Hace unas semanas os hablaba de todo lo que pasa entre el momento en que pones punto final a una novela y esta llega a los lectores. A veces, como me sucedió con Medievalario, el proceso de edición es rápido e indoloro; otras tienes la sensación de que la editora disfruta revolviéndote las entrañas con un hierro oxidado mientras te susurra al oído que es por tu bien. Y lo peor es que suele tener razón, como comprobé con La cruz de...
Published on February 20, 2017 23:36