en la mayoría de los casos del África subsahariana y en muchos de Asia, los gobiernos posteriores a la independencia simplemente arrancaron una página del libro de Robert Michels y repitieron e intensificaron los abusos de sus antecesores, a menudo reduciendo gravemente el reparto del poder político, desmantelando limitaciones y socavando los ya exiguos incentivos que proporcionaban las instituciones económicas para la inversión y el progreso económico.

