Mientras la humanidad entra en el segundo cuarto del siglo XXI, es importante que nos planteemos cómo las democracias y los regímenes totalitarios manejarán tanto las amenazas como las oportunidades derivadas de la presente revolución de la información. ¿Favorecerán las nuevas tecnologías a un tipo de régimen en detrimento del otro?, ¿o volveremos a ver el mundo dividido, esta vez por un Telón de Silicio en lugar de por uno de acero?

