La primera es que aquel hombre se dirigió a Tiberio, en primer lugar, para obtener su recompensa, no pensó en crear una empresa y obtener beneficios vendiendo el vidrio, lo que ejemplifica el papel del gobierno romano en el control de la tecnología. La segunda es que Tiberio se alegró de destruir la innovación por los efectos económicos adversos que habría tenido. Éste es el temor a los efectos económicos de la destrucción creativa.

