Rick Warren's Blog, page 505

La Promesa, El Propósito, Lugar y Día Para Diezmar

Lo que sea que quieras que Dios bendiga, debes ponerlo a Él primero. Entonces, si quieres que Dios bendiga tus finanzas, debes ponerlo primero en tu dinero. Este es el principio del diezmo: le devuelves el primer 10 por ciento de tus ingresos a Dios.

Aquí hay cuatro versículos que explican la promesa, el propósito, el lugar y el día para el diezmo.

Primero, Proverbios 3: 9-10 da la promesa sobre el diezmo: ” Honra al Señor con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces él llenará tus graneros,

y tus tinajas se desbordarán de buen vino”. (NTV). Dios dice que, si lo honras con la primera parte de tus ingresos, Él te bendecirá financieramente.

Kay y yo decidimos hace más de 40 años que si estamos endeudados con alguien, no nos endeudaremos con Dios. Primero se le paga a Dios, por encima de todo. Si gano 10 dólares, el primer dólar se le devuelve a Él. Si gano cien dólares, los primeros 10 dólares se le devuelven a Él. Todo viene de Dios en primer lugar, y quiero su bendición sobre el resto.

¿Por qué Dios nos dice que demos el diezmo? Deuteronomio 14:23 dice: “Así aprenderás a temer siempre al Señor tu Dios.” (NTV). Dios no necesita tu dinero, pero Él quiere lo que representa: tu corazón. Él quiere que confíes en Él.

¿Dónde deberías diezmar? ¿Diezmo a la beneficencia? ¿O le das diezmos a tu hermano que ha estado sin trabajo durante tres años? No. Eso es caridad. Diezmar es un acto de adoración. Va a Dios.

Malaquías 3:10 dice: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (RVR60). El alfolí es el templo o el lugar donde adoras a Dios.

¿Cuándo se supone que debes diezmar? Lo haces el día que adoras. La Biblia dice en 1 Corintios 16:2, “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado” (RVR60). Cuando le das a Dios el primer día de la semana, la primera parte de tu día y la primera parte de tu dinero, estás declarando: “Eres realmente el número uno en mi vida”.

Note que el versículo dice “ponga aparte”. ¡Tienes que planear esto! Diezmar no debería ser algo impulsivo. Tienes que planearlo para que honres el plan y el propósito de Dios para el diezmo. Entonces puedes ver cómo Dios te bendice y te usa y honra Su promesa en tu vida.

Reflexiona sobre esto :

¿Qué significa para ti darle a Dios la primera parte de tus ingresos?
¿Por qué crees que Dios quiere que diezmes a tu iglesia y no a otra causa?
¿Cómo necesitas planificar hoy para que puedas ser fiel en el diezmo?

Fuiste Creado Para Ser Productivo

“Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza” . Deuteronomio 8:18 (NVI)

La Biblia dice en Deuteronomio 8:18, “Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza” (NVI).

Cada economía, aún aquí en Norteamérica, tiene personas que dan riqueza y personas que toman riqueza. Hay productores de riqueza y usuarios de riquezas, contribuyentes y consumidores. La economía se desbarata cuando hay más consumidores que productores. Eso es lo que está pasando ahora mismo en Norteamérica.

Sin embargo, Dios nos creó para crear riqueza, para producir riqueza: nos diseñó para ser personas productivas. Dios quiere que seas productivo, y su plan para tu vida incluye creación de riqueza – no redistribución de riqueza.

Déjame explicarte la diferencia entre capitalismo, comunismo y cristianismo.

El capitalismo dice, “Lo que es mío, es mío, y voy a retenerlo”. El comunismo dice, “Lo que es tuyo es mío, y tengo el derecho de tomarlo”. A eso se le llama redistribución de la riqueza.

Pero el cristianismo dice, “Lo que es mío, realmente es de Dios, y estoy dispuesto a compartirlo”.

Dios quiere que proveamos beneficios, servicios, y protección a otros. Él quiere que creemos oportunidades para ayudar a otros.

Cuando alguien pone un impuesto para ayudar a los pobres, tu no recibes ningún crédito por ello. Pero cuando eres voluntariamente generoso y ayudas a otros, edifica tu carácter. Te ayuda a crecer. Transformarte en más productivo y generoso te ayuda a ser más como Cristo.

Reflexiona sobre esto :

¿De qué manera el trabajo que haces crea oportunidades para ayudar a otras personas?
¿Te es más fácil ser generoso con tu dinero o con tu tiempo? ¿Por qué te parece que es así?
¿Qué metas financieras se ha fijado tu familia? ¿En pos de qué estás trabajando?

You Were Created to Be Productive

The Bible says in Deuteronomy 8:18, “Remember the Lord your God, for it is he who gives you the ability to produce wealth” (NIV).

Every economy, including here in America, has wealth makers and wealth takers. You have wealth producers and wealth users, wealth contributors and wealth consumers. The economy gets turned upside down when there are more consumers than there are contributors. That’s what’s happening right now in America.

Yet God designed us to create wealth, to produce wealth; he designed us to be productive people. God wants you to be productive, and his plan for your life includes wealth creation — not wealth redistribution.

Let me explain the difference between capitalism, communism, and Christianity.

Capitalism says, “What’s mine is mine, and I’m going to keep it.” Communism says, “What’s yours is mine, and I have a right to take it.” That’s called redistribution of wealth.

But Christianity says, “What’s mine is really God’s, and I’m willing to share it.”

God wants us to provide benefits, services, and protection to others. He wants us to create opportunities to help people.

When somebody taxes you to help the poor, you don’t get any credit for it. But when you are voluntarily generous and help others, that builds your character. It helps you grow. Becoming more productive and generous helps you to become more like Christ.

Plant Today, Then Be Patient for the Harvest

The time to start planting is now.

I talk to people all the time who say, “One of these days, I’m going to . . . .” They’re going to serve more one of these days. Or when they retire. Or when they get a raise. They’re going to increase their giving one of these days.

“One of these days” is none of these days. You don’t wait for things to get better; you start planting now. Why? Because the sooner you plant, the longer you’re going to enjoy the harvest in your life.

But the harvest is not always going to come in your time. There’s always a delay between sowing and reaping. You plant in one season, and you harvest in another.

You have to be patient and not give up!

This is one of the principles that the Kingdom of God operates on. In Mark 4:26-28, Jesus says, “This is what the kingdom of God is like. A man scatters seed on the ground. Night and day, whether he sleeps or gets up, the seed spouts and grows, though he does not know how. All by itself the soil produces grain — first the stalk, then the head, then the full kernel in the head” (NIV).

The results will come, but they will come slowly and as part of a process. And because it takes time, “Let us not become tired of doing good; for if we do not give up, the time will come when we will reap the harvest” (Galatians 6:9 GNT).

Choose to forget about last year’s crop failure. Instead, start focusing on the long-term harvest in your life. You didn’t get the way you are financially overnight. You took years to mess things up, and it’s going to take a while to put things back together. There is a time of delay between sowing and reaping.

The Bible says in Psalm 126:5-6, “Those who plant in tears will harvest with shouts of joy. They weep as they go to plant their seed, but they sing as they return with the harvest” (NLT).

What need have you been grieving over? Maybe you’ve lost your job. Maybe you’ve lost your health. Maybe you’ve lost a loved one. Maybe you’ve lost your savings. Maybe you’ve lost half of your retirement in the last few years. Maybe you’ve lost your dream.

Mourning is okay; moaning is not. Instead of moaning, you need to plant a seed, because whatever you need more of, you need to give away.

Today is the day to plant the seed.

Planta Hoy, Luego Ten Paciencia por la Cosecha

El tiempo de comenzar la siembra es ahora.

Hablo todo el tiempo con personas que dicen, “Uno de estos días voy a….” Uno de estos días van a servir más. O cuando se jubilen. O cuando les den un aumento. Uno de estos días van a incrementar sus ofrendas.

“Uno de estos días” es ninguno de estos días. No esperas a que las cosas estén mejores, comienzas a plantar hoy. ¿Por qué? Porque cuanto antes comiences, más tiempo vas a disfrutar de la cosecha en tu vida.

Pero la cosecha no siempre vendrá en tu tiempo. Siempre hay una demora entre plantar y cosechar los beneficios. Plantas durante una estación y cosechas en otra.

¡Debes tener paciencia y no darte por vencido!

Este es uno de los principios con los que opera el Reino de Dios. En Marcos 4:26-28 Jesús dice, “El reino de Dios se parece a quien esparce semilla en la tierra.   Sin que este sepa cómo, y ya sea que duerma o esté despierto, día y noche brota y crece la semilla. La tierra da fruto por sí sola; primero el tallo, luego la espiga, y después el grano lleno en la espiga” (NVI).

Los resultados vendrán, pero vendrán despacio y como resultado de un proceso. Y porque toma tiempo, “… no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”. (Gálatas 6:9 NTV).

Elige olvidar el fracaso de la cosecha del año pasado. En lugar de eso, comienza a enfocarte en la cosecha de largo plazo de tu vida. No llegaste a tu estado financiero de la noche a la mañana. Tomó años arruinar las cosas y llevará tiempo volverlas a componer. Hay una demora entre la siembra y cosechar los beneficios.

La Biblia dice en el Salmo 126:5-6, “Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha” (NTV).

¿Por cuál necesidad has estado sufriendo? Quizás perdiste tu trabajo. Tal vez perdiste tu salud. Tal vez perdiste a alguien que amabas. Tal vez perdiste tus ahorros. Perdiste parte de los ahorros para tu jubilación en los últimos años. Tal vez perdiste tu sueño.

Está bien hacer duelo, quejarse, no. En lugar de quejarte, necesitas plantar una semilla., porque sea lo que sea lo que necesitas, debes entregarlo.

Hoy es el día para plantar una semilla.

Reflexiona sobre esto :

Si pudieras darte consejo financiero a tí mismo de joven, ¿qué dirías? ¿Qué puedes aprender de tus errores financieros que puedas aplicar a tu situación ahora?
Si pudieras dejar ir tus errores y fracasos financieros, tendrías tiempo para comenzar qué cosas para moverte hacia adelante en las finanzas
¿Qué es lo que más deseas recibir en tu vida? ¿Cómo puedes plantar esa semilla y entregarte hoy para que un día puedas disfrutar de tu cosecha?

Siembra Generosamente para Cosechar Generosidad

Si un granjero va con un cargamento de frijoles y los planta en un campo estéril, ¿Qué fruta espera cosechar? ¿Sandía? ¿Pepinillos? No. Él va a obtener frijoles. Ni siquiera lo duda. Ni se lo pregunta. Porque lo que siembres es lo que vas a cosechar.

Esta es la ley de la reproducción, aplica a cada área de tu vida –especialmente en tus finanzas.

La Biblia dice en 2 Corintios 9:6-7, “Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría” (NVI).

Esto puede resultar tanto positivamente como negativamente en tu vida. Si estás plantando semillas de bondad, ¿Sabes qué? Las personas van a ser amables contigo. Si perdonas a otros, ellos te van a perdonar. Si eres generoso, las personas van a ser generosas contigo.

Pero si estás enojado todo el tiempo, las personas van a responder con enojo. Si engañas a otras personas, las personas te van a engañar. Si dices chismes sobre otros, ¿Adivina qué? Las personas van a decir chismes de ti.

La ley de la reproducción dice que cosechas lo que siembras, pero el principio de la multiplicación dice que siempre vas a cosechar más de lo que siembras.

Cuando pones una semilla de maíz en el suelo, no obtienes una semilla de retorno. Obtienes una planta de maíz con múltiples elotes en ella y cientos de semillas en cada uno de esos elotes. Este es el poder exponencial que Dios ha establecido que tenga el universo. Siempre obtienes más de lo que pones.

Por eso yo nunca, ataco a quienes me atacan. ¿Por qué? No quiero quedar atrapado en la cadena. No importa lo que otros digan de mí, no quiero responder nada malo, porque si lo hago, voy a cosechar más de lo que siembro. Lo que he decidido hacer es todo lo contrario. Quiero bendecirlos. Quiero orar por ellos. ¿Por qué? Porque eso es lo que quiero recibir, y yo siempre recibo más de lo que siembro.

Proverbios 11:24 dice, “Quienes son generosos, reciben en abundancia; quienes ni sus deudas pagan, acaban en la miseria” (TLA).

Reflexiona sobre esto :

¿Cómo has visto actuar el principio de la multiplicación en tu vida?
¿Qué esperas de tus inversiones? ¿Cómo estás sembrando para que puedas recibir más de lo que esperas cosechar?
¿Cómo quieres que Dios te dé en abundancia (Proverbios 11:24)? ¿Qué necesitas cambiar sobre tus finanzas para que él pueda incrementar tu influencia y tu dar?

Sow Generously to Reap Generosity

If a farmer goes out with a trailer load of beans, and he plants them in a barren field, what fruit does he expect to bear? Watermelon? Cucumbers? No. He’s going to get beans. He doesn’t doubt it. He doesn’t question it. Because whatever you plant is what you’re going to get back.

This is the law of reproduction, and it applies to every single area of your life — especially in your finances.

The Bible says in 2 Corinthians 9:6-7, “Remember this: Whoever sows sparingly will also reap sparingly, and whoever sows generously will also reap generously. Each of you should give what you have decided in your heart to give, not reluctantly or under compulsion, for God loves a cheerful giver” (NIV).

This can work either positively or negatively in your life. If you’re planting seeds of kindness, you know what? People are going to be kind to you. If you forgive others, they are going to be forgiving of you. If you’re generous, people are going to be generous with you.

But if you are angry all the time, people are going to respond in anger. If you cheat other people, people are going to cheat you. If you gossip about other people, guess what? People are going to gossip about you.

The law of reproduction says you reap what you sow, but the principle of multiplication says you will also always reap more than you sow.

When you put one kernel of corn in the ground, you don’t get one kernel of corn back. You get a cornstalk with multiple ears on it and hundreds of kernels on each of those ears. This is the exponential power that God has established the universe to handle. You always get more out of it than you put into it.

It’s why I never, ever attack my attackers. Why? I don’t want to get caught in the chain. No matter what anybody says to me, I don’t want to say anything bad back to them because if I do, I’m going to reap more than I sowed. What I choose to do is the exact opposite. I want to bless them. I want to pray for them. Why? Because that’s what I want to receive, and I always reap more than I sow.

Proverbs 11:24 says, “The world of the generous gets larger and larger; the world of the stingy gets smaller and smaller” (The Message).

You Will Reap Your Harvest in Just the Right Time

 

Between the then and the now — or the now and the what’s coming next — there is always a delay. This irritates most people: to make a deposit or an investment or a plan and not have it instantly come to fruition.

Fruit ripens slowly. Would you rather eat a vine-ripened tomato or one that has been picked green and then gassed to turn it red? There’s no comparison between a vine-ripened tomato, which was allowed to grow slowly, and a tomato that was picked prematurely. If you pick too soon, you miss the flavor.

In money management, you always reap in a different season than you sow. And by the way, not all fruit ripens at the same time. When you grow peaches, they’re not all ripe at once. They come in little by little; you pick a few a day. When you start planting and following God’s money management principles, you’re not going to get a windfall tomorrow. It’s going to come in over time. You’re going to have to wait to reap in a different season.

But while you’re waiting, God is working. When you’re waiting for the fulfillment of the efforts or money or energy that you’ve put into something, you may think nothing’s happening.

Oh, it’s happening! While that seed is hidden in the ground, it is slowly germinating. And when that seed bursts with God’s blessing on it, it will continue growing and growing. One day a little shoot will stick up out of the ground, and then you will see that it’s working.

But until then, you need to trust that God is working — even when you can’t see the fruit of your labor.

Plants take time to grow. There’s no such thing as instant maturity. No farmer goes out, plants the seed in the ground, comes back an hour later, digs it up, and expects it to have grown. You’ve just got to let it be. Leave it covered, and let God grow it in his time.

Galatians 6:9 says, “Let’s not get tired of doing what is good. At just the right time we will reap a harvest of blessing if we don’t give up” (NLT).

Recogerás tu Cosecha en el Tiempo Correcto

La Biblia nos dice que hay estaciones en la vida. Eclesiastés 3:1 nos dice: “Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo“ (NVI).

Entre el entonces y el ahora, o el ahora y lo que vendrá después, siempre hay un retraso. Esto irrita a la mayoría de las personas: hacer un depósito, una inversión o un plan y no hacerlo de manera instantánea.

La fruta madura lentamente ¿Prefieres comer un tomate maduro o uno que haya sido recogido verde y luego pintado para volverlo rojo? No hay comparación entre un tomate maduro, que se dejó crecer lentamente, y un tomate que se recogió prematuramente. Si recoges demasiado pronto, te perderás el sabor.

En la administración del dinero, siempre cosechas en una temporada diferente a la que siembras. Y, por cierto, no toda la fruta madura al mismo tiempo. Cuando cultivas duraznos, no maduran todos a la vez. Lo hacen poco a poco; tu recoges unos por día. Cuando comiences a plantar y seguir los principios de la administración de dinero de Dios, no obtendrás una ganancia inesperada mañana. Vendrá con el tiempo. Tendrás que esperar para cosechar en una temporada diferente.

Pero mientras esperas, Dios está trabajando. Cuando estás esperando el cumplimiento de los esfuerzos o el dinero o la energía que has puesto en algo, puedes pensar que nada está sucediendo.

Oh, ¡Está sucediendo! Mientras esa semilla está escondida en el suelo, está germinando lentamente. Y cuando esa semilla estalle con la bendición de Dios sobre ella, seguirá creciendo y creciendo. Un día, un pequeño brote se levantará del suelo, y luego verás que está funcionando.

Pero hasta entonces, debes confiar en que Dios está trabajando, incluso cuando no puedas ver el fruto de tu trabajo.

Las plantas toman tiempo para crecer. No hay tal cosa como la madurez instantánea. Ningún agricultor sale, planta la semilla en el suelo, regresa una hora más tarde, la excava y espera que haya crecido. Simplemente tienes que dejar que suceda. Cúbrela y deja que Dios dé el crecimiento en su tiempo.

Gálatas 6:9 dice, “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (NTV).

Reflexiona sobre esto:

¿Qué has estado esperando que Dios haga realidad en tu vida?
¿Cómo has crecido espiritualmente como resultado de tener que esperar esa cosecha? ¿Qué te ha enseñado Dios mientras lo has esperado?
¿Por qué crees que Dios nos hace esperar para cosechar lo que sembramos?

Dios está Esperando que Plantes una Semilla

¿Qué hace un agricultor cuando tiene un campo estéril que no produce ganancias? No se queja de él. ¡No tiene ni siquiera que orar por él! Él simplemente sale y comienza a plantar semillas, porque nada ocurrirá hasta que plante las semillas. Puede orar todo lo que quiera, pero eso no producirá una cosecha. Tiene que plantar semillas.

Tal vez piensas que estás esperando en Dios. Crees que estás esperando en Dios por ese trabajo. Piensas que estás esperando en Dios por un cónyuge. Piensas que esperas en Dios por la bonanza. Dios dice, “¿Crees que esperas en mí? ¡Yo te estoy esperando en ti! Estoy esperando que plantes una semilla”.

Todas las cosas en la vida comienzan como una semilla: una relación, un matrimonio, un negocio, una iglesia. Y nada sucede hasta que se planta la semilla.

¿Por qué Dios requiere que plantemos una semilla? Por qué plantar es un acto de fe. Tomas lo que tienes y lo das. ¡Eso requiere fe! Y da gloria a Dios.

Jesús describe ese principio de la siembra y la cosecha cuando trataba de explicar porque había venido a la tierra a morir en la cruz. En Juan 12:24 Jesús dice, “Ciertamente les aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero, si muere, produce mucho fruto” (NVI). Jesús estaba diciendo, “Las personas se salvarán e irán al cielo por mi muerte y resurrección. Yo plantaré una semilla, y la semilla será mi vida”.

Aquí está la ley de la siembra y la cosecha: Cuando tienes una necesidad, planta una semilla. Cualquiera que sea tu necesidad – más tiempo, más energía, más dinero, más apoyo, más relaciones, más sabiduría – sólo planta una semilla. Si necesitas más tiempo, dale más tiempo a tus hijos. Si necesitas más dinero, dale algo a alguien en necesidad. Si necesitas más sabiduría, comparte de la sabiduría que tengas con los demás.  ¡Date a ti mismo!

Puede no hacerte sentido que des algo de lo que necesitas más. Pero esa es exactamente la clase de actitud que Dios quiere bendecir y que producirá fruto en tu vida. Cuando tengas una necesidad, no te quejes de ello, no desees sobre ello, ni siquiera tienes que orar por ello – ¡Solamente planta una semilla!

Reflexiona sobre esto :

¿Qué necesidad has estado esperando que Dios provea?
¿Qué piensas que Dios podría estar esperando de ti que hagas a cerca de esa necesidad? ¿Qué semilla puedes plantar el día de hoy?
¿Qué efecto ves en ti mismo y en otros cuando plantas una semilla y pones de ti mismo? ¿Cómo construye Dios tu carácter a través de esto?