El sustantivo mano no nos llama la atención porque lo hemos utilizado hasta la saciedad, pero lo cierto es que es raro raro raro. Sus extravagancias empiezan por el género. Es uno de los pocos femeninos terminados en -o que tenemos en español. Sus compañeros son algunos acortamientos como la moto (< motocicleta), algún cultismo como la libido y pocos