La integración consiste en este proceso de configuración y reconfiguración: en facilitar a nuestros hijos experiencias para crear conexiones entre las distintas partes del cerebro. Cuando estas distintas partes colaboran, se crean y se refuerzan las fibras integradoras que unen las distintas partes del cerebro. Por consiguiente, están conectadas de manera más poderosa y pueden trabajar conjuntamente de un modo aún más armonioso.

