Covihaters
¿Sueñan los covihaters con miles de covidiotas sujetos al arresto? Se preguntan Marcela Leticia López Serna y Rubén Díaz López en una colaboración para LJA.MX y, lamentablemente, la respuesta es que no, porque aquellos que señalan a los covidiotas y los acusan por organizar fiestas no son un movimiento organizado que busque el castigo a quienes siguen exponiéndose al contagio de covid-19, el deseo de que las autoridades sean más severas y castiguen a quienes organizan fiestas o incumplen las medidas sanitarias como el uso obligatorio de cubrebocas, no necesariamente responde a una decisión que auxilie a la protección de la salud de todos, sino a la costumbre de ser espectadores, dividir el mundo entre buenos y malos, en espera de que alguien más se encargue de aplicar el castigo a quienes se pasen de la raya.
Nuestra adicción al sistema punitivo parte de la costumbre de ampararnos en criterios morales antes que racionales para así no ejercer las responsabilidades a las que la ciudadanía nos obliga. En su texto “Covi-haters o apología de la libertad”, la inteligente pareja de colaboradores señala que ante el deseo de los covihaters de tener en la cárcel a todos los covidiotas, no se puede olvidar la manera en que “John Locke nos marcó de forma fundamental; hay tres libertades conquistadas que no se pueden retrotraer: vida, libertad y propiedad”, lo que los lleva a comulgar con el presidente Andrés Manuel López Obrador acerca de que la libertad es fundamental.
Visto así, nadie dudaría en comulgar con López Obrador, sólo que los dichos de López Obrador acerca de la libertad no consideran en absoluto la responsabilidad ciudadana, parten de que el pueblo es bueno e inteligente y sabe lo que tiene que hacer, la libertad a la que se refiere el presidente es una confianza ciega en que su gente, sus seguidores, acatarán de la mejor forma sus consejos, lo que le permitirá a la Cuarta Transformación seguir evadiendo su responsabilidad con políticas públicas que permitan disminuir los contagios.
Coincido con Marcela Leticia López Serna y Rubén Díaz López en que muchos de los covihaters son activistas de escritorio que, desde el pedestal de huacales, creen legítimo ofender a quienes no viven la pandemia como ellos quieren que lo hagan, sin embargo, también creo que a quienes hacemos llamados a que los covidiotas no sigan vulnerando la salud de todos lo hacemos por miedo, ante la incertidumbre, el aumento en el número de muertos y la identificación cercana con los muertos, la única salida que encontramos, ante la débil presencia de la autoridad, es la de repetir una y otra vez el señalamiento; y antes que acudir a la responsabilidad social, se elige la acusación y el señalamiento.
No coincido con el texto de Marcela y Rubén al destacar que quienes denuncias fiestas tienen una vida miserable porque están “buscando arruinarles la pachanga a los demás” y asistir a una fiesta en época de pandemia se trata de una medida personal, de la que uno se hace responsable de las consecuencias , “hacer de mi vida un volantín y pasear a quien quiera o como ahora se le conoce en derecho, todo es cuestión del libre desarrollo de la personalidad, incluso el posicionamiento de ubicarse en una situación de riesgo, como ahora se visualiza el consumo de muchas sustancias y alimentos”. Es decir, si decido salir de mi casa a realizar actividades no esenciales, porque no creo en el virus, porque la virgencita me protege, ¿anulo la responsabilidad que tengo con el otro? Si organizo una fiesta clandestina, en la que no cumplo con las medidas mínimas de sanidad, como es una decisión personal asistir, ¿estoy ejerciendo mi derecho al libre desarrollo de la personalidad?
Sí hay covihaters, sí hay covidiotas, y a ambos bandos nos define la incertidumbre y la costumbre. El miedo ante la muerte o el contagio. La irresponsable delegación de la autoridad en un poder superior.
Coda. En Masa y Poder, Elías Canetti subraya que como el miedo revela lo vulnerable que somos, la masa tiende a agruparse y actuar dando palos de ciego, no podemos permitir que la vulnerabilidad nos lleve a transformarnos en la masa que renuncia a la inteligencia, al grupo anónimo que sacrifica su responsabilidad con el colectivo en nombre de una “libertad” individual.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX

