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¡Quiero saber qué has sentido! Para eso leemos, para sentir a través de otros. Para vivir mil vidas sin levantarnos del sofá.
Mamá se echó a reír. —Ay, Rain... No es malo que alguien te guste, ¿sabes? Incluso si tú no le gustas a esa persona. Sentir... Sentir es maravilloso. Solo tienes que dejar que suceda. —Me da miedo. Me acarició la mejilla y cerré los ojos. —Lo sé. Y por eso te proteges tanto. Pero recuerda que, si no permites que nadie pase por aquí —me rozó el corazón con los dedos—, es como si no hubieras vivido.
Cuando alguien que te importa se rompe, solo te queda proteger esos pedazos y cruzar los dedos para que, cuando respire de nuevo, no le falte ninguno.
A veces funciona así. Uno no puede cumplir su palabra y otro le ofrece sus manos. El amor suele ser un puente tendido, aunque nos muramos de miedo ante la idea de atravesarlo.
Te puedes pasar la vida imaginándote situaciones y no acercarte ni por asomo a cómo suceden finalmente.
