3'5 Estrellitas. Me duele bajarle una estrellita a un libro de la señora Balogh, pero comparado con los anteriores de la serie, esperaba un poquito más. Esto no quiere decir que sea malo o peor, sólo que le ha faltado algo más de chicha o emoción.
Tengo a ésta por una serie intermedia de la señora Balogh, donde todo es acertado o correcto y con una ambientación estupenda. La señora Balogh maneja la época como nadie y escribe unos libros preciosos. "El Club de los Supervivientes" nos muestra una serie muy, muy parecida, y quizás, lo mejor para digerirla es leerla de manera pausada, o no tan seguidos, para disfrutarlos más.
"Only a kiss" es el sexto libro de la serie, y en él tenemos la historia de Imogen, lady Barclay, la única mujer del Club de los Supervivientes. A diferencia de los hombres, las cicatrices que dejaron las guerras napoleónicas en Imogen fueron psicológicas.
Imogen siguió a su esposo, Richard (lord Barclay) a Portugal cuando se alistó en el ejército, y allí fueron capturados por soldados franceses, con la consecuencia de que lord Barclay fue torturado hasta la muerte y lady Barclay liberada, una vez que ya no les servía. El trauma y el estrés por lo sufrido, causaron en Imogen una profunda depresión, que provocó que fuese acogida en Penderris Hall, el hogar en Cornualles de George, el duque de Stanbrook.
El protagonista, Percival Hayes, es el ahora conde de Hardford, título que debería haber sido de Richard e Imogen, a la muerte del padre de Richard. Una vez muerto el viejo conde y sin heredero, el título pasó a un lejano primo tercero, Percival.
Percy es un hombre acostumbrado a la buena vida y con una inteligencia desperdiciada. Aunque su familia era lejana de la aristocracia, creció con multitud de comodidades al gozar de una buena posición económica. Acaba de cumplir treinta años y lleva dos siendo conde de Hardford, pero no termina de estar satisfecho con la vida que ha hecho, y se propone ponerse al día con las responsabilidades de su título. La primera de ellas, vistar la finca familiar en Cornualles.
La sorpresa es que Percy esperaba encontrarse una fría, oscura y húmeda casona deshabitada. Nada mas lejos de la realidad, cuando la casa goza de una situación espléndida y está habitada por la hermana solterona del viejo conde y una amiga de ésta, y una mujer joven, lady Barclay, la nuera del viejo conde, y una caterva de perros y gatos, a cual más feo o escuálido y recogido caritativamente por las tres mujeres.
Cierto es que Percy no esperaba encontrar esto, y no le gusta encontrar la finca familiar invadida por desconocidos y animales zarrapastrosos. El primer encuentro entre Percy e Imogen no será fácil, de hecho, no se soportan, ella es fría como un bloque de mármol y él presuntuoso y arrogante.
Pero poco a poco irán calmándose los ánimos entre ellos, sobre todo cuando la muy extensa familia de Percy se presente inesperadamente en la casa, y surjan otros problemas en la finca, referentes al contrabando de bebidas alcohólicas que ha proliferado durante la guerra en las costas de Cornualles.
El planteamiento de la novela está bien, pero admito que me ha parecido algo aburridillo o sosete hasta la mitad del libro, pues no pasaba gran cosa. Y aunque los caracteres de los personajes están bien definidos, no he terminado de verlos como una pareja, o no he llegado a verlos enamorados, más bien es Imogen la que no me ha convencido. Pero como digo, mi percepción de la novela ha podido verse mermada porque los últimos libros leídos de ésta serie me han parecido muy iguales, o similares. Al final, muy al final, veremos el desenlace final y el por qué de la actitud de Imogen y su reticencia a volver a amar.
Aunque tengo muchísimas ganas de leer el séptimo y último libro, el del duque de Stanbrook, admito que voy con algo de recelo por si no me gusta. Ya digo que ésta serie es muy similar, y quizás el problema está en que no hay que leerlos muy seguidos. La señora Balogh sabe hacerlo bien cuando se trata de broches de series y duques, y por eso mismo quiero disfrutar el último libro, así que esperaré un tiempo considerable para leerlo.