Naird

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Los enanos pueden convertir el plomo en oro… Llegó a las orejas puntiagudas de los enanos. —¿Podemos? —Y yo qué demonios sé. Yo no puedo. —Vale, pero si pudieras, no lo dirías. Yo no lo diría, si pudiera. —¿Tú puedes? —¡No! —¡Ajá!
La verdad
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