3.5/5 Estrellas
Comienzos del siglo XIII, demos un repaso a como se encuentra el Mundo en torno a las estepas de Asia central en el hemisferio Norte:
-En China existen 3 dinastías reinando simultáneamente: Los Jin al norte, los Song del sur y los Xia al oeste. Pese a esta división, no estamos ante una época de debilidad en China, ya que en esta época aparecen importantes avances tecnológicos como la pólvora, la imprenta con tipos de madera, el papel moneda.....
-En el ámbito musulmán, el imperio Seljucida que había suplantado a los abasidas, hace tiempo que ha colapsado en multitud de estados, muchos gobernados por dinastías de origen turco u otros poderes locales: Imperio ayyubi (de Egipto a Siria) o los Jorezmitas en el solar iranio y su ámbito de influencia, los propios seljucidas que subsisten en Anatolia.
-En Europa del Este, el Rus de Kiev, hace tiempo que ha visto pasar sus mejores momentos, y está disgregado en varios principados más o menos independientes, a la espera que el Principado de Moscú se haga con la hegemonía en los próximos siglos.
-En la India, el sultanato de Delhi, dinastía de origen turco y religión musulmana, dominan una gran parte del subcontinente indio, tras derrocar hacia el 1215 al Sultanato gúrida, que ocupaba el territorio desde el Jorasán en Irán, hasta el norte de la India, con su base de poder principal en Ghor (Afganistán) y Lahore (india). A su desintegración sus territorios se repartieron entre Jorezmitas y el Sultanato de Delhi.
En las inmensas estepas que se extienden al norte de China, habitan una serie de tribus de vida nómada, agrupadas en dos etnias principales: mongoles y tártaros. Estas tribus llevan siglos enfrentadas entre si, peleando, sometiendo y siendo sometidas a continuos ataques y razzias por parte de sus vecinos, lo cual, junto con las duras condiciones de vida de la estepa, ha impedido durante siglos la consolidación de estos pueblos como naciones más o menos organizadas, así como su crecimiento demográfico y el desarrollo de su potencial militar. Quizá estas luchas fratricidas hayan estado financiadas y favorecidas durante siglos por los gobernantes chinos, siempre obsesionados por la protección de su frontera norte frente a las invasiones de estos pueblos.
Es en este contexto donde surge la figura de Temujin, jefe (Khan) de una de estas pequeñas tribus, el cual, tras superar unas durísimas pruebas de supervivencia en su infancia y juventud, es capaz de unificar en poco tiempo gracias a su valentía, su habilidad y, porque no, a un poco de suerte muchas de estas tribus, empezando a gestarse un poder nunca visto en la estepa. Un poder que sus estados vecinos, ni siquiera son capaces de imaginar y que, en la primera mitad del siglo XIII se cernirá de forma mortal sobre todos ellos en forma de hordas mongolas.
No estamos ante una obra maestra, pero cumple sobradamente. No es fácil desarrollar los primeros momentos de la vida, la evolución personal y política de uno de los personajes más importantes de la Historia. Tampoco el contexto social y la forma de vida de la sociedad mongola de la época, aunque ayuda que en muchos aspectos es una cultura que ha permanecido inamovible desde los años de Gengis. Se nota el conocimiento del autor, que convivió durante un tiempo con los mongoles para empaparse de sus costumbres.
Aunque parezca extraño, se conoce bastante de los primeros años de la vida de Temujin, quizá con datos un poco tendenciosos, ya que la crónica de su vida que él mismo mandó escribir y que se perdió en formato escrito, se conservó en la tradición oral china.
Teniendo en cuenta los antecedentes de la tetralogía de la guerra de las dos rosas de este mismo autor, y lo mucho que van mejorando los libros desde el primero de, digamos, puesta en escena, yo no me los voy a perder.
Recomendable.