LA NOCHE from EP on Vimeo.Hay una diferencia insalvable e...


LA NOCHE from EP on Vimeo.

Hay una diferencia insalvable entre escribir una novela ubicada en Reykjavík, y una ubicada en Londres: el amor. Uno se puede enamorar tanto de un sitio como de una persona cuando descubre que el hogar es un estado de ánimo. Y que hay muy pocos lugares capaces de cambiarte el ánimo con solo pensar en estar de nuevo en ese sitio. Londres no me produce otra cosa que indiferencia, en tanto que no me aporta nada que no pudiera aportar Barcelona. Es más, es una ciudad que resta en vez de sumar. No solo te quita comodidad (emigrar supone dejar atrás la comodidad del sitio donde has nacido, conseguida gracias a un basto conocimiento del lugar así como de las raíces bien enterradas en el suelo) pero existen sitios, lugares, donde estás más que dispuesto a desprenderte de una importante parte de ti ya que lo que te aporta supera con creces lo que hayas podido dejar atrás. No importa el frío, la oscuridad, la mala alimentación o la endogamia. Reino Unido es también una isla y funciona más o menos igual, salvo por una diferencia, pequeña pero cuyo matiz lo cambia todo: la arrogancia.

He intentado por todos los medios buscar algo que merezca la pena en Londres y poner ese algo en la novela, pero ni con esas. Si Reykjavík Línea 11 contaba con un gran personaje (el tercero en discordia, la ciudad) en Romford Road, la imagen de la ciudad queda cercenada, ausente. Despreciada por los propios personajes en tanto que la ciudad desprecia a todo aquél que no tenga dinero, ya que los valores son primordialmente los de una ciudad que ha abrazado gustosamente el neoliberalismo. Londres fue una fiesta hace un tiempo pero ahora ya sólo quedan los restos del banquete, y aun así la gente sigue bailando como si no se diera cuenta de las cosas. Reykjavík no presume. Sencillamente es. Una ciudad diminuta que se ha hecho a sí misma, que se abastece a sí misma, que no tiene que demostrar nada a nadie (quizá porque hemos visto en los últimos años que es capaz de plantar cara en situaciones donde las demás –y los demás– bajamos la cabeza y aguantamos)

Cuando estaba promocionando Reykjavík Línea 11 siempre decían que gran parte de la novela era una suerte de carta de amor a Islandia, a Reykjavík. ¿Pero es que como no vas a quererla? Yo ya no puedo mirar con los mismos ojos el resto de lugares. La comparación es previsible, y la decepción, inevitable.

No hay una manera alguna de hacerse con Londres. En cambio, hay posibilidades infinitas en Reykjavík. Ni siquiera están escondidas. Las ves por todas partes. Reykjavík es la ciudad que te hace el corazón más grande. Cuando digo que es algo que se respira por sus calles no me refiero solamente a lo que trae el viento con olor a nieve y a sopa de pescado. No es simplemente salir de una cafetería hecha de manera y pasear por una calle con árboles esqueléticos a los que les han puesto bombillitas en las ramas. Ni siquiera es darle un abrazo a alguien al llegar a la estación de autobuses y sentir la suavidad del jersey de lana en la cara. Es saber que algo a lo que no le puedes poner un nombre, que no puedes tocar tampoco, te ha agarrado de los tobillos para que no te vayas.

Juanma Carrillo, el autor del vídeo de arriba (sírvase como adelanto de su plataforma Hielo Quema y a modo de tráiler conceptual de su primer largometraje, Islandia) y yo hemos hablado a menudo del impacto que Islandia ha tenido en nosotros, y de como ese puñetazo emocional seguramente habrá cambiado nuestra manera de crear de ahora en adelante. Dicen que el secreto de la música islandesa está en que saben, de por sí, que posiblemente su carrera musical sólo constará de ese primer y único disco. Por eso sólo hacen el disco que les hace sentir orgullo. Sucede en los sitios pequeños. Y porque han puesto la carne en el asador (y porque tienen un background que ya quisiéramos nosotros) los discos tienen el resultado que tienen. Y puede que Islandia, Reykjavík, funcione igual de bien como ciudad que como concepto.

Los cambios en la obra de Juanma, para los que los conocemos, empiezan a estar ahí, a florecer. La luz que nace precisamente desde la oscuridad. La esperanza de los que alguna vez lo han perdido todo. El Hielo Quema y hay tres formas de amar. Pero sólo una de crear, aunque uno tenga que reinventarse y desprenderse de una parte importante de sí mismo.

Y esto no ha hecho más que empezar.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on May 21, 2013 13:54
No comments have been added yet.


Raúl Portero's Blog

Raúl Portero
Raúl Portero isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
Follow Raúl Portero's blog with rss.