Por supuesto —dijo. —Oh —dijo Escurridizo—. Entonces… ¿qué es lo que yo vendería exactamente? —Espacio —dijo Sacharissa. Escurridizo volvió a sonreír de oreja a oreja. —¿Solamente espacio? ¿Nada? Vaya, eso sí que lo sé hacer. ¡Puedo vender nada mejor que cualquier cosa! —Negó tristemente con la cabeza—. Es solamente cuando intento vender algo que todo se tuerce.

