Hugo García Michel's Blog, page 184
June 9, 2016
Cinco esquinas
Terminé esta, la más reciente novela de Mario Vargas Llosa, de la que había leído algunas reseñas muy favorables. No diré que el libro me decepcionó o que me pareció malo. Sin embargo, no es lo que yo esperaba de una pluma como la del peruano y no creo que se pueda comparar con obras maestras suyas como La ciudad y los perros, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo o incluso Pantaleón y las visitadoras, novelas que en su momento me deslumbraron por su estilo narrativo, ese mismo estilo narrativo que eché en falta en Cinco esquinas (Alfaguara, 2016).Porque no puedo entender cómo es que alguien que siempre privilegio el buen estilo literario y que incluso tiene un libro portentoso como La orgía perpetua, en el que analiza a fondo la Madame Bovary de Gustave Flaubert, pueda caer en una escritura más bien facilista y en ocasiones descuidada, aunque, eso sí, el relato me atrapó y su ritmo vertiginoso me llevó a leerlo de principio a fin.
La historia de un chantaje a un alto empresario peruano, en la temible época en que Alberto Fujimori era amo y señor del país andino, mientras por todos lados había secuestros y atentados terroristas por parte de Sendero Luminoso y otros grupos subversivos, son la anécdota central y el escenario en que se desarrolla la trama de Cinco Esquinas. Hay varias historias alternas que enriquecen el relato y lo hacen cada vez más interesante conforme el libro avanza. Los personajes son vivos y creíbles, tanto el chantajista Rolando Garro, director de la revista sensacionalista Destapes, como su mano derecha, la reportera amarillista apodada La Retaquita (quizás el personaje más logrado de la novela), lo mismo que el chantajeado Enrique Cárdenas (empresario de altísimos vuelos), su amigo más cercano, el abogado Luciano Casasbellas, y las mujeres de ambos (Chabela y Marisa). También hay que destacar al infortunado Juan Peinetas y, muy especialmente, al siniestro Doctor, verdadero poder tras el trono de Fujimori.
La trama, pues, es muy buena. Mis objeciones se encuentran en la forma de repente descuidada en que está escrita.
Un ejemplo: en algún momento, uno de los personajes desaparece y sus empleados temen que le haya pasado algo. Reunidos en una oficina, convienen en ir a comer, para despejarse un poco, y volver para verse a las cuatro. Son las dos y media y Retaquita va a su casa, en un trayecto que le lleva una hora. Es decir, que llega a su casa a las tres y media. Decide tomar una siesta de una hora y al despertar, lógicamente son las cuatro y media. Lejos de alarmarse porque se le hizo tarde, regresa a la oficina (otra hora de camino) para llegar a las cinco y media. Eso es lo que uno cree. Sin embargo, Vargas Llosa dice que son ¡las cuatro! Parecería una pecata minuta, pero es un descuido imperdonable para un literato de tan altos vuelos.
Otro problema de estilo está en las descripciones de las escenas de sexo, ya sea las de amor lésbico entre Chabela y Marisa, el trío que hacen con Enrique o las imágenes de la orgía que desata el chantaje. Son muy obvias y descriptivas, no hay elegancia en ellas, el erotismo que debía campear está ausente. Ni siquiera resultan pornográficas. Son simplonas y en absoluto excitantes o provocadoras.
Con todo, es una novela que hay que leer. O no.
Published on June 09, 2016 20:00
June 8, 2016
Novela enviada
Luego de darle una última revisión, hoy mandé a la editorial mi más reciente novela, la que escribí basada en la biografía de mi abuelo, el diputado constituyente Emiliano Celso García Estrella. No revelaré el título ni la casa editora. Espero que guste y que se apruebe su edición. Confío en la ayuda de mi propio abuelo, desde donde esté, para que el libro aparezca antes de febrero próximo.
Published on June 08, 2016 12:30
June 7, 2016
De Antony a ANOHNI
Hace un par de semanas, fue noticia la reunión en Los Pinos entre el presidente Peña Nieto y la comunidad LGBTTTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales, Transgénero e Intersexuales) y el reconocimiento de los derechos de estos grupos.No deja de ser una feliz coincidencia que, a manera de banda sonora de este hecho, aparezca casi simultáneamente el nuevo disco de quien fuera el cantante, músico y compositor Antony Hegarty, líder del excelente proyecto Antony and the Johnsons, transformado hoy día en una generosa mujer llamada ANOHNI.
Hopelessness (Secretly Canadian, 2016) es el título del flamante álbum de esta ahora británica y en el mismo se refleja la transformación no sólo física, mental y emocional sino sobre todo musical de la artista.
Lo que con Antony eran canciones dulces y/o tristes, con instrumentaciones más o menos convencionales (aunque espléndidas) que iban de lo minimalista a lo suntuosamente orquestal, con ANOHNI se ha tornado en temas más desafiantes y desgarrados, con recursos instrumentales que tienen más que ver con la electrónica y con las herramientas sonoras que brindan los estudios de grabación.
En lo que sí coinciden ambos personajes es en su tendencia al dramatismo y a la belleza, vista ésta desde su lado más profundo. Para ello, la grande y expresiva voz de la hoy cantante resulta perfecta y se refleja en esta colección de once temas cuyas letras tocan asuntos lo mismo ecológicos que políticos, lo mismo pacifistas que de crítica social.
Musicalmente, las instrumentaciones son frías y en momentos hasta agresivas, con atmósferas inquietantes, creadas con la ayuda de los productores Hudson Mohawke y Oneohtrix Point Never (juro que así se llaman, al menos en la grabación).
Las canciones son en general demandantes e incluso amargas, aunque dos de ellas (”Crisis” y la homónima “Hopelessness”) se abren a la posibilidad de la ternura y la compasión.
Una obra apasionada y apasionante, poderosa y con la protesta a flor de piel. Un disco que es casi un manifiesto, pero que evita el panfleto y mantiene una calidad artística incuestionable.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)
Published on June 07, 2016 20:30
June 6, 2016
El Bosco
Hoy se presenta a los medios el documental "El Bosco. El jardín de los sueños", que se estrena el 9junio #ExpoBoscohttps://t.co/wZMnAmv1Yf— Museo del Prado (@museodelprado) 6 de junio de 2016
Published on June 06, 2016 02:10
June 5, 2016
Futbol con mi mamá
Como mi hermana Ivette anda fuera de México, estuve yendo estos tres días a cuidar a mi mamá para que no estuviera sola y para ver que comiera y cenara. Dado que prácticamente ya no oye, es muy difícil platicar con ella (debemos usar un pizarroncito para que entienda lo que se le dice). Entonces, la televisión ha sido un medio para entretenerla, sobre todo el canal Animal Planet que le divierte mucho.Anoche se me ocurrió cambiarle a la Copa América mientras mi madre iba a la cocina y al regresar, le dije que iba a ponerle de nuevo el canal de los animales, pero ella me dijo que no, que le dejara al fut, que le gustaba, cosa de la que yo francamente no me acordaba. Por eso hoy vi con ella el partido de México contra Uruguay, completito, y hasta se emocionó con los goles. Me preguntaba de cuál color jugaba México y no perdía detalle. Fue muy divertido que a sus 94 años la pasara tan bien con el encuentro.
Ya más noche, hablé con mi hermana Myrna para contarle y ella sí se acordaba del gusto futbolero de nuestra progenitora: "acuérdate que iba con mi papá al estadio y que siempre le fue al Guadalajara", me dijo. Yo no lo recuerdo, pero Myrna tiene una memoria impresionante, así que le creo todo.
Qué buen domingo (porque además ganó México).
Published on June 05, 2016 21:02
June 4, 2016
Las posibilidades del neoodio
Escribía en mi columna anterior acerca de ese nuevo odio que, a partir de las elecciones de 2006, se ha engendrado entre los mexicanos y nos ha dividido prácticamente en dos bandos inconciliables. El surgimiento de ese neoodio que hoy se palpa sobre todo en la política, los medios y las redes sociales no fue gratuito y espontáneo. De hecho pareció ser inducido, como si formara parte de una estrategia que buscaba –que busca– sacar raja del hecho de que desconfiemos y nos miremos con rencor unos a otros.Dos acontecimientos recientes vienen a confirmar esto. Primero, el desconocimiento (con una sarta de improperios incluida) de su propio hermano, Arturo, por parte de Andrés Manuel López Obrador, debido a que aquél no se pliega a lo que éste decreta. Esta ruptura fraterna fue un espectáculo tan patético como revelador.
El otro hecho de neoodio lo protagonizaron los grupos neofascistas chiapanecos identificados con la CNTE que vejaron, humillaron y raparon a seis indefensos trabajadores de la educación, entre ellos dos mujeres de edad, sin que nada ni nadie los detuviera, en un acto que recuerda al nazismo y sus primeras acciones contra los grupos judíos en la Alemania inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Estamos ante un odio que corrompe al tejido social y lo vuelve vulnerable. Un rencor visceral que apela a la violencia ciega y maniquea y la justifica con sinrazones basadas en la mala situación del país, al tiempo que se sabotea cualquier reforma o medida que busque mejorar dicha situación. Los odiadores no buscan el bienestar de las mayorías empobrecidas, tampoco el mejoramiento de sus condiciones de vida. Sólo pretenden llevar agua a su molino en un afán obsesivo, vengativo y enfermizo por hacerse del poder.
¿A quiénes conviene esta corrupción ética y moral, tanto o más grave, por profunda, que la otra corrupción, es decir, la de los dineros? ¿Quiénes intentan sacar provecho político del divisionismo y el fomento de este nuevo odio? ¿Quiénes piensan que entre más rencor exista entre los mexicanos, mejor será para conseguir sus egocéntricos fines?
La respuesta resulta tan obvia que se cuenta sola.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
Published on June 04, 2016 17:00
June 3, 2016
Russell
Terminé de leer esta estupenda biografía de Bertrand Russell, escrita por Ronald Clark y editada por Salvat en 1985. Se trata de un libro tan ameno como revelador de la personalidad de una de las más grandes inteligencias que ha dado la humanidad, un personaje extraordinariamente rico desde los más diversos puntos de vista: el filosófico, el matemático, el político, el pacifista, el educativo y hasta el sexual y sentimental.Noventa y ocho años vivió este singular pensador británico, amigo de Albert Einstein, D.H. Lawrence, T.S. Elliot y Ludwig Wittgenstein, entre otros. Su muy activa y militante vida es aquí narrada con soltura y hasta con destellos de buen sentido del humor que nos llegan a presentar al Russell casanova y donjuanesco que solía caer embelesado ante las muchas mujeres que conocía. No en balde se casó cuatro o cinco veces a lo largo de su fructífera vida.
Gran contribuyente de las teorías matemáticas y filosóficas de su tiempo, a las que revolucionó, era capaz de escribir y opinar sobre cualquier tema, siempre con brillantez y con una enorme capacidad para la provocación intelectual, lo cual le acarreó miles de admiradores y miles de detractores.
Agnóstico, anticomunista, pacifista, luchador contra los totalitarismos y la proliferación de armas nucleares, falleció luego de dictar una conferencia. Su brillantez no lo abandonó siquiera poco antes de morir, en 1970.
Una biografía ejemplar.
Published on June 03, 2016 17:17
June 2, 2016
Brian Eno y el deseo de navegar
Existen muy pocos músicos, si es que los hay aún, que tras más de cuatro décadas de hacer discos –como parte de un grupo, como solistas, como productores, como arreglistas–, aún sientan la necesidad de retarse a sí mismos y traten de realizar algo diferente a todo lo que han hecho con anterioridad. Brian Eno es uno de ellos..., si no es que el único.El multiinstrumentista y compositor nacido en Suffolk, Inglaterra, en 1948 (acaba de cumplir 68 años el pasado 15 de mayo), decidió cambiar todos sus paradigmas y buscar la creación de algo nuevo, de algo que antes jamás había intentado. El resultado de esta determinación es el flamante álbum The Ship (Warp Records, 2016).
“Quise hacer un disco de canciones que no estuviesen basadas en las estructuras rítmicas y armónicas tradicionales, sino que dieran la suficiente libertad a las voces cantadas para flotar por encima de la música y gozar de su propio tiempo y su propio espacio, como partes independientes de un paisaje”, explicó hace poco el antiguo integrante de Roxy Music. Para ello, compuso cuatro canciones, dos de ellas muy largas, que fluyen como él lo pretendió, a lo largo de casi cincuenta minutos.
La idea conceptual y temática del disco proviene de mucho tiempo atrás y nació cuando Eno trabajo como productor de su amigo, el percusionista Gavin Bryars, en el disco Sinking of the Titanic, de 1977. De ahí se le quedó en la mente la historia de aquel malogrado trasatlántico y le llevó casi cuarenta años hacer algo con ella.
El de Bryars era un disco de música folk y lo que ha hecho ahora Eno nada tiene que ver con ello. De hecho, la idea de este nuevo trabajo lo ha llevado de regreso al ambient, algo en lo que no incursionaba desde su excelente álbum Lux de 2012.
The Ship está dividido en dos partes. El track homónimo, de 21 minutos de duración (una reflexión minimalista sobre el hundimiento del Titanic), y la composición “Fickle Sun”, de 26 minutos, dividida en tres partes (o tres canciones).
“The Ship” es una composición autocontenida, misteriosa, fascinantemente monótona e hipnótica, apoyada en el uso de sintetizadores y sampleos que nos van metiendo poco a poco en una atmósfera neblinosa y nocturnal, necesariamente oscura. Eno incorpora su voz, intencionalmente grave (muy grave, con tonos bajísimos), cuando la pieza lleva ya seis minutos, y lo hace sobre dos acordes que se repiten ad infinitum (“The Ship was from the willing land / The waves about it roll / and as a glow by powder band / We lift, we loot, we haul”) al tiempo que va añadiendo, con elegancia y discreción, diversos sonidos que incluyen desde cuerdas sintetizadas hasta voces fantasmales tomadas de viejas transmisiones radiofónicas y desde una segunda voz femenina hasta un coro de sirenas interpretado por el grupo vocal femenino The Elgin Marvels. La pieza sumerge al escucha en el uniforme avanzar del gran trasatlántico, su paso por las olas, su lento transcurrir oceánico y su trágico final, todo sin alteraciones, manteniendo siempre una uniformidad sonora que vuelve tan desesperante como fascinante, tan angustiante como cautivadora, la historia del naufragio. Eno nos sitúa en ese ambiente marino y helado, nos hunde auditiva y casi literalmente en las aguas del Atlántico Norte, nos hace sentir como si fuésemos una de las víctimas del naufragio y escucháramos desde el fondo del océano todos esos sonidos inquietantes.
Por lo que toca a “Fickle Sun”, con una primera parte de 18 minutos de duración, estamos ante una obra más siniestra y tensa aún, oscura, muy emparentada con el gótico y la música doom. Aquí también, Brian Eno canta, pero lo hace con menos monotonía y más intención dramática, mientras que lo ambient nos rodea y borda incluso las orillas del rock progresivo, como escuchamos en la primera parte del tema, con algunos acordes pesadísimos, cercanos a lo orquestal, y que aparentan el golpeteo de grandes láminas metálicas, mientras un órgano tétrico mantiene un larguísimo continuo o esas voces que parecen provenir de un negro y profundo más allá. En una segunda y breve sección, con el subtítulo “The Hour Is Thin”, el actor Peter Serafinowicz lee un relato poético, acompañado por un piano solitario, mientras que en la tercera Eno retoma con enorme respeto un hermoso y triste tema escrito por Lou Reed para el álbum The Velvet Underground, editado en 1969: “I’m Set Free”. El ambient se desvanece y da pie a una melodía de rock pop con tintes folkies y con una instrumentación que incluye teclados, violín, viola, guitarra y batería. Las armonías vocales son de una hermosura conmovedora y dan al disco una conclusión esperanzadora que contrasta con su dramático inicio.
Vaya manera que eligió Brian Eno para celebrar sus 68 años de vida, con una obra impresionante y majestuosa.
(Publicado hoy en "El ángel exterminador" de Milenio Diario)
Published on June 02, 2016 19:19
June 1, 2016
Blues de verano (o sobre el eclecticismo musical de los millenials)
¿Qué tan importante es la historia de la música y en especial del rock? ¿No basta con disfrutarla sin más? ¿No es suficiente con escucharla y, en todo caso, saber quién la interpreta y ya? ¿Por qué demonios tenemos qué saber que determinada canción o cierto disco forman parte del historial de un grupo o solista, que este o aquel pertenecen a determinado movimiento, el cual se deriva de otros movimientos que pertenecen a un género equis? ¿Es útil saberlo? ¿Para qué? ¿En qué me puede enriquecer eso si lo que me importa es oír mis piezas favoritas sin el menor contexto, sin tener que llevarlas al aburrido campo de la historia, así se trate de la historia del rock?De ese modo parecen reflexionar cada vez más las nuevas generaciones de escuchas, a quienes el uso de la música por medios digitales se ha encargado de descontextualizar de tal modo que lo mismo les da poner una balada pop seguida de un hip-hop, para de ahí saltar a una cumbia y terminar con algo de post-punk. Por supuesto, sin saber cosa alguna de cada género y prácticamente sin distinguirlos entre sí, al fin que "todo es música".
¿Es esta manera, tan millenial, de oír la música algo bueno o algo malo? No lo sé a ciencia cierta, aunque para mí, un tipo nacido en la década de los cincuenta del siglo pasado, con una forma de escuchar discos tan distinta a como se escuchan hoy, resulte muy desconcertante y, sí, lamentable.
Hace unas semanas, mi querido amigo (mío y de esta casa editorial) Juan Carlos Hidalgo me pasaba por inbox diversos videos de YouTube con distintas agrupaciones de diferentes partes del mundo. Sé que lo hacía con la mejor de las intenciones, como para romper mi cerrazón ante ciertos tipos de música, pero no lo logró y al final desistió. Me puso, por ejemplo, a un grupo llamado Las Chamanas como la gran novedad y le dije que me resultaba de flojerita. “Suena todo sufrido, con ese sonido a lo Pasteles Verdes o los Temerarios, sin una pizca, así sea mínima, de rock”, le escribí. Insistió con una banda proveniente de Dinamarca, llamada Giant Giant Sand, que canta un tema llamado “Cariñito” (?). ¿Daneses que tocan ska andino al estilo de la Tigresa de Oriente? ¡Bueeeeno...!
Como no daba mi brazo a torcer, el buen Juan Carlos me mandó videos de un inenarrable grupo de garage peruano (Los Saicos) y otro en el que un quinteto quizá gringo (Chicha Libre) destroza “Guns of Brixton” de The Clash al convertirlo ¡en una cumbia! Como intento final, me pasó tres videíllos de una terrible agrupación mexicana llamada (of all names) Pellejos. Le contesté: “Los videos son espantosos, la voz horrenda, la letra muy malita”. No sé por qué mi estimado cuate pensó que alguna de aquellas propuestas me gustaría, pero aunque le expresé mi admiración por su vocación de arqueólogo y sociólogo de la música, tuve que decirle que no me podía imaginar a mí mismo escuchando un disco o presenciando un concierto de cualquiera de esas cosas.
Pero regreso a mi planeamiento inicial. ¿Podemos prescindir de la historia de la música en general y del rock en particular? De poder, sí podemos. Sin embargo, creo que al conocer el surgimiento y desarrollo de los muchos géneros y subgéneros musicales y al ubicarlos en sus contextos históricos, podremos enriquecer nuestra visión (y nuestra audición) de ellos. Aislar a la música, enajenarla, descontextualizarla, decretar el fin de su historia (Francis Fukuyama dixit) es una mala idea. El arte y la cultura siguen siendo valiosos, a pesar de los tiempos que vivimos. De este summertime blues.
PD aclaratoria: Juan Carlos Hidalgo no es ni por asomo un millenial o alguien que reniegue de la historia de la música. No obstante, la divertida y curiosa selección de videos que me hizo llegar fue un buen motivo para escribir mi columna de este mes.
(Texto publicado este mes en mi columna "Bajo presupuesto" de la revista Marvin)
Published on June 01, 2016 15:32
May 31, 2016
Juanga Clearwater Revival
Gran alboroto provocó, a lo largo de la semana pasada, la publicación en redes sociales de un video en el cual Juan Gabriel interpreta una versión asombrosa del clásico de John Fogerty “Have You Ever Seen the Rain”.Digo que es asombrosa porque el cover del famoso Juanga es de un cutre y de una chafez que provocan pena ajena (aunque, no menos asombrosamente, el sector hipster lo defendió como si fuese una joya de la más alta calidad musical).
Se trata, por si fuera poco, de un adelanto de lo que será un disco-tributo a Creedence Clearwater Revival, el cuarteto californiano sesentero popularmente conocido en México como “Los Cridens”. El atentado promete ser mayúsculo, porque entre los participantes en este “homenaje” a las composiciones de Fogerty (llamado -es en serio- Quiero Creedence) se encuentran nada menos que Enrique Bunbury, Juanes, El Tri, Los Enanitos Verdes y ese grupo de estilo (es un decir) inenarrable que es Enjambre.
Pero de vuelta a la canción de marras que Juan Gabriel rebautizó (of all names) como “Gracias al sol”, nos encontramos con una cosa chillante y plena de humor involuntario (aunque un humor involuntario que -vaya paradoja- no hace reír), en la que la música es ejecutada (literalmente) de manera casi idéntica a la de la versión de 1967, mientras que la letra fue cambiada y trastocada por otra que roza los límites de la estulticia (“Ahora no, no ha llovido el día de hoy / ahora no, no hace frío ni calor / Hace buen tiempo, gracias al sol), sin el menor respeto por lo que decía la original, en la que Fogerty realizaba una reflexión existencial y simbólica, al comparar una vida triste con el hecho de que llueva en día soleado.
Esta manía de hacer tributos parecía haber disminuido. Esperemos que no surja una nueva oleada de la que sean víctimas otros “homenajeados”. Por lo pronto, lo conmino, querido lector, a que acuda a los originales y escuche o vuelva a escuchar la estupenda música de John Fogerty (porque Creedence Clearwater Revival era él) y se evite el sonrojo de oír covers tan lamentables como éste.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡Hey! de Milenio Diario)
Published on May 31, 2016 20:00
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