PROYECTO 2084 – LA BÚSQUEDA

17ª Entrega

La verdad. Mi verdad. Tu verdad. Verdades relativas. Verdades absolutas. Verdades inalcanzables. Son tantas las verdades… La verdad no es ningún atributo de ninguna divinidad, ni el simple fruto de una evidencia, de una coherencia, de un consenso. La verdad no es la realidad enfrentada a la ficción, ni el resultado de una simple intuición…


Y sigo tecleando en el ordenador buscando la verdad. La verdad no es la simple antítesis de lo falso, como decía Aristóteles. Mmmm… Si tuviera que leer a todos los filósofos que desde entonces han escrito sobre la verdad, como Descartes o Kant, no acabaría nunca, pienso. Suerte tengo hoy en día de internet. Me llaman especialmente la atención las reflexiones de una filósofa ya relativamente contemporánea, Simone Weill, que definía la verdad como el resplandor de la realidad. Afirmaba que la verdad es poder y poder es actuar. Defendía que la búsqueda de la verdad es mantener la esperanza en que es posible saber. Por eso, lo que más se aproxima a la verdad es la búsqueda del conocimiento, la necesidad de saber qué se oculta tras todas las incógnitas de lo que entendemos como vida y, por tanto, de lo que entendemos como muerte.
Me detengo durante unos segundos apartando la vista del ordenador. Y pienso en esa necesidad de saber que tenemos todos acerca de qué se oculta tras las intenciones de los que rigen el mundo. Aunque no estoy muy segura de eso, de que existan unas intenciones ocultas, unas intenciones que nos acercan a las teorías conspirativas. Suena muy simplista pensar que existen unas intenciones de algo o alguien que rige el mundo ¿Intenciones de quienes? Ni se me pasa por la cabeza la posible existencia de un dios. Lo que sí está claro es que hay unos que explotan, oprimen y otros que son explotados.
Muchos confunden las percepciones con las verdades. Usamos las palabras para intentar entendernos los unos con los otros, pero la realidad es que el concepto que tiene uno de una palabra, a menudo no coincide con el concepto que otro tiene de esa misma palabra. Así es difícil entenderse. Y eso es lo que realmente dificulta la búsqueda de la verdad. ¿Qué entiendo yo realmente por la verdad? Esa es la base de la que tal vez deberíamos partir todos siempre. ¿Qué entiendo yo realmente de lo que sea? Debería obligarme a preguntarme eso constantemente. Y lo más humilde es reconocer que no entiendo absolutamente nada. Y desde la nada, desde ese vacío, es cuando podré, quizá, comenzar la búsqueda, la caza de esa verdad tan escurridiza, manteniendo siempre la esperanza de que es posible saber y llegar a entenderlo todo…
-Te veo muy empanada delante del ordenador. ¿Solo has escrito cuatro líneas en lo que llevamos de mañana?
Enrique, como siempre tan sigiloso, me sorprende apareciendo repentinamente tras mi espalda y la pantalla de mi ordenador, interrumpiendo bruscamente mis pensamientos. Y sí, tiene razón. Apenas he comenzado a perfilar cuatro palabras acerca del último reto que me ha planteado. Abordar el tema del que muchos medios ya están hablando. Del creciente auge de la extrema derecha en todo el mundo, con proclamas en las que se definen como poseedores de la única verdad… Nada nuevo ni precisamente sorprendente a mi entender…
-¿Qué enfoque le estás dando? – quiere saber mi jefe, mientras le echa una ojeada a lo poco que he escrito por el momento.
Se me escapa un resoplido. Lo cierto es que aún me siento bastante perdida. O desconcertada. ¿Cómo escribir sobre algo que constantemente está ahí, acechando, como una perpetua amenaza de la que difícilmente podemos escapar? Ahora mismo me domina el pesimismo. Sin ninguna duda.
-Dame un respiro – le replico-. Necesito pensar, indagar más a fondo, pero puedes ir echándole una ojeada a mis notas si quieres –, acabo con tono conciliador, acercándole unos cuantos folios manuscritos que él coge con sumo interés.
-¿Qué significa todo este listado de nombres? Chantal Mouffe, Alan Badiov, Judith Butler, Miklós Tamás, Steven Forti, Noam Chomsky o Álvaro García Linera… – Me pregunta intrigado, pronunciando cada uno de los nombres con extrañeza.
-Es la lista de algunos de los intelectuales que han estado reflexionando sobre el tema que…
-Ya, ya – me interrumpe -, pero recuerda que yo quería que lo enfocaras todo relacionándolo con esos videos de YouTube que te facilité, esos que hablan de “ideología de género”. ¿Ya has averiguado de qué va eso?
No puedo evitar arrugar la nariz, como si las palabras de Enrique oliesen mal, antes de animarme a responderle.
-De momento, lo que sé es que son videos llenos de un populismo engañoso que juegan con medias verdades, con lo que suponen que va en contra de la naturaleza, de la familia y del orden social establecido, para atacar al feminismo, al movimiento LGTB y a las ideologías más progresistas…
-Sí, sí, pura polémica. Eso es lo que me interesa e interesa a nuestros lectores y promotores – replica Enrique con énfasis.
-Y sé que “la ideología de género” es un concepto inventado por la extrema derecha para dotar de un falso carácter dogmático a las ideas de igualdad y de respeto por las diferencias que se postulan desde el feminismo. De hecho, esos videos están hechos para confundir y seducir a las masas que necesitan que piensen por ellas, explicándoles un cuento sobre la existencia de niños sin derechos, sin sexo que los defina, sin dignidad humana, cuando eso es precisamente lo que ellos hacen con las masas, arrebatarles sus derechos y su dignidad, encasillarlas con etiquetas, explotándolas y manipulándolas…
-Escribe todo eso, pues – me apremia.
-Vale, vale, pero deja que primero ponga un poco más de orden en mis ideas. Aún me quedan unas cuantas horas por delante, ¿no?

© Maite Mateos

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Published on July 22, 2022 05:48
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