El gobierno adoptó una serie de instituciones económicas que proporcionaron incentivos para la inversión, el comercio y la innovación. Impuso firmemente derechos de propiedad, lo que incluía las patentes que concedían derechos de propiedad a las ideas, con lo que proporcionaba un gran estímulo a la innovación. Protegía la ley y el orden. La aplicación de la ley inglesa a todos los ciudadanos no tenía precedentes históricos. Se puso fin a los impuestos arbitrarios y se abolieron los monopolios prácticamente por completo.

