Google, la revolución cotidiana y una sorpresa en Amazon
Esto de Google es alucinante. Sí, soy conciente de los peligros intrínsecos a un gigante tal, los riesgos de que se convierta en el único filtro de la realidad (que al cabo son ellos los que deciden qué resultados vemos cuando buscamos algo en internet) o los posibles problemas derivados de que almacenen nuestros correos y, por tanto, nuestros datos personales, gustos, aficiones, cuentas bancarias y todo lo que en algún momento transmitimos a través de gmail. Sé que se trata de una empresa y que como tal su fin último es el beneficio económico, de acuerdo. Pero, aun así, lo que han conseguido en una década es asombroso. Un hito en la historia de la Humanidad, si lo pensamos un poco. Y no creo estar exagerando: desde que han hecho su aparición, nos hemos acostumbrado de tal modo a convivir con lo portentoso que cada vez cuesta más asombrarnos, la maravilla nos parece cotidiana. Ni siquiera sabría qué destacar, tal es la cantidad de servicios revolucionarios que han puesto a nuestro servicio.Porque, en realidad, lo que han puesto a nuestra disposición es un buen pedazo del mundo. Por solo citar un ejemplo: hace ocho o nueve años, la mayor parte ni siquiera habíamos oído hablar de los ahora omnipresentes GPS. Recuerdo que allá por 2005 compré uno para orientarme en la montaña. Se trataba de un aparato de considerable tamaño y cuyos mapas, difíciles de encontrar y complicados de descargar, eran representaciones topográficas, simples líneas en blanco y negro que costaba lo suyo interpretar. Si entonces me dicen que en breve iba a llevar en mi bolsillo (en el móvil, en la tableta) un mapa fotográfico extremadamente detallado de todo el planeta, un globo en miniatura, me parecería ciencia ficción. Y solo es uno de los muchos ejemplos de la revolución constante que Google ha traído a nuestras vidas.Esta semana, sin embargo, han conseguido volver a sorprenderme. Sabía que llevaban tiempo escaneando y digitalizando millones de libros de todo el mundo y que han creado la mayor biblioteca de la historia. En sí mismo, esto ya es algo digno de asombro, una más de esas maravillas a las que nos tienen habituados. Pero hace unos días descubrí hasta dónde llegaba en realidad esta biblioteca universal. Como sabéis, llevo una temporada documentándome para la nueva novela. Y como me gusta que los datos sean lo más rigurosos posible, me está pasando lo de siempre: un libro me lleva a otro, este al siguiente y el siguiente al infinito, cada cual más extraño y difícil de localizar. Y como además lo paso de vicio, pues no hay forma de avanzar en la novela... Pero no es eso de lo que quería hablaros. El caso es que localicé referencias de dos libros, uno publicado en Cuba en 1868 y otro en Madrid en 1923, que tenían una pinta estupenda. Pero claro, ninguno de los dos los iba a encontrar en la biblioteca de la esquina, ya no digo en la librería. Así que me puse a buscarlos por internet. Y me quedé alucinado. Porque Google los había digitalizado, pese a tratarse, os lo aseguro, de dos volúmenes de un interés nulo para el 99,99% de los lectores. Había dado por hecho que digitalizarían los libros que mayor demanda pudieran tener, novela principalmente. Pero en ningún momento se me pasó por la cabeza que perdieran el tiempo con algo a priori tan abstruso como lo que yo estaba buscando. Y ahora viene lo bueno: uno de ellos estaba a disposición del que lo quisiera gratuitamente, con lo que me lo descargué al momento; el otro no se podía descargar, no sé por qué.... ni me preocupó. Porque Google me encaminó a una librería del Reino Unido que se dedica a imprimir bajo demanda los volúmenes que le solicites. Y no es la única. De modo que por unos diez euros, en cuatro días recibí en casa un opúsculo histórico de 1923 publicado en castellano y enviado desde Inglaterra. ¿No os parece asombroso? ¿Es que ya nadie se acuerda de aquellos tiempos en que si queríamos echarle un vistazo a unos documentos tan específicos como estos había que desplazarse a un archivo histórico, léase Simancas o Indias, con el correspondiente carnet de investigador en el bolsillo?Como decía antes, me da la sensación de que nos hemos acostumbrado de tal modo a convivir con lo portentoso que ya nos parece cotidiano. Google será una empresa y su actividad abarca tantos terrenos que es un peligro potencial, no lo dudo. Pero reconozcámosle lo mucho que nos ha dado, lo mucho que nos facilita la vida cada día. Porque posiblemente estamos ante la empresa más influyente y más revolucionaria de la historia.En fin. Aunque no tiene nada que ver, termino hoy con otro hecho que también me tiene maravillado. Y es que entre las miles de novelas históricas que hay en Amazon, ¿sabeis de quién son las tres mejor valoradas por los lectores? Sí, en efecto, podéis imaginar la sonrisa de oreja a oreja que se me quedó cuando lo vi: ¡las tres mías! Medievalario, La cruz de ceniza y El bando perdedor. Eso sí que es asombroso, y no lo de Google... ;-) Os dejo con la imagen, ¡desconfiados!
Published on March 10, 2013 23:55
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