Álvaro Bisama's Blog, page 144

June 26, 2017

El escorpión y la rana

EN UNA fábula de Esopo un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río prometiendo no hacerle ningún daño. La rana accede subiéndole a sus espaldas pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula, ¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos, ante lo que el escorpión responde, no he tenido elección, es mi naturaleza.


Esta historia nos deja una moraleja frente a las políticas públicas implementadas por el actual gobierno y su efecto sobre la economía nacional y el bienestar de su población. El actual gobierno se convenció que implementando un nuevo modelo de desarrollo basado en políticas redistributivas con un mayor gasto público y mayores impuestos, las familias más vulnerables obtendrían un mayor bienestar. Sin embargo, ya conocemos que el resultado fue totalmente opuesto.


Así por ejemplo, a partir de la Operación Renta 2017 se confirmó que el aporte de las empresas disminuyó un 0,8% respecto al año anterior, a pesar de que la tasa de este impuesto aumentó de 22,5% a 24%. Este resultado no nos debería sorprender, el impuesto corporativo es el más dañino para el crecimiento y la inversión. Más aún, todo indicaría que su efecto es asimétrico, perjudicando en mayor medida a aquellas empresas de menor tamaño, más endeudadas y con menor acceso al crédito. No se puede olvidar que la mejor política tributaria es el crecimiento económico. Por cada punto de crecimiento se pueden recaudar cerca de 700 millones de dólares adicionales.


Por otro lado, los últimos cambios al Código del Trabajo han favorecido a los trabajadores más calificados y productivos en desmedro de aquellos que tienen menos experiencia y baja productividad.


A lo anterior se suma que el país se enfrenta al primer recorte en su clasificación de riesgo, como resultado del fuerte deterioro fiscal y la debilidad de la economía. En el margen, esta peor clasificación de riesgo implicará un aumento en la tasa de interés que imponga el mercado a nuestras emisiones de deuda soberana y ello, a su vez, aumentará el costo de financiamiento de las empresas que buscan levantar capital en el exterior.


Esta nueva estructura de incentivos junto a la incertidumbre regulatoria y las desconfianzas, han propiciado un ambiente en contra del sector empresarial, con una consecuente caída en la inversión, un menor crecimiento en el largo plazo y una menor capacidad de generación de empleos.


La ruta al desarrollo no tiene atajos. Para lograr avanzar hacia un crecimiento económico sostenido en el largo plazo se requiere combinar y potenciar tres pilares fundamentales: empleo, inversión y productividad. Una reforma laboral moderna debería aumentar la participación laboral de las mujeres, jóvenes y adultos mayores. Así, por ejemplo, se deberían considerar ciertas flexibilidades en los contratos de mujeres, tales como horarios, subsidios, etc. De la misma manera, sería oportuno pensar en un contrato simplificado para estudiantes que quieran trabajar, y un salario mínimo ajustado en a lo menos tres tramos de acuerdo a la tasa de desempleo de mujeres y hombres. Para aumentar la productividad se requiere aumentar la proporción del producto que se invierte en I+D, atraer más inversión en capital de riesgo e impulsar un cambio radical en la cultura innovadora y emprendedora.


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Published on June 26, 2017 23:50

Más que un díscolo

Experta en demonizar cuando huele peligro, la derecha encontró en Manuel José Ossandón un blanco predilecto. Al senador le han dicho de todo: divisivo, populista, aventurero, personalista, ignorante. No es raro que la diatriba se haya intensificado a partir de que la encuesta CEP evidenció que el precandidato constituye una amenaza real para la carta preferida del sector. La derecha le teme y le lanza artillería pesada.


Sin embargo, ahí está Ossandón. El hijo descarriado es duro de matar. Si cae, lo hará peleando.


Tras esa resiliencia hay más que un carácter díscolo. Ossandón no es una cáscara vacía. Harían bien sus rivales en tratar de entender qué representa. No en vano el parlamentario tiene a su haber gestiones exitosas en Puente Alto (una comuna donde antes la derecha no tenía opción); muestra un apoyo nada desdeñable en las encuestas; posee un arrastre transversal que traspasa las fronteras de la derecha; fue el senador con más votos en Chile Vamos, y ha incomodado al favorito en estas primarias.

Así como Felipe Kast representa a la derecha liberal y Sebastián


Piñera a la derecha económica, Manuel José Ossandón encarna -quizás de manera más difusa, pero muy viva e intuitiva- una derecha conservadora y nacionalista. Por años, las derechas “modernas” han creído que las corrientes conservadora y nacionalista del sector estaban muertas. Ossandón es la incómoda prueba de que no es así y del apoyo popular que pueden despertar estas vertientes si encuentran un vocero.


Ossandón no está ligado a grandes grupos económicos y su base no se halla en la fronda. Se encuentra lejos de promover libertades individuales que -en su opinión- terminan desmadejando el tejido social. Desconfía de la tecnocracia, la ideología y las elites que han extraviado el camino. Promueve la revalorización de la política y soluciones que ayuden a los chilenos a desplegar su potencial, en especial aquellos cuyos problemas han sido invisibilizados por la prédica triunfalista del progreso que dominó en las últimas décadas.


A diferencia de la lucha de clases que propone la izquierda y del crecimiento económico que postula el piñerismo como solución para todos nuestros males, Ossandón pretende unir al país para sacarlo adelante con solidaridad, el restablecimiento de la confianza (lo que pasa por hacer a un lado a los que hacen trampa) y paz social. Para él, el conjunto es más que sus partes. Le disgusta escuchar eso de que Chile está “al borde del desarrollo”. No cree que las estadísticas puedan reemplazar el conocimiento directo que ha adquirido en el contacto con chilenos de carne y hueso.


Es una aproximación que tiene limitaciones. La confianza excesiva en su intuición puede llevarlo a cometer errores gruesos, como sucedió en el vergonzoso episodio de Tolerancia Cero. Ossandón supone una oportunidad, pero también un riesgo que solo él puede controlar.


El senador representa algo serio y es muy probable que haya llegado para quedarse. Como ya ocurrió en el pasado, quienes lo descartan a priori pueden pagarlo caro.


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Published on June 26, 2017 10:56

Voto en el exterior

EL PRÓXIMO 2 de julio, debuta el voto chileno en el exterior, proyecto aprobado por abrumadora mayoría en ambas Cámaras del Congreso.

Se trata sin duda de un acontecimiento histórico, por primera vez los compatriotas que residen en el extranjero podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones nacionales.

Podrán participar en las primarias presidenciales, así como en las elecciones presidenciales del 19 de noviembre.


Este hito se asemeja a otras reformas electorales relevantes de la historia chilena: el término del sufragio censitario en 1874, que restringía el derecho a voto a los sectores más pudientes; al voto femenino, en 1949; al derecho a voto de los no videntes, en 1969, y de los analfabetos, en 1970.


El sufragio universal es la base de nuestra democracia.

Por eso, la participación de nuestros compatriotas que viven en el extranjero es un acto de inclusión democrática. El Estado de Chile, asumiendo un esfuerzo y una responsabilidad que trasciende cualquier elección específica, reconoce la misma condición a todos sus ciudadanos y les otorga las garantías para que puedan ejercer sus derechos.


La ley que permite el derecho a voto de los nuestros en el extranjero mejora la calidad de nuestro sistema político, pues amplía la participación ciudadana y profundiza nuestra democracia.

Se trata del reconocimiento de un derecho por el cual muchos chilenos lucharon durante años. Hoy, Chile los reconoce como ciudadanos y los invita a pronunciarse para construir juntos el país que queremos.


El derecho a sufragar desde el exterior ya es un hecho.

Ahora son las comunidades que residen allí las que tendrán la responsabilidad de ejercerlo, inscribiéndose y participando en el acto electoral.


Con esta legislación, Chile se suma como el país número 116 en el mundo que reconoce este derecho. A partir de ella, asumimos también una nueva forma de concebir nuestra inserción en el mundo, mediante una integración fortalecida, basada en una perspectiva ciudadana.


Quiero agradecer a todos quienes han hecho posible, desde distintos ámbitos y visiones, este salto que hoy damos como país. A los que llamaron la atención, dentro y fuera de Chile, sobre la necesidad de esta reforma; a los que la propusieron; a los legisladores que la analizaron, discutieron y aprobaron; a los que han trabajado duramente para que se haga realidad en todo el mundo; además de los miles de chilenos que concurrirán a ejercer su derecho a voto en los 102 lugares habilitados para sufragar en el exterior.


Invito a nuestros compatriotas que residen en el exterior a ser parte de este histórico proceso participativo y de construcción democrática, que refuerza el vínculo y los incorpora a la discusión y vida de Chile.


Estamos perfeccionando nuestra democracia y, como Cancillería, no podemos sino sentirnos orgullosos y satisfechos de ser parte de este proceso.


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Published on June 26, 2017 00:00

June 25, 2017

Convicción

EN EL país con la más alta tasa de motorización del mundo, en la capital mundial de los taxis, en el país de las libertades individuales por excelencia; un alcalde fue capaz de poner sobre la mesa un plan claro y muy concreto, que con poco más de ciento cincuenta medidas, buscaba cambiar los hábitos de los ciudadanos y saciar su sed por más espacios públicos. Una ciudad más amigable y sostenible era su meta. Hablamos de Michael Bloomberg y la ciudad de Nueva York.


Bloomberg tuvo la claridad de la visión, pero aún más importante que ello, la convicción más profunda de que debía perseverar en hacerla realidad. Esa convicción probó ser mucho más importante que los recursos disponibles o que la popularidad en las encuestas. Con él trabajaron muchos, igualmente convencidos y comprometidos, que se sumaron a la tarea de ejecutar. Janette Sadik-Kahn, comisionada de Transporte para la ciudad de Nueva York, fue una de esas personas. Ella tuvo la tarea, durante seis años, de llevar adelante las medidas que buscaban hacer de las calles de Nueva York un real espacio público y no un espacio dominado por los autos.


Con notable simpleza y claridad, Sadik-Kahn nos ilustró en su reciente visita a Chile que el éxito en la transformación de las calles de Nueva York tuvo como uno de los pilares fundamentales la convicción política del alcalde, que respaldó en todo momento su quehacer, aun enfrentando las peores encuestas ante una elección, o cuando la prensa se daba el festín atacando sin tregua las trasformaciones que hacían ganar espacios a la bicicleta y a los peatones. No hizo hincapié alguno en los “grandes recursos” necesarios para implementar las obras, sino por el contrario, señaló que todo se hizo con menos del 1% del presupuesto municipal.


La convicción para alcanzar con éxito las medidas del preciso plan era tan profunda, que aun los más técnicos y “duros” ingenieros entendieron que la solución a los problemas “no era de ingeniería, sino de imaginarse las cosas de forma diferente”. Janette Sadik-Kahn sorteó la resistencia inicial de muchos funcionarios ortodoxos, poniéndose ella al frente y dando su irrestricto respaldo al equipo, y así también recibiendo las críticas y ataques a nombre de todos ellos. Ese compromiso y convencimiento fueron clave para que la burocracia estable del Departamento de Transporte se alineara y trabajara duro por lograr el objetivo.


Cuando se está convencido de algo, comunicarlo sale natural. En este aspecto nunca se dejó de lado el comunicar, informar y sumar a la ciudadanía, la que se contagió con esa fuerza y certeza que tenía la autoridad, respecto que la ciudad debía avanzar en esa dirección. Mediciones posteriores a las transformaciones demostraron sin ambigüedad alguna que sus efectos eran positivos.


Convicción política de quien lideraba la ciudad, convicción en la acción de quien lideraba la implementación, y convicción de todos quienes trabajaron bajo esos dos liderazgos para lograr los objetivos. A eso sumaron, como afirmó Sadik-Kahn, “imaginación, unos cuantos tarros de pintura y unas sillas de playa”. Pintura tenemos, y no es cara. Imaginación también… Supongo. Solo estamos escasos de convicción.


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Published on June 25, 2017 23:55

Las universidades estatales en la encrucijada

A NADIE dejó indiferente la iniciativa de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, de establecer un nuevo marco jurídico para las universidades del Estado, orientado a mejorar la gestión institucional y aumentar los estándares de calidad. Es evidente que ella no tiene por qué colisionar con los intereses y desarrollo de las universidades que -sin ser estatales- tienen fines públicos. Sin embargo, las universidades del Estado, por su carácter, enfrentan desafíos relacionados con el desarrollo equitativo de las regiones y el acceso a la educación superior de estudiantes de los sectores menos favorecidos. Además, hoy lo hacen en un ambiente social, político y económico donde prevalece la razón de mercado. Max Weber hace un siglo atrás nos advertía del riesgo de la racionalidad práctica, que persigue fines puramente pragmáticos, individuales y egoístas. El 15 de diciembre de 2003, en el diario La Estrella de Arica, el destacado científico chileno, premio nacional de ciencias y académico de la Universidad de Chile, Igor Saavedra, señalaba que “los científicos ya no solo hacen ciencia por amor al conocimiento, sino que por una racionalidad economicista que busca el estatus y el dinero”. Sin duda, apuntaba a un problema espiritual que había llegado también (y que se ha ido profundizando) a las instituciones de educación superior en Chile. Las universidades estatales son las llamadas a guiar el quehacer académico, científico y ético de un país.


Posiblemente, a ello se refería la Presidenta Bachelet cuando indicó que las universidades del Estado “deben reflejar lo que como sociedad definimos como excelencia, como estándar para guiar al conjunto del sistema, como referente de calidad y de buen trato”.


Lo anterior no es fácil y no basta una ley, es necesario que la comunidad universitaria tome conciencia de su misión. Tiene razón Jacques Derrida cuando nos dice en su texto La universidad sin condición, que ésta es una ciudadela expuesta a ser tomada, que a veces se rinde, incluso “se vende a veces, se expone a ser simplemente ocupada, tomada, vendida, dispuesta a convertirse en sucursal de consorcios y de firmas internacionales”. Lo anterior se evitaría con una relación privilegiada entre el estado nacional y sus universidades, con una nueva definición entre lo público y lo privado. Sobre todo, con políticas de largo plazo que apunten realmente al desarrollo, como -por ejemplo- la decisión que se tomó en su tiempo con la organización de Conicyt o la creación de las becas Chile y Nacionales. Hoy es fundamental que nuestro país tenga un sistema eficiente de inserción de jóvenes científicos en las universidades, especialmente en las estatales y regionales. Por cierto, es esencial superar la etapa Conicyt y lograr la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, con la carrera de investigador incluida.


Estamos seguros que este nuevo marco jurídico para las universidades estatales, podría devolverles el liderazgo que les corresponde como instituciones al servicio de la ciencia y la sociedad. Para que esa misión se alcance, es necesario que el Estado las apoye con decisión y claridad; solo así será posible que sean guías en la oscuridad del bosque y en la soledad del desierto.


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Published on June 25, 2017 23:50

Chile Vamos, el debate sangriento

Hoy lunes será el más mediático de los debates que se han dado al calor de las primarias. Aunque el volumen de importancia en la agenda de ésta ha bajadop or efecto del fútbol de la Copa Confederaciones y los temporales, sigue siendo la mejor ventana política para estos días y ha permitido visibilizar a los outsiders como Ossandón y Mayol. José Miguel Insulza, en una reciente entrevista reflexiona amargamente sobre ello, pues la Nueva Mayoría queda fuera de esta fiesta, y son muchos los militantes que reflejan en sus redes sociales el dolor de mirar sus datos en la web del  Servel, y darse cuenta que no están habilitados para votar. Atrás quedaron las ilusiones de la Nueva Mayoría respecto a que una movilización masiva para juntar firmas podía empatar con las primarias y la franja televisiva.


Un mal chiste de Piñera sobre las mujeres le permitió tomarse la agenda, justo cuando su salieri personal, el senador Manuel José Ossandón lo había acorralado con la tesis de la conspiración que llamó Kyotazo 2. Aunque la pregunta de la periodista Pilar Molina fue legítima ante un dato recibido y la entrevista al empresario denunciante la hizo una persona cercana a Felipe Kast, el ex alcalde de Puente Alto había tenido éxito en instalar que había una operación del piñerismo para cercarlo.


Solo la broma de Piñera, con las consiguientes y esperadas reacciones en un país, donde salió a la calle medio millón de mujeres por el movimiento #NiUnaMenos, logró que los medios olvidaran a Ossandón un rato. En ese sentido, su mal gusto fue un error oportuno.


En el debate, Ossandón no tiene otra posibilidad que salir a golpear con sangre y con eso tomarse la agenda de nuevo y así arrinconar al expresidente. Su apuesta ya no es la derecha, sino el sentimiento de antipiñerismo. El exceso de triunfalismo que ha llevado incluso que en los diarios económicos se discuta cual debe ser el mejor Ministro de Hacienda para Piñera juega también a su favor. Aunque su apuesta sea kamikaze, no le queda otra.


Por otro lado, para el expresidente el debate es el momento más amargo de su campaña. Su equipo había decidido estratégicamente no tomar en cuenta el senador y dejarle la tarea de golpear a Ossandón a Felipe Kast. Pero las cosas no han salido bien. La tesis de la pelea del segundo lugar que trataron de instalar sus seguidores en la prensa duró muy poco, ante la debilidad del diputado por Santiago. Más aún, su franja está enfocada a un público que de manera natural votaría por Piñera y por tanto, si le fuera bien sería a costa del ex presidente, con los riesgos correspondientes.


La única estrategia ganadora para Piñera en el debate será ignorar a Ossandón, y se verá si el formato permite dicha libertad. Necesita en la primaria tener un triunfo holgado para así asegurar la presidencia. De ser estrecho, podría instalarse que incluso en la derecha el ex Presidente tiene un rechazo alto y con ello poner en riesgo su amplia ventaja.


Ganar los debates en los argumentos no implica que eso se convierte en ventaja electoral. El mejor ejemplo es la elección de EEUU, donde Hillary Clinton aparentemente barría con Trump, pero su estilo polémico le hacía más cercano a los americanos blancos pobres que se convirtieron finalmente en quienes decidieron la elección. Por tanto, la preparación en los asuntos de Estado no es el mejor argumento para ganar. Si logra Ossandón hacerse notar en el debate, no valdrá chiste alguno para volver a sacarlo de las portadas de las noticias.


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Published on June 25, 2017 23:40

Desesperación boliviana

Cómo transformar un tema judicial interno de otro país en una oportunidad políticocomunicacional para fines propios. Ese es el objetivo al que viene apuntando desde marzo el gobierno del Presidente Evo Morales con el caso de los nueve ciudadanos bolivianos detenidos en Colchane, que esta semana la Justicia chilena condenó a tres años de cárcel y al pago de una multa de 32 millones, pues estaba suficientemente acreditado que protagonizaron un intento de robo con violencia en territorio chileno.


Tal como señaló el canciller Heraldo Muñoz, en este caso operó el Estado de Derecho. Y Chile dio muestra una vez más de que aquí existe una debida separación de los poderes del Estado. El proceso a los siete funcionarios de la aduana boliviana y a los dos militares cumplió con todas las garantías. Y eso lo saben las autoridades bolivianas que desde el momento mismo de la detención, el 19 de marzo pasado, pudieron acompañar a los detenidos. De las 101 visas que Chile ha entregado a ciudadanos bolivianos de marzo a la fecha, 40 se otorgaron a personeros que viajaron para dar a asistencia jurídica y consular a los imputados. Fueron visitados por organismos de derechos humanos, la Defensoría Penal Pública y la Cruz Roja Internacional.


Pero en vez de reconocer hechos, el gobierno de Evo Morales cree que le rinde mucho más acusar a Chile de levantar muros. Cree que es mejor para su causa salir a injuriar en foros internacionales, hablando de torturas inexistentes -que ni siquiera los abogados de los detenidos bolivianos mencionaron en el tribunal en la audiencia del martes- y de una revancha del Gobierno de Chile por su demanda marítima en La Haya.


El telón para el gobierno boliviano no se baja con la expulsión de Chile de sus nueve ciudadanos sorprendidos en el desarrollo de un delito. En los próximos días veremos cómo la administración del Presidente Morales aprovecha la situación de estas personas con condecoraciones y actos comunicacionales que solo buscan escenarios para seguir atacando al gobierno chileno y a sus autoridades. Un libreto ya conocido.


Chile no debe dar relevancia a la desesperación del gobierno de Evo Morales por buscar respaldos. Al contrario: son las autoridades vecinas las que deben escuchar la opinión de los ex Presidentes de ese país, Carlos Mesa y Jaime Paz Zamora que, muy prudentemente, llamaron a bajar el tono con Chile, porque entienden que la relación entre nuestros países no se agota en La Haya. 


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Published on June 25, 2017 23:30

Juego complicado

LA CANDIDATURA de Carolina Goic enfrenta dificultades serias por el magro resultado en las encuestas -la CEP que le atribuyó apenas un 2,1%- y el consiguiente ruido de los parlamentarios suyos, que nerviosos ven en riesgo su reelección.


He opinado que Goic puede tener una oportunidad en el momento que los partidos de izquierda del oficialismo adviertan que Alejandro Guillier es un candidato débil -sigue cometiendo errores- y busquen una alternativa de salvación. Pero esta hipótesis, que exige sangre fría para jugar las cartas, tiene un requisito indispensable: que la candidata DC exhiba una base sólida, que no es superar al senador en las encuestas -eso ya sería otro escenario-, sino que tenga a su lado nítidamente al votante tradicional democratacristiano. Pero las encuestas indican que no los ha atraído; en eso consiste hoy su problema.


En efecto, en los sondeos la adhesión que recoge no excede 3%, lo que proyectado a una primera vuelta daría entre 5% y 6%, corrigiendo por la abstención. Soledad Alvear aseveró hace poco que es imposible que Goic obtenga menos de un 13% en dicha vuelta, que fue el voto DC en la reciente elección de concejales y que vendría a ser la base con que cuenta el partido. Entonces, cabe concluir que falta la mitad y que algo anda mal.

Una hipótesis es que las encuestas estén equivocadas, pero eso es cuestionar el termómetro, que podrá tener limitaciones, pero algo indica como tendencia. Y la diferencia es muy grande, como para desestimarla.


Así, hay dos alternativas: es la candidata, que ni siquiera es capaz de atraer a los votos “propios”, o la DC en sí. A la primera hipótesis apunta el creciente reclamo que ella se ha rodeado de un grupo de incondicionales y que no oye a nadie más. Pero es la típica crítica a los candidatos, que suele carecer de sentido, porque al final siempre hay un grupo pequeño que tiene una visión y toma decisiones, ya que es imposible dejar contento a todo el mundo. El punto es identificar cuáles serían los errores de fondo y ahí no se advierte un reproche fundado.


Por consiguiente, sería un problema del partido y no ella, en el sentido que no existe esa adhesión base que se proclama. Los votos son personales de los candidatos que han estado en juego en las elecciones en cada lugar, no traspasables a la tienda en que militan. Esto no es un problema solo de la DC, sino de todos, por cómo se ha ido haciendo política en las últimas décadas: no promoviendo ideas y modelos de sociedad, sino por quién ofrece más de lo que sea a los votantes; tanto, que los candidatos muchas veces ni ponen el logo de su partido en las “palomas”. Así, la negativa de la UDI al cambio de distrito a la diputada Hoffmann se debería sobre todo a que si no va en San Antonio, el partido quizás no logre sacar ahí un diputado.


Así las cosas, resulta una paradoja que la DC haya levantado una candidata para no perder su identidad, pero por no tener firme ésta, termine perdiendo la candidata. Y retroceder ahora, no favorecerá la identidad. Mover las piezas en este juego no será sencillo.


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Published on June 25, 2017 00:00

June 24, 2017

(Des)Iguales

CONFIESO QUE lo tenía en mi lista de espera, esa que acumula textos, pero cuyo interés por leer no siempre se condice con el tiempo para hacerlo. Pero dada la polémica generada en torno al último libro editado por el PNUD -Desiguales. Orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile- apuré el tranco y, la verdad, me encontré con bastantes menos sorpresas de las que sugerían algunas columnas.


En efecto, el estudio muestra cómo la desigualdad de ingresos ha ido disminuyendo en nuestro país. Sin embargo, más que solo concentrarse en esa específica variable y en las brechas absolutas o relacionales de los ingresos -única cuestión que parece preocupar a los economistas-, este libro nos propone una mirada más profunda y compleja sobre este problema; definiendo la desigualdad como “las diferencias en dimensiones de la vida social que implican ventajas para unos y desventajas para otros, que se representan como condiciones estructurantes de la vida, y que se perciben como injustas en sus orígenes o moralmente ofensivas en sus consecuencias, o ambas”.


De hecho, lo que parece sugerir este libro es que la principal desigualdad no es económica, sino que ésta es solo un síntoma, fruto de la asimetría en la distribución del poder en general, y del poder político en particular. Nuestro principal problema, entonces, se refiere a la desigualdad en la influencia, visibilidad y capacidad para participar en las decisiones. Y es justamente por eso que el texto distingue dos dimensiones: la sustantiva, que apunta a los intereses, aspiraciones y necesidades; y la descriptiva, que se refiere a la presencia de los distintos grupos de una sociedad que están presentes en las esferas donde se delibera y toman resoluciones.


Si entre 1990 y 2016, el 75% de los ministros, el 60% de los senadores y más del 40% de los diputados de todos los partidos políticos asistieron a 14 colegios de elite en Santiago o a tres carreras y dos universidades, donde compartieron “el habitus como las redes de contacto y la formación profesional de la gran mayoría de los gerentes y directores de las principales empresas del país”, no es extraña esta imagen de Gambetta sobre la política como un espejo roto, esa en la que la inmensa mayoría de los ciudadanos no logran verse reflejados en quienes deben representarlos.


Es justamente esta promesa incumplida de nuestra democracia, a saber, que las necesidades de los ciudadanos pesen de manera similar en la deliberación de nuestros asuntos colectivos, lo que da origen a las desigualdades para acceder a salud y educación de calidad; o tener que esperar interminables horas para ser atendido; que las oportunidades y la capacidad para surgir sigan dependiendo de la familia y el lugar donde se nació; o, como si esas injusticias no fueran suficientes, soportar además la humillación de cómo se mira, habla y trata, a tantos de nuestros compatriotas.


En nuestro país no están solo concentrados los ingresos en el 1% más rico, sino también el poder para tomar decisiones y cambiar esa realidad.


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Published on June 24, 2017 23:55

¿Qué nos está pasando?

LAS COSAS no van bien, la intolerancia está subiendo a un nivel peligroso. Veamos algunos ejemplos. Una periodista connotada hace una pregunta a un candidato sobre el tema central de su campaña, con una fuente corroborada por ella, dispuesta a decir públicamente su verdad, y es acusada de ser parte de una conspiración siniestra. Ossandón, que la acusa de ello, no es capaz de ofrecer ni una sola prueba (como las que exige) y, además, acusa al voleo a su contendor de las primarias nada menos que de ser el arquitecto de esa conspiración. Da rabia para todos lados.


Piñera en campaña hace un chiste realmente inocuo y antiguo. Inmediatamente se inicia una marea de interpretaciones y fundamentalismo acusándolo de incitar a la violación y de la práctica de machismo exacerbado. Mucha rabia lanzada hacia afuera. No solo eso, hasta el gobierno e incluso la máxima autoridad del país tiene tiempo para comentar el chiste, por cierto de manera descalificatoria e ideologizada, con rabia.


Los programas políticos de televisión con los candidatos se parecen más a los juicios de Nuremberg que a espacios de conversación y debate. La discusión sobre la compleja ley de aborto parece un partido de garras bravas en que hay más descalificaciones que argumentos. Cuando alguien se atreve a decir que tiene fe, es arrasado por un bullying igualmente fundamentalista. Guillier hace un comentario simpático a Goic, la que le responde con una pesadez innecesaria. Los niños del Sename se mueren y no pasa nada. Da rabia.


En Codelco no queda un “puto peso” y se pagan indemnizaciones millonarias. Da rabia. TVN está ideologizado y mal administrado y el gobierno paga la farra sin cambiar a nadie. Da rabia. El jubilazo de la señora de un parlamentario da rabia.


Luis Larraín escribió esta semana una frase notable. Se preguntó hasta cuándo seremos manipulados por estudiantes que no estudian, por trabajadores que no trabajan, y por gobernantes que desgobiernan. Quizás habría que agregar parlamentarios que no llegan a trabajar, que legislan para sus intereses, como aumentar los cupos del Congreso para proteger a los incumbentes. La situación de Javiera Blanco crispa a la población que no logra entender el descriterio de la Presidenta, igual que lo que ocurre en Carabineros. Da rabia.


La situación de La Araucanía ofende al Estado de derecho. Aquí ya hay odio. Los candidatos populistas abundan y ofrecen soluciones mágicas a todos los problemas del país, generando expectativas que luego chocan con la realidad, lo que por cierto da rabia. Los empleados públicos ganan en promedio más que los privados, hacen huelgas ilegales, son burócratas y tienen 22 días al año de licencias, es decir, trabajan solo 10 meses. Sin duda da rabia.


La Fiscalía muestra un sesgo inaceptable en el procesamiento de las causas con relación a la política. Da mucha rabia. Los niños de los colegios públicos votan la toma de los establecimientos y los destruyen. Da rabia. Nunca se han asignado más recursos a salud y está peor que nunca, con una deuda hospitalaria que crece sin control. Da rabia. Las colusiones empresariales en diversos ámbitos dan rabia. El déficit fiscal galopante y el aumento de la deuda pública hipotecando el futuro, dan rabia. La gratuidad improvisada se hace con resquicios legales y genera déficits en las universidades; da rabia. El Cruch es un monopolio arbitrario favorecido por el Estado; da rabia. Las universidades públicas están totalmente politizadas; da rabia. Sus rectores se eligen por sus tendencias políticas. Da rabia.


La situación del empleo empeora día a día y el gobierno dice que mejora. Da rabia. El 90% de la población desaprueba la gestión del Congreso y los parlamentarios siguen de mal en peor. Las leyes salen llenas de errores y no cumplen con lo prometido. Cada tanto se descubren prácticas inadecuadas. La última fueron las decenas de celulares. Pero antes fueron los viáticos, las asignaciones, la cafetería, los laptops, etc. Da rabia.

La izquierda dura levanta campañas anti empresariales, culpándolos de todos los males nacionales, lo que solo engendra rabia.


La rabia engendra odio y el odio es acumulativo y engendra la violencia. Ahí no queremos llegar, ya estuvimos una vez y por el mismo camino.


Chile tiene una falla sistémica de liderazgos. El pronóstico es reservado. Quizás es tiempo de un gobierno de unidad nacional. ¿Alguien se atreverá a proponerlo?


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Published on June 24, 2017 23:50

Álvaro Bisama's Blog

Álvaro Bisama
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