Atlas Negro narra el fin del mundo desde distintas perspectivas, fragmentos del desmoronamiento de la sociedad, puntos de vista que proporcionan una visión global de lo que está ocurriendo. Y entre ellos hay un hilo conductor: la historia de Mael, miembro del poderoso Consejo Nocturno, que se abre paso a través de la decadencia de un mundo en ruinas para salvaguardar los restos de su orden robando, asesinando o negociando con la Muerte si es acaso es necesario. Mael nos llevará hasta las puertas del mismísimo final, cuando se abran los cielos y el Infierno se desate sobre la Tierra.
Atlas Negro es antología, novela y audiolibro: la radio-ficción de todos los relatos correrá a cargo del podcast Noviembre Nocturno, con quien se ha dado forma a esta la idea desde el principio.
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Creéis que conocéis el infierno. Algunos piensan que lo han vivido; muchos que lo han visto. No basta con reproducir el más perverso vídeo de Internet. No basta con imaginárselo. Tras los pasos de una niña y un peregrino por las entrañas de la Parroquia, la mayor expresión de infamia conocida, los subsuelos arden. Las llamas se filtran por la corteza terrestre, repercutiendo de maneras que enajenan nuestra realidad.
Empezó con los espíritus, que llamamos huellas; y lo aceptamos. Pero su infestación nos desbordó. Siguió con los colores en el cielo…, con la paulatina aparición de nuevos astros en la noche. Con el desmoronamiento de nuestras leyes. Y acabó con descomunales manifestaciones de energía merodeando por los confines de la Tierra. O eso creímos.
Soy miembro numenario del Consejo Nocturno, el más imponente círculo de conocimientos y sombras que ha existido en Europa. No importa que muchos me crean muerto o fugado. Yo sigo rumbo al Acervo: el lugar donde duermen los libros sagrados. Los libros terribles. Llevo conmigo por estos caminos de jungla las cicatrices de la batalla de las logias. Conozco bien los móviles de esos banderizos capaces de descerrajarte un tiro en la sien y disolverte en ácido.
Lo hacen por las mismas razones que lo haría yo.
Los reinos cambian. Pronto necesitarán nuevos reyes.
Álvaro Aparicio (1985), es un autor uruguayo afincado en Valencia, España, responsable de Atlas Negro, Señora de los Caídos, Códice Nocturno, el futuro Atlas Rojo, y varias obras más que conforman la cosmogonía de la Saga Radiata. Socio del Grupo Plural Mayestático, del que forma parte Pulpture Ediciones en condición de responsable de proyectos antológicos y transmedia, y guionista de Noviembre Nocturno, especializado -a día de hoy- en radioficción histórica.Podéis encontrar sus relatos publicados en la revista Preternatural.
Leer Atlas Negro (una de las maneras de disfrutar de este libro, ya que también puede escucharse, podcast mediante, en el canal de Noviembre Nocturno en iVoox) es algo imponente. No es una obra al uso: no es una novela, aunque haya un hilo argumental que surca, remienda los relatos y los cohesiona. Por eso mismo tampoco es la típica antología de relatos: aquí hay una visión global que pesa y difumina las individualidades de los textos en pos de algo mayor. ¿De qué va esto? De que en la Tierra empiezan a aparecer fantasmas por todos lados, y la cosa va yendo a más poco a poco. Muchos relatos no son más que pequeñas historias de gente normal reaccionando a estas nuevas circunstancias sobrenaturales. Según avanza la trama, las cosas se van cada vez más de madre y es donde el libro brilla más: da gusto volver a encontrarse con esa mitología propia que se nos dio a conocer en Señora de los Caídos, su precuela. A pesar de ello, no es necesario haber leído la obra previa para disfrutar de Atlas Negro, aunque quien lo haya leído se llevará más de un gustazo al reconocer los personajes, los guiños, y se sentirá un poco más en casa en este infierno personalísimo. A destacar entre los relatos, me quedaría con el más largo de todos, Backdoor de J.R. Plana, en el cual, utilizando el universo de la precuela, se crea una absorbente historia que, de alguna forma, logra mezclar lo mejor de Doom, los cuadros de El Bosco y Pepito Grillo. Quien lo haya leído dará fe. El libro acaba con una imagen muy poderosa, de esas que se te quedan en la cabeza durante un tiempo, de esas que esperas que alguien haga un fanart ya, por favor. Y con la amenaza de que el final no es más que el principio de esta demencial historia. Decía al principio que Atlas Negro es una obra imponente. Parece estar siempre la orquesta en un in crescendo constante. La tensión con que Álvaro Aparicio teje su mundo hace que parezca que siempre, siempre, está a punto de pasar lo peor. Ese equilibrio precario entre la satisfacción de estar al borde del clímax y el final al que nunca se llega del todo puede ser el rasgo más característico de este libro; su gran acierto y su mayor pega. El coitus interruptus con el que el mundo se va a la mierda. El apocalipsis que nadie necesita, pero al que no podemos dejar de observar.
Qué decir de Atlas Negro... pues que ha sido una grata sorpresa seguir desde el verano la trama que magistralmente el podcast de Noviembre Nocturno nos ha ofrecido e ir alternando las últimas entregas con la lectura del libro que Álvaro tuvo el detalle de firmarme antes de que la editorial me lo enviara. Añadir que ha sido algo único y diferente, me parece que antes no se había hecho nada parecido, o yo al menos no lo conozco. Se trata de una novela compuesta por diferentes relatos con estilos distintos enlazados con intervalos del autor + los capítulos en audio. No se puede ser más original. Decir que en algunas ocasiones me he perdido y tuve que revisar textos o volver a escuchar los podcast, pero también me ha servido para captar detalles que al principio habían pasado desapercibidos, pues no es apto para despistados. Libro recomendado. A la espera del nuevo Atlas.
Atlas Negro es una antología de terror apocalíptico, pero no es una colección de relatos al uso donde cada escritor redacta una historia completamente independiente del resto. Todas las voces narrativas son afluentes de una trama principal fraccionada que ocupa prácticamente la misma extensión que el resto de relatos juntos. Los relatos escritos por diferentes autores, a modo de novela coral, son testimonios personales que describen momentos más concretos del apocalipsis, mientras que la historia de Mael es el hilo conductor que va tejiendo y ordenando cronológicamente todos los escenarios en un mosaico de lo más inquietante.
Me cuesta resumir la trama sin destrozarla porque es inmensa y merece la pena descubrirla por uno mismo, pero voy a intentarlo con mis propias palabras. Las huellas son una suerte de fantasmas, muertos de otras épocas regresando a este plano que habitamos. En principio, no interactúan con nosotros, simplemente están ahí, ni siquiera parecen percibirnos. Pero a medida que se multiplican, su naturaleza evoluciona y todo parece anunciar que el fin del mundo es inminente.
Decir que la ambientación me ha parecido de quitarme el sombrero sería quedarme corta, así que voy a quitarme el sombrero y el cráneo. Tremendo trabajo de escritura todos los autores que han formado parte de una antología tan jodidamente brillante, la prosa es elevadísima. He leído cada relato como una pequeña píldora, digiriendo bien todos los detalles. No es un libro para matar la tarde, tiene tanto poso y contenido que se desborda en el cerebro. He aplaudido hasta con las orejas.
Se describe como una antología de terror apocalíptico, pero creo que va más allá. Atlas Negro retrata un apocalipsis que entiende la religión desde un punto de vista casi épico, recreando una nueva mitología. Los amantes del género sabrán apreciar mejor que yo todas las referencias a leyendas más... ancestrales. Y todo ello aderezado con los testimonios en primera persona de una sociedad deshumanizada que se encuentra a un paso del colapso social.
«La realidad hace aguas por todas partes.» Pocos apocalipsis me han gustado tanto.
Este libro puede llegar a ser una obra de culto en un futuro próximo. Para todos los que somos amantes del terror cósmico, de los horrores primigenios, de la literatura que sabe erizarnos el vello de la nuca este libro es un deleite. Álvaro Aparicio y todo el inigualable elenco de escritores que forman el Atlas negro han conseguida hacer una obra de ciencia ficción/terror apocalíptico totalmente diferente a lo que estos géneros nos tienen acostumbrados. Los personajes son todos memorables: Toro de Acre, Agnés, El padre Araujo, Dismas, incluso el chófer al que llamaré Alex, etc. La trama que vertebra la obra es fantástica. La atmósfera que se respira en todo el libro es agobiante y extraña. La variedad de escenas, lugares y realidades deja al lector continuamente con ganas de más. Un hipnótico fin del mundo brutal y bello como la explosión de una supernova o como la visión del Ghul de Pademba. La obra viene en dos sabores que yo he tenido el placer de degustar juntos: por un lado, esta el libro, su lectura, y por otro lado, la escucha de las radio ficciones de Noviembre Nocturno en Ivoox. Solo la voz de Láudano esta a la altura de tan tamaña obra. Recomendado a todas aquellas personas que gozan con Lovecraft, que alguna vez han soñado con recorrer Carcosa o el Rub' al Khali, que desean los conocimientos prohibidos del Necronomicón o de la Corona Radiata. O simplemente para aquellos que quieren disfrutar la buena literatura.
Después de leer la precuela tenía miedo de que Álvaro continuara con su lenguaje algo enrevesado provocándome algo de dificultad de lectura y compresión del hilo argumental, pero ha resultado que la construcción de esta novela no tiene nada que ver con la anterior, a excepción de escasas referencias y personajes. Consiste en una recopilación de relatos de diferentes autores y cosidos entre sí con paréntesis argumentales escritos por Álvaro, varios de ellos metidos con calzador, es mi sentir. Aunque cualquiera de los fallos que pudiera encontrarle a la novela, la historia los compensa y supera con creces. Hacía mucho tiempo que no encontraba un argumento postapocalíptico en el que pudiera sentirme dentro, viendo... viviendo en uno de esos edificios derruidos, oliendo la putrefacción, sintiendo el miedo a lo desconocido que camina por las calles de mi ciudad y a mis propios vecinos... me ha hecho valorar muy positivamente este relato con el que he disfrutado en gran medida, sobre todo con las radioficciones realizadas por el equipo de Noviembre Nocturno y que se pueden escuchar de forma gratuita en iVoox. Muy grata experiencia, tanto la lectura como la escucha.
Varias voces para contar el fin del mundo, una idea así no puede salir mal como se demuestra en este libro que es parte antología parte novela. La historia central de Mael me ha gustado mucho y creo que hay relatos de altísimo nivel que la complementan muy bien, muy recomendado.
Creéis que conocéis el infierno. Algunos piensan que lo han vivido; muchos que lo han visto. Yo puedo decir que lo he visitado con Atlas Negro. Una antología - meta-novela - radio-ficción que, sin duda, no dejará indiferente a quien la lea. Reseña: https://t.co/EWD92mbw7M
Este libro supone un proyecto titánico, un relato tenebroso sobre cómo el mundo se va fundiendo con planos oscuros y hundiendo en las tinieblas, en el que se encajan un gran número de historias más o menos independientes escritas por diversos autores. Una parte de mí quiere darle una puntuación más alta, y otra...una mucho más baja. En parte es comprensible al pensar que este libro es un conjunto de relatos cortos de terror oscurantista, algunos incluso creepypastas; unidos por un hilo conductor común, a cargo del autor principal, Álvaro Aparicio. Ésta historia narra, en pocas palabras, cómo el mundo se va al carajo al fundirse con el millar de planos oscuros que forman el infierno. Al ser un conjunto de obras de distintos autores, se entiende cierta disparidad: la de estilos enriquece el libro, la de calidad no tanto...en especial la del autor principal. El libro tiene puntos de terror muy conseguido y de tensión insoportable...y otras veces se desinfla y te hace volver a poner los pies en la tierra. Una lástima. Sobre todo porque uno de esos bajones sucede al final y te deja totalmente frustrado. La cantidad de personajes, deidades, mitologías...para acabar así. Superada esa frustración y esas ganas de vomitar bilis por el final, recobras la cordura y le pones 4 estrellas porque reconoces que te ha encantado. Mención especial para el relato "Backdoor" de J.R.Plana. Sublime.
No es una antología de relatos ni una novela al uso, se puede leer o escuchar, pero en cualquiera de sus versiones es una fantástica historia que siguiendo un hilo conductor postapocalíptico logra estremecer a cualquiera que se acerque a sus páginas. La prosa de los intervalos es ágil y permite construir un universo rico y coral en cuanto a situaciones, personajes y ambienta el resto de relatos dándoles tejido sobre el que cohesionarse. La historia, a pesar de ser en un entorno fantástico está muy bien desarrollada haciéndola muy creíble desde un punto de vista humano, social y científico. Bien documentada, se desarrolla en diferentes lugares del mundo (no quiero hacer spoilers). Al principio de la novela, la aparición de estos entes empieza siendo discreta, pero poco a poco la historia se va metiendo en una espiral in crescendo que te deja boquiabierto, dándose una serie de situaciones que os dejarán una impronta que perdurará en vuestras mentes, os lo aseguro. Os recomiendo muchísimo su lectura ya que hacia tiempo que había perdido la afición por la ciencia ficción y con este libro he recuperado la fe.
No hay palabras para describir la locura de sensaciones que produce este libro. No me extenderé demasiado. Hay que meterse para entenderlo. Entré por los audios de Noviembre Nocturno, pero el libro, aparte de que tiene un par de cosas que no estan en el podcast, adquiere una dimension completamente nueva. Vas y vienes entre los relatos y los intervalos en una especie de locura hacia delante que no para. Si has llegado hasta aquí, tienes que leer Señora de los Caídos, ya que Atlas es su secuela, aunque lo han montado todo un poco para que puedas ir por libre. No falla. Lo que no se pilla por el propio Atlas, te lo explica Señora. Lectura recomendadísima.
"Atlas Negro" es una maravilla del horror cósmico moderno, el resultado de una constelación de esfuerzos dirigidos por Álvaro Aparicio, editado por Pulpture Ediciones y radioficcionado por Noviembre Nocturno.
Desde el primer capítulo es evidente la escala del horror que estamos por experimentar, una apuesta "all in" que cumple con el lector a medida que avanza la trama.
Una serie de autores narra el descenso de la humanidad en el caos y la locura debido a la llegada de "huellas", misteriosas siluetas humanoides de energía, estáticas, inertes. Junto a las huellas llega otro fenómeno inexplicable: las umbras, formaciones atmosféricas primero, eventualmente cósmicas, que anuncian cambios radicales en las reglas del cosmos.
Desde historias íntimas de familias quebradas hasta épicas de enfrentamientos imposibles, hay relatos para todos los gustos. Intercalados con dichos cuentos cortos, Aparicio describe la travesía de Mael, uno de los últimos miembros del místico Consejo Nocturno, en su carrera contra el tiempo para comprender la situación y salvaguardar algo de conocimiento antes de la Caída.
Al reparto de personajes originales se le suman algunos personajes del libro "Señora de los caídos" para engañar, guiar o simplemente dejar un mensaje. No es requisito leer uno antes del otro, se pueden disfrutar de forma independiente, pero sin duda enriquece la experiencia.
Una narración "coral" del apocalipsis que empieza hablando de lo cotidiano y no deja de crecer hasta explotar. Un viaje terrorífico y demencial por el universo creado por Álvaro Aparicio en Señora de los caídos, en el que el estilo de cada autor aporta profundidad.
Como antología, tiene los clásicos altibajos en función de los gustos personales.
Como conjunto, es una historia sólida, caleidoscópica, con guiños continuos al lector. No es de fácil lectura, pero sí muy satisfactoria.
Hay muchos libros que me han gustado a lo largo de los años. No tantos los que han dejado una marca en mi ser, en mi conciencia, en mi alma. Atlas Negro, como su predecesor Señora de los Caídos, es uno de ellos. Su universo perturbador, la crudeza de su narrativa, pero también en entrelazamiento de historias y realidades diversas, hacen de la lectura de este libro una verdadera experiencia transgresora a nivel intelectual. La narración por parte del podcast Noviembre Nocturno es, finalmente, una guinda exquisita para esta obra. Gracias a todos los implicados por la creación de esta obra.
Siempre que leo una novela cataclísmica y/o apocalíptica me quejo de no llevarla más lejos, al límite. De reducirse a historias pequeñas de un lugar o unas pocas personas. Minimizarla sin ver consecuencias reales más allá de escenas para lucirse o mostrar efectos especiales y fuegos de artificio verbales. Aquí, por medio de fragmentos, piezas y relatos, consiguen abrumarme, enseñarme todos los mundos y consecuencias. En procesión, en progresión. Alrededor del globo, encima y debajo. Y me gusta.
Las multivoces dentro de ese nudo narrativo aportan una riqueza y cambio de perspectiva ingente, provocando que te ates a cada texto e historia. Que valores los detalles. Y, sobre todo, te hacen pensar, condicionado a imaginar tu propio mapa crono-espacial de lo que está pasando, sus vínculos, y vislumbrando lo que no cuentan o está por llegar. Teorizando. Participando de la historia. Igual que también creo que funciona mejor en dosis cortas ya que, al ir aproximándose el desenlace, la extensión de cada texto crece y desconecta un poco para vivir los sucesos en drama único y no como parte de la global, que también. Pero es una cuestión de percepciones. Personalmente, esa sucesión inicial de historias vertiginosas me seduce más, me introduce y crea lazos indivisibles con cada espacio-tiempo del horror que acontece.
Pero tras divagar mi opinión, vayamos al grano de lo que ofrece este Atlas Negro.
Un proyecto ambicioso que ha debido resultar exhaustivo para su perpetrador, casi un relojero aunando piezas. Corporaciones, sectas, vigilantes que siempre estuvieron y siempre estarán protegiéndonos a la masa mundana, priorizando primero, por supuesto, su autopreservación. Estudiosos de lo extraño. Los otros mundos. Que no colisionen. Y lo hacen.
Las huellas. Representaciones. Quizá recuerdos. Quizá fantasmas. Pero es solamente la puerta a mucho más. Un aviso. El inicio. Y eso lo cambia todo. El mundo se agita para darse la vuelta. La locura pasa a ser parte del menú cotidiano. Las reacciones de cada individuo o agrupación se vuelven bandos irreconciliables. Estas huellas en progresión, que crecen y se hacen más terribles día a día (la maravillosa sombra de Lovecraft una vez más, gracias maestro). La humanidad que saca su mejor y su peor lado con actos tan bondadosos como atroces (¿te suena, Covid-19?). Y los que no pueden estar más lejos de ser héroes, traspasando el umbral, acudiendo a beber del origen, renunciando a la cordura, buscando soluciones o sabiduría para terminar con esta onda imparable.
¿Dónde está Dios?
Pero la guerra contra las huellas y aquellos que las adoran también es una batalla interna entre esas corporaciones cuasi religiosas, para adoptarlas, descifrarlas, usarlas. La ambición, estigma del hombre.
El resultado: escenas grotescas, muertes y no muertes (aún peor), descarnadas, entidades ciclópeas, númenes incomprensibles e inconcebibles, nuevas criaturas…. Todo eso deben afrontar. La realidad cambia. Cada persona que sobrevive, también. De forma inexorable. Y deja el final, sin spoiler, con ganas de continuación, saber y seguir adentrándose. Como si esto fuera un prólogo… Uno maravilloso y terrible.
Repito, la conjunción de autores y autoras en sincronizado caos tiene consecuencias imprevisibles. Y ofertan una lectura para aventureros. Con plumas reseñables a parte del creador primigenio y original del concepto (enhorabuena Álvaro). No puedo destacar a todos y todas cuantas quisiera, pero debo, por conciencia, nominar a J.R. Plana por su manera de expresarse. Junto con los nexos.
Es verdad, y lo digo con tristeza, que todavía no he podido disfrutar de las versiones radiadas por Noviembre Nocturno de los relatos. Algo que le aporta una dimensión extraordinaria, porque ello resulta de la combinación de leer y escuchar a la vez, como las viejas historias de terror alrededor de la hoguera. Lo haré. Vosotres deberíais.
Pues, en resumen, ya me atraía de antaño, al ver su edición física y leer su inquietante sinopsis. Creció esa conexión tras hablar con el creador y alguno de los autores. Y no estaba equivocado. Una gran obra, arriesgada, inquisitiva, evolucionadora. Mis felicitaciones a los implicados. Y al lector o lectora que apuesta por acercarse a este miedo que vendrá, sin duda.
Pd: quiero participar de esta locura, lo necesito, ser parte, ofrendar un texto…
¿Quieres usted conocer el infierno? No se preocupe, los diversos autores que participan en este libro/viaje le harán conocer los delirios del mismo. Cada uno de ellos destila lo mejor de su pluma para sumarse a este universo creado y regido por Alvaro Aparicio (quien reina, gobierna y escribe con puño de hierro sobre su vasto imperio infernal)
Si además quieres sumar a tu lectura una experiencia arcana, espeluznante y terrorífica desde Noviembre Nocturno se encargarán de que pases el resto de noches en vela (https://noviembrenocturno.es/tag/atla...)
Mi entrada a los ritos sectarios de Pulpture ha sido sin duda un deleite supremo.
Encontrar un libro que te atrape en la forma en la que lo ha hecho Atlas Negro siempre es un placer. Una sucesión de relatos variopintos con un hilo conductor común, de perspectivas diferentes sobre un apocalipsis delirante en el que un surrealismo ocultista se va adueñando poco a poco de la realidad que conocemos, manteniendo el misterio y la necesidad de saber más sobre su peculiar universo. La calidad de todas las historias es bastante decente, lo que es complicado de encontrar en una antología de estas características, con ideas ocurrentes por parte de todos los autores a la hora de dar su visión personal del infierno. Y hay que hacer una mención especial a la forma en la que se unen las historias, dentro de un contexto complejo que los enlaza en lugar de limitarse a encuadernarlos uno detrás de otro. He de decir que esto ayuda sobremanera a mantener toda la atmósfera a lo largo de la historia, y creo que es lo que le da ese toque tan especial. Para los amantes del género más oscuro es, sin duda, un viaje fascinante, de los que te mantienen pensando en el libro constantemente. También se agradece su estilo casi lírico en algunas partes, que nos estamos acostumbrando a textos tan sencillos que a veces resultan impersonales. No puedo más que dar las gracias a todas los autores que han participado en el proyecto por la maravilla que han incorporado a mi colección. Sin duda merece una y varias relecturas para poder terminar de empaparme de fantástico universo que han creado.
Excelente. La conexión débil entre historias y a la vez la continuidad dejan una sensación de entender más o menos lo que pasa y a la vez no entender nada. En muchos casos parecería que esa es la sensación de los propios protagonistas de las diferentes historias. Además un conjunto de imágenes perturbadoras van quedando en la mente, acusación que entiendo debería ser tomada positivamente por los autores de los mismos. Toca seguir con Señora De Los Caídos, la secuela precuela de este libro.
Llegué a Atlas Negro hastiada del terror "moderno", buscando algo que me satisficiera como los clásicos, y éste libro de relatos es tan bueno que te da la sensación de que los clásicos se han reencarnado. No puedo apuntar mucho más de lo que se ha dicho en comentarios anteriores, si acaso sumarme a esa sensación de caos que a veces te invade mientras lees creyendo que no estás siguiendo bien el hilo o "no está bien explicado" solo para que el libro, cuando no te lo esperas, te pegue una bofetada y descubras que se ha reído totalmente de ti, resultando en la maravillosa sensación de que lo que ha hecho ha sido SORPRENDENTE. Al final naturalmente quieres asesinar al autor por dejarte ese mal cuerpo que ha sido el resultado de todas sus páginas en tensión y confusión, y piensas que ésta joya se ha dado una palmadita en la espalda y ha cumplido su misión de perturbar al lector. No es un libro que "acabe", se quedará en tu cabeza y necesitarás que alguien cercano se lo lea para comentarlo. Hay que resaltar también que pese a la variedad, la narrativa es maravillosa, no tienes la sensación de estar ante los típicos autores actuales facilones, el lenguaje está cuidado con el mimo que existía antes del "lenguaje sms" del que nuestra generación peca tanto. La mitología de su universo, por su parte, es lo que termina de convencerte de que estás ante algo más grande que sus tiempos... Pulpture es la nueva Weird Tales y éste libro será ese del que tus nietos presumirán de que tienen la primera edición. Es verdaderamente complicado reseñar Atlas Negro sin spoilers, pero de verdad: No es el típico libro de horror apocalíptico. Te sorprenderá hasta el formato.
Para cuando lo leí en papel ya lo había escuchado previamente en audiolibro a través del podcast de Noviembre Nocturno. Por ello no se siel hecho de que me parezca una obra que se disfruta en formato audiolibro está influido por el orden en el que lo consumí. Me pareció un libro muy entretenido e interesante al mostrar un el derrumbe de la sociedad mayormente por su propia mano a raíz de un acontecimiento sobrenatural. En este sentido me recordó en cierto modo a Devilman Crybaby. Como recomendación personal, es muy disfrutable si lo escuchas mientras haces otra cosa.
Una propuesta magnífica. Espeluznante y retorcido, un crisol de autores y estilos que, sin sacrificar ni un ápice de coherencia, presenta una cosmogonía completamente original capaz de atrapar a cualquier fanático de la fantasía (e incluso de la ciencia ficción) sin necesidad de que esté acostumbrado a leer terror. Además, gran parte del libro se ambienta en Españita magníficamente, algo que no se suele ver en este tipo de literatura y a mí, al menos, me ha encantado experimentar.
Le doy todas las estrellas a pesar de que mi mujer me lo regaló alegando que era un tratado sobre los problemas económicos y geopolíticos del planeta. Tengo que reconocer que sin ser lo que esperaba me he divertido bastante leyéndolo. Las historias están bien narradas y el hilo argumental del autor principal son interesantes dentro de la línea de género que transita la obra. Eso sí, de geopolítica nada de nada.
Para mi es infumable. Me parece enrevesado, además de no ser seguidora de Noviembre nocturno, que por eso supongo que me cuesta más, no es una novela al uso, son pedacitos de aquí y allá. No ha conseguido engatusarme y si a eso uno que tengo ahora graves problemas de vista, lo abandono.
Simplemente fantástico. Te lanza a un mundo tan sobrenatural que te sobrecoge y te engancha desde el minuto uno y a la vez todo se siente tan cercano y real que parece que pudiese estar pasando ahora mismo. No puedes dejar de leerlo. Recomendación perfecta!
Una maravilla y un ejercicio de arquitectura narrativa. Con un imaginario que daría para varias series de televisión. Recomendable para todos los amantes del terror y la fantasía oscura