Carlos Sisí: Nigromante
Muy Autor mío:
Tengo muchas ganas de leer una buena novela fantástica y perderme en un mundo mágico. De Nigromante sólo he podido leer los primeros tres capítulos. Más no he aguantado. ¡Qué mala prosa! Y ¡cuán poca imaginación! Magia parece haber, pero falta el mundo. Usted comienza el libro describiendo minuciosamente la cara de un personaje. Dos páginas de descripción, pero todavía no sé cómo es el hombre. Y será el único con descripción en todos los tres capítulos. Los demás son nombres. Muchos nombres y nada para ayudarme a distinguir. En los diálogos tenía sensación de leer una obra de teatro:
FULANO: ...
MENGANO: ...
FULANO: ...
ZUTANO: ...
Usted no lo escribe así, le da forma de novela con la palabra "dijo". Pero el efecto es el mismo. Las voces flotan en el vacío.
¿Qué es Entrerríos? ¿Es el nombre de una aldea, de una ciudad, de todo un país? Lo sabremos al principio del tercer capítulo. Los primeros dos, no tenía claro si estábamos en llanura o en montaña, en pueblo o en ciudad, en el Árctico o en lugar tropical. Sigo sin saber lo último. El clima da para robles, más pistas no hay.
Talan un roble al final del primer capítulo. Lo arrancan con sogas y tornos. Me suena raro. ¿No tienen sierras? Y cuando no había sierras, ¿no era lo habitual quitar la tierra al pie del árbol, para que las raices quedasen al aire y el tronco cayese casi sin más esfuerzo? Pero no séamos pedantes. En un mundo con magia bien puede ser distinta la agricultura. Sigamos leyendo.
Lo siguiente que me choca es cómo habla la gente. Cuando no están a punto de acuchillarse unos a otros (¿por qué siempre están así en las Asambleas, Señor Sisí?), hablan de infecciones de hongos. Incluso conocen la palabra bacteria. Estamos en una aldea donde los arados son de madera. Algo chirría.
Señor Sisí, yo soy muy partidaria de borrar las descripciones donde sobran. Pero algo hay que poner en una novela fantástica. Los lectores queremos saber si estamos en un mundo pseudo-medieval, pseudo-antiguo, pseudo-prehistórico... Y de la gente queremos saber más que el nombre. Bastan muy pocas palabras para dar una imagen clara de las personas y de los lugares. Alguna frase de introducción antes de meternos en la casa de Asambleas, algún rasgo para distinguir entre los muchos personajes. De nada me sirve un mundo fantástico en Su imaginación si Usted no me lo pone en el papel.
Atentamente
Christina Widmann de Fran

Nigromante: Bajo la tierra, un antiguo secreto despierta de Carlos Sisí
con ilustraciones de Tomás Hijo
Primera edición: Minotauro (Editorial Planeta), 2018
ISBN: 978-8445005354
Disponible en Amazon.es.


