"Canción", un poema de Brigit Pegeen Kelly



Canción
Escuchen: había una cabeza de cabra colgando en un árbol.Toda la noche colgó ahí y cantó. Y aquellos que la oyeronsintieron una herida en su corazón y creyeron que escuchabanla canción de un pájaro nocturno. Se levantaron de sus camasy luego se acostaron de nuevo. En el viento de la noche la cabeza de la cabrase balanceó de un lado a otro y desde lejos brillaba débilmente,igual que la luna se reflejaba por millas en la línea del trenjunto a la cual yacía el cuerpo sin cabeza de la cabra. Unos muchachosle cortaron la cabeza. Fue más difícil de lo que se imaginaron.La cabra lloró como un hombre y les dio pelea. Pero ellosterminaron el trabajo. Colgaron la cabeza sangrante cerca de la escuelay después se fueron corriendo en la oscuridad que parece ocultarlo todo.La cabeza colgó en el árbol. El cuerpo se quedó en las vías.La cabeza llamaba al cuerpo. El cuerpo a la cabeza.Se extrañaban  mutuamente. La ausencia creció entre ellos,hasta que arrancó el corazón del cuerpo, hastaque el ahogado corazón voló hacia la cabeza, como las avesde vuelta a su jaula y a la conocida percha donde trinan.Entonces el corazón cantó en la cabeza, suave y luego fuerte;cantó mucho rato y bajito hasta que la luz de la mañana apareció sobrela escuela y el árbol; entonces el canto se detuvo.La cabra perteneció a una muchachita. Le había puestoEspina Rota Dulce Mora, nombrada asípor el arbusto de estrellas de la noche, porque el sedoso pelo de la cabraera oscuro como el agua de un pozo, porque tenía ojos como frutos silvestres.La muchacha vivía cerca de una vía férrea elevada. En la nocheella escuchaba el tren pasar, el dulce sonido del pito del trense derramaba suave sobre su cama, y cada mañana ella se levantabapara darle a la cabra que balaba su balde de leche dulce. Le cantabacanciones sobre muchachas con sogas y cocineros en barcos.La peinaba con un peine duro. Soñaba diariamenteque la cabra se haría más grande, y lo hizo. Ella pensóque su ensueño lo había logrado. Pero un día la muchacha no escuchó el treny a la mañana siguiente se despertó ante un jardín vacío. La cabraya no estaba. Todo se veía raro. Era como si una tormentahubiese pasado mientras dormía, viento y piedras, lluviaque arrancó las ramas frutales. Ella supo que alguienhabía robado la cabra y que había venido a causar daño. Llamóa la cabra. Toda la mañana y durante la tarde, llamóy llamó. Caminó y caminó. En su pecho un mal presentimiento,como el presentimiento de las piedras cuyos bordes se erosionan bajo los pies descalzos. Entonces alguien encontró el cuerpo de la cabrapor la vía elevada, las moscas alrededor llenaban sus suaves botellasen el cuello rasgado. Luego otro descubrió la cabezacolgando en el árbol de la escuela. Se apresurarona ocultar las partes para que la muchacha no las viera.Corrieron para recaudar plata para comprarle otra cabra.Corrieron para encontrar a los responsables, para oírlosdecir que había sido una broma, nada más que una broma…Pero escuchen: el punto es este. Los muchachos pensaronen divertirse y listo. Fue más durode lo que se imaginaron –ese tonto sacrificio– pero terminaron el trabajo.Silbando mientras se lavaban sus grandes manos en la oscuridad,lo que no sabían era que la cabeza de la cabra ya estabacantando tras ellos en el árbol. Lo que no sabíanera que la cabeza seguiría cantando, solo para ellos,mucho después de que hubiesen bajado las sogas y que ellos aprendieran a escuchar;balde tras balde, golpe tras golpe, ellos se despertaríanen la noche creyendo que escuchaban el viento entre los árboleso un pájaro nocturno, pero su corazón latiría más rápido. Habríaun silbido, un zumbido, un murmullo fuerte, y al final, una canción.La humilde canción de unos muchachos perdidos que recuerdan el llamado de su madre.No una canción cruel, no, no, para nada cruel. Esta canciónes dulce. Sí, es dulce. Muere el corazón por su dulzura.


Texto original: Song Traducción: Gustavo Solórzano-Alfaro, 2017,
aparecida por primera vez en Círculo de Poesía


Brigit Pegeen Kelly (EE.UU., 1951.2016) enseñó en varias universidades de su país. Entres varios reconocimientos, fue finalista del Pulitzer, obtuvo la beca del Fondo Nacional para las Artes y el premio de poesía Lamont, por Canción. Su último libro fue Poems: Song and the Orchard (2008).
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Published on October 13, 2017 16:14
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