Hugo García Michel's Blog, page 90

March 28, 2019

Grandes discos de 1969: "Led Zeppelin I" de Led Zeppelin


Una absoluta joya de todos los tiempos: el álbum debut de un grupo llamado Led Zeppelin. El ejemplar que tengo en mis manos fue el primer disco que compré con un sueldo ganado con mi trabajo, a mis 14 años. Lo adquirí en Gigante Mixcoac (cerca de ahí estaba la oficina donde laboraba yo de office boy). Todo sucedía en 1969, año en que apareció esta obra con la que se inició la leyenda de Page, Plant, Jones y Bonham.
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Published on March 28, 2019 17:32

March 25, 2019

Grandes discos de 1969: "Spooky Two" de Spooky Tooth


El segundo disco de un espléndido grupo sesentero hoy prácticamente olvidado. Gary Wright (gran voz), Mike Harrison y compañía hacían un rock blues con algunas dosis de psicodelia lleno de finura y a la vez con un sonido crudo y rasposo, extraña pero efectiva combinación. Su versión de "Evil Woman" no tiene parangón. Y aunque prefiero su álbum The Last Puff , de 1970, este Spooky Two del 69 no deja de ser un estupendo trabajo que está cumpliendo 50 años.
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Published on March 25, 2019 15:46

March 24, 2019

Grandes discos de 1969: "Concerto for Group and Orchestra" de Deep Purple


Deep Purple y su discutible pero interesante incursión en la música sinfónica. Jon Lord en plan de músico culto. Era 1969, hace medio siglo ya. Discográficamente, un objeto de culto.
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Published on March 24, 2019 22:04

March 23, 2019

Cámara húngara: El humorismo en los tiempos de la 4T

Llevamos casi cuatro meses de gobierno lopezobradorista (nueve, si contamos a partir del 1 de julio de 2018, fecha en la que AMLO empezó a gobernar de facto) y entre quienes hacen humor político (desde cartonistas y editorialistas hasta youtuberos y estandoperos) las cosas han cambiado de manera por lo menos curiosa.
  Hoy, quienes profesaban una posición pretendidamente crítica y despiadada contra el poder son los principales defensores de ese poder; ahora que es su Mesías quien lo ostenta, se han vuelto mansos, obedientes a los dictados del Señor Presidente (así, con mayúscula), a quien defienden a capa y espada y no osan tocar ni con el pétalo de una ligera insinuación crítica (como en los tiempos de Díaz Ordaz y Echeverría). En una palabra (bueno, en tres): se volvieron oficialistas (o en términos que ellos antes utilizaban: chayoteros).
  De ese modo, los caricaturistas de La Jornada (con la honrosísima excepción del gran Magú, desde siempre el mejor de todos ellos), Proceso y otros medios afines hacen malabarismos y dan maromas extremas para justificar a su líder y seguir atacando a esa mítica mafia en el poder a la que tanto alude el presidente, aunque no tenga pudores a la hora de acudir a la casa del vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez, uno de los más conspicuos integrantes de tal "mafia", a fin de cenar de la manera más fifí ni más ni menos que con el yerno de Donald Trump. Es una lástima que tan buenos dibujantes (Hernández posee un lápiz extraordinario y en lo personal me cae muy bien) tengan que mostrarse tan evidentemente serviles con el jefe del poder ejecutivo y su partido. La manera como han perdido el filo (y esto incluye a una leyenda como Helio Flores) resulta triste y decepcionante. Todo sea por “La Causa”.
  Lo mismo sucede con algunos columnistas que empleaban el humor y la ironía como elemento principal de sus textos y que son una triste caricatura de lo que alguna vez fueron. Lo lamento, porque conozco personalmente a algunos de ellos y hoy no hacen reír ni a sus fans más aferrados, con esa tan obvia manera de ponerse de tapete para congraciarse con el gran tlatoani.
  Sabemos que al presidente López Obrador el único humor que le gusta es el que él mismo cree tener, con sus chistoretes mañaneros de los que solamente él y sus cortesanos se ríen. Es claro que cuando está dirigido contra su persona, el humor crítico no lo tolera y por ello acusa a grandes y agudos cartonistas como Calderón, de Reforma , quien siempre da en el blanco, de ser “el caricaturista de la derecha”.
  En YouTube sucede algo parecido con gente como Brozo o Chumel Torres, acusados de "vendidos". Hay en cambio todo un equipo de youtuberos –encabezados por un tipillo impresentable que se hace llamar “El Chapucero”, muy loado por John Ackerman y Julio Hernandez–, que se dedica a atacar a “la derecha conservadora” y a venerar a AMLO de un modo vergonzoso. Su pretendido humorismo resulta tan patético que sólo provoca penita.
  Sin embargo, la famosa Cuarta Transformación (cualquier cosa que eso signifique) no logrará erradicar el humor crítico y la ironía inteligente. Además de los ya mencionados Brozo, Chumel Torres y Calderón, están Gil Gamés, Antonio Garci, Alarcón, Rictus, Iracheta, el propio Magú y seguramente irán apareciendo más, conforme el sexenio vaya avanzando. Con todas las pifias que a diario surgen desde el gobierno y muchos de sus representantes (secretarios, legisladores, etcétera), es una pena que los antiguos humoristas, con todo su innegable talento, no lo aprovechen para alimentar sus columnas o sus caricaturas y desperdicien a personajes tan delirantes como el senador Guadiana o la senadora Jesusa Rodríguez, para sólo poner un par de ejemplos recientes. Pienso que en el fondo se mueren de ganas de hacerlo, pero no se atreven porque temen ser considerados como traidores, conservadores y fifís. Ya sabemos que si algo tienen es un terror pavoroso a despertar la ira de don Peje y su finísima piel de jarrito de Tlaquepaque. Por eso prefieren olvidar el viejo espíritu cuestionador y escribirle desilusionantes loas con frases aduladoras y sumisas como “Yo te AMLO”.
  El humor crítico es herejía en los tiempos de la 4T. Sólo esperemos que no surja una Santa Inquisición que lo persiga y lo anatematice.
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Published on March 23, 2019 21:39

March 21, 2019

Atento aviso

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Published on March 21, 2019 18:00

Belafonte es piedra

Pocos grupos en el rock nacional tan auténticos como Belafonte Sensacional. Pocos tan genuinamente rocanroleros (sí, ese es el término). Porque sin renunciar a las tendencias musicales de este tiempo, en el que la fusión de diversas músicas se amalgama para crear un sonido determinado, el grupo tampoco olvida los orígenes del rock y que este no se dio por generación espontánea.
  Hay grupos que responden a una aspiración colectiva y otros que responden al liderato de un solo creador, quien normalmente escribe todo el material y funge como front man. En primera instancia, podríamos suponer que Belafonte Sensacional pertenece al segundo caso, ya que tiene un líder (Israel Ramírez), quien compone todas las canciones y desempeña el rol de primera voz y hombre al frente, tanto en el escenario como a la hora de dar entrevistas y hablar por el grupo. No obstante, se trata también de un colectivo, un colectivo mutable (han entrado y salido algunos integrantes a lo largo de la historia del grupo), pero que mantiene una estructura de cooperación sólida (por ejemplo en la hechura de los arreglos instrumentales) y una columna vertebral que más o menos ha permanecido estable.
  En 2014, la agrupación grabó su primer larga duración, el estupendo Gazapo , un disco lleno de frescura en el que las influencias musicales –lo mismo de Bob Dylan, Lou Reed y Bruce Springsteen que de Rockdrigo González, Roberto González y Jaime López– son eufóricamente notorias (antes, en 2010, había grabado el EP Petit Riot) .
  Cinco años más tarde, luego de pasar por el EP Destroy (2017), Belafonte regresa con su trabajo discográfico más complejo, por completo diferente a su álbum debut.
  Soy piedra (2019) presenta once canciones más oscuras e introspectivas, quizás incluso un poco más herméticas en la poesía de sus letras. La producción es más cruda, más áspera, con paredes de sonido producidas sobre todo por las guitarras. Hay menos folk y más post rock, menos rock urbano y más shoegaze. Esto podemos notarlo desde el corte abridor (“Segundo caso de destreza juvenil”) y sus ecos lejanos de My Bloody Valentine. La estupenda y elegante “La noche total” es musicalmente como una mexicanización del brit pop à la Pulp, una pieza de austera belleza melódica que se queda en la mente desde que se le escucha por vez primera.
  Las raíces folkies de Israel Ramírez están presentes en “Las distancias”, muy a la manera del Dylan primigenio, pero grabada con un eco de casa vacía que le otorga una atmósfera mágica y misteriosa. En cambio, “No llores, cumbias” es una composición sui generis, llena de gracia, con un beat loureedeano seco y contagioso que poco o nada tiene que ver con las cumbias (¿afortunadamente?).
  “Marris” es una especie de blues cósmico (Janis Joplin dixit) deliciosamente callejonero y “Sácate a la carretera” un rock agresivo y denso, con una grande y explosiva  guitarra por parte de Julio Cárdenas (feedback incluido). En ambas está más que presente –no sé si voluntaria o involuntariamente– la sombra bienhechora de Jaime López.
  El bajo de Israel Pompa Alcalá presenta “Epic aris”, el octavo corte del disco, con la efectiva batería de Cristóbal Martínez a su lado, un marco rítmico que Israel Ramírez aprovecha para vocalizar casi experimentalmente, mientras la trompeta de Emmanuel García pasea y se entrelaza con las infecciosas armonías.
  “Resist All” (¡Resistol!) es un divertido rocanrol noisey que nos empieza a conducir rumbo al final del disco, el cual culmina con la punketera y delirante “Oh Shit! Oh Fuck!” y la muy belafontiana “K. en el abismo”, con sus lindos coritos angélicos finales.
  Soy piedra en un excelente disco, una muestra de primer orden de lo que pueden hacer el talento, la creatividad y el ingenio aplicados a la música. No importa que se le considere un grupo subterráneo o incluso marginal, no importa si jamás se le abren estelarmente las puertas del Teatro Metropolitan o del Auditorio Nacional (aunque nunca se sabe), Belafonte Sensacional (y lo he dicho desde que lo escuché por primera vez, hace poco más de un lustro) representa lo (muy) bueno que se puede hacer fuera de los asfixiantes forceps del rockcito convencional mexicano, más allá de los convencionalismos y los conveniencionismos (válgaseme la palabreja) que trata de imponer un mainstream cada vez más decadente y podrido.
  Belafonte es piedra… y sigue rodando.

(Publicado originalmente en mi columna "Plumas de caballo" del sitio Juguete Rabioso)
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Published on March 21, 2019 13:21

March 19, 2019

El globo del odio

Con sus acusaciones sin sustento de cada día, durante la misa de siete en Palacio Nacional, el presidente está inflando un globo de odio. Odio que inyecta en sus fanáticos, quienes se lanzan como perros de presa en contra de quienes señala su amo, por ahora tan sólo en las redes. Odio que crea en aquellos a los que acusa sin cesar, destruyendo sin piedad su reputación y su honra, sin aportar prueba alguna de sus condenas flamígeras. ¿Cuál es el fin de provocar tanto odio? ¿Qué gana con ello? No lo sé. Sólo sé que está inflando un globo de rencores que, tarde o temprano, podría reventarle en la cara. A él y al país.
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Published on March 19, 2019 18:49

March 17, 2019

Grandes discos de 1969: "Monster" de Steppenwolf


Uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos y del que casi nadie se acuerda (y en tiempos millennials se desconoce). Steppenwolf y un gran disco: Monster . Claro, de 1969.
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Published on March 17, 2019 19:00

March 16, 2019

Cámara húngara: El país hablado de López Obrador

Vivimos en un país virtual, un país de percepciones, un país hablado. Un país que es pronunciado cada mañana, desde el púlpito del salón de conferencias de Palacio Nacional, por la voz del presidente de la república. Un país que sólo existe en las palabras del mismo y en su capacidad para crear representaciones de una realidad ideal, de un México que sólo está en su mente y que, sin embargo, muchísimos mexicanos creen, con devoción religiosa, que es algo concreto y tangible, aunque no haya indicio alguno de esto más allá, precisamente, de la palabra presidencial elevada al rango de lo divino.
   Palabra mágica, palabra que decreta cosas y acciones sin que estas tengan asidero en la realidad real. El verbo encarnado en el presidente fabrica cotidianamente un país paralelo al que vivimos día con día, un país utópico para una mayoría esperanzada, pero distópico para un número creciente de escépticos. En ello se nos han ido estos primeros ciento y pico de días de nuevo gobierno.
   Pongamos un ejemplo: la famosa guerra contra el huachicol que tanto se ha proclamado como uno de los grandes logros de esos primeros cien días de gobierno lopezobradorista. ¿Existió tal guerra o fue tan sólo una ilusoria percepción en la que muchos creyeron? Me inclino por la segunda opción, ya que la dichosa guerra jamás se dio más allá de las palabras del presidente y algunos de sus subalternos. Todo indica que se trató de una gigantesca y un tanto burda estratagema para disfrazar la ineficiencia y el gran error que se cometió al no hacer las compras de gasolina que se hacían cada diciembre, a fin de mantener cubierta la demanda de combustible que se eleva siempre a finales de año y principios del siguiente. Como no se previó el asunto o sencillamente se le despreció, la gasolina escaseó y el gobierno se sacó de la manga esa “guerra” contra los huachicoleros que hizo que cerrara los ductos y el producto escaseara de manera dramática. La farsa no sólo produjo largas colas, disgustos de automovilistas, carestía y mercado negro, sino también la explosión de Tlahuelilpan, Hidalgo, que costó más de cien vidas. Aun así, mucha gente cayó en el garlito y creyó en la supuesta valentía presidencial al enfrentar a “la mafia del huachicol”. Por supuesto que no hubo un solo jefe de esa mafia detenido.
  Otro caso es el del combate a la corrupción, leit motiv principalísimo de la propuesta de Andrés Manuel López Obrador y promesa de campaña que le ganó quizá la mayor parte de los votos que lo llevaron a Palacio Nacional. Según esto, la corrupción desaparecería como por arte de magia y por generación espontánea a la llegada del de Macuspana a la silla presidencial y esto generaría los recursos suficientes para cubrir todos sus programas sociales. Sin embargo, hasta ahora no ha ofrecido un solo resultado concreto al respecto, no hay solo corrupto en la cárcel y todo se ha quedado en retórica vacía pronunciada desde las conferencias mañaneras. Muchas amenazas, incluso contra personas determinadas, pero la cosa no ha pasado de ahí. Otra muestra del país hablado de López Obrador.
   Pero está bien, no seré maniqueo. Hay otras situaciones en las que el gobierno lopezobradoista ha ido más allá de la labia y nos ha ofrecido hechos concretos que nada tienen que ver con percepciones virtuales. Por desgracia, se trata de situaciones lamentables; las más recientes, la elección de Yasmín Esquivel, la tristemente célebre “ministra contratista”, como integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con lo que empieza a operar el plan para doblegar al Poder Judicial y ponerlo al servicio del Ejecutivo, y la aprobación, por parte de la cámara baja (nunca mejor utilizado el término) de la revocación de mandato, con lo que se abre la puerta a la posible reelección del Gran Tlatoani en 2024. En estos dos casos, habría sido mejor que todo quedara en meras habladurías.
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Published on March 16, 2019 19:00

March 14, 2019

Tabú

El tema de la reelección presidencial es más que un tabú en la historia de México y va más allá de la política. El último que lo intentó fue Álvaro Obregón y todos sabemos de qué manera terminó aquello, hace 90 años y ocho meses. Jugar con fuego es peligroso. Jugar con la tentación de reelegirse es más peligroso aún. La soberbia los está llevando demasiado lejos. Deberían bajarle dos rayitas a su triunfalismo. Pero no lo harán y en el pecado llevarán la penitencia.
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Published on March 14, 2019 20:53

Hugo García Michel's Blog

Hugo García Michel
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