Oh, sí. La llevo colgando del cuello con un cordel. —El señor Tulipán se dio unos golpecitos en el pecho enorme. —¿Y eso es religioso? —Bueno, sí. Cuando te mueres, si tienes tu patata, no pasa nada malo. —¿Qué religión es esa? —No lo sé. Nunca me la he encontrado fuera de mi pueblo. Yo era niño. O sea, es como los dioses, ¿no? Cuando eres niño, te dicen: «Dios es eso y ya está». Después creces y descubres que hay millones de ’idos dioses. Pasa lo mismo con la religión.

