¿Hay alguien ahí, ’er? SOLAMENTE YO, SEÑOR TULIPÁN. Una parte de la oscuridad abrió los ojos, y dos llamitas azules miraron al señor Tulipán desde arriba. —Ese ’ido cabrón me ha robado la patata. ¿Eres la ’ida Muerte? CON MUERTE A SECAS BASTA, CREO. ¿A QUIÉN ESTABA USTED ESPERANDO?

