ordinaria hubiera provocado una sensación como aquélla.
Hasta en los más depravados, en quienes la vida y la muerte son siempre motivo de juego, hay cosas con las que no se puede bromear.
Pero la máscara había llegado hasta el punto de adoptar el tipo de la «Muerte Roja».
Y la tiniebla, y la ruina, y la «Muerte Roja» tuvieron sobre todo aquello ilimitado dominio.
hombre ingenioso es siempre fantástico, mientras que el verdadero imaginativo nunca deja de ser analítico.
saben de la teoría de probabilidades, esa teoría a la cual las más memorables conquistas de la civilización humana deben lo más glorioso de su saber.
