Hugo García Michel's Blog, page 169
November 6, 2016
Sad and blue sunday
Una canción de M. Ward ("Sad, Sad Song") y otra de Mint Royale ("Blue song") para este domingo tristón (no contaré los porqués). Las canciones de hecho no suenan tan tristes, quizá para decirme que finalmente no fue un día tan jodido como lo viví en momentos. Yo qué sé (por sí las dudas, añado "Gloomy Sunday" con Billie Holiday que sí es tristísima... o más o menos).
Published on November 06, 2016 17:45
November 5, 2016
Tres días
Dentro de tres días, el mundo sabrá quién es el nuevo presidente de los Estados Unidos. Como pocas veces, el destino de la humanidad y del planeta estará en manos del que resulte vencedor en la contienda entre Hillary Clinton y Donald Trump, una mala candidata demócrata y un todavía peor candidato republicano.Las encuestas se encuentran muy parejas –dicen que existe un empate técnico–, mas dado el singular modo como se resuelven las elecciones estadounidenses, en las que el voto popular cuenta de manera muy relativa y todo lo deciden los estados de la Unión (algunos mucho más influyentes que otros; es decir, no es lo mismo Maine que California o Texas), lo más probable es que a final de cuentas la balanza se incline del lado de Clinton y todo lo que ella representa (que es menos malo que todo lo que representa Trump). Así pues, a menos que ocurra algo extraordinario y en verdad estrambótico, la amenaza que representa el republicano para la economía y la paz del mundo quedará atrás y el mal sueño se desvanecerá como humo en la aire.
En México, casi todos apostamos por Hillary, a pesar de que muy posiblemente se sienta ofendida con nosotros, debido a la famosa visita de su rival a la casa presidencial de Los Pinos. ¿Nos lo hará pagar si gana los comicios del martes próximo? Es muy posible que sí, aunque nada que ver con las amenazas antimexicanas del energúmeno de la cabellera amarilla y la piel anaranjada. Quizá Clinton centre su desquite en el PRI y apoye en 2018 al PAN, con quien parece tener una buena relación.
Ahora, si sucediera el horror de una victoria de Trump, ¿éste a quién apoyaría? ¿Acaso al que más se le parece en aquello de despotricar contra las instituciones y anticipar trampas electorales y complots en su contra? Mejor ni siquiera imaginarlo. Dos populistas en las presidencias de los Estados Unidos y México sería la peor de los pesadillas.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
Published on November 05, 2016 21:49
November 4, 2016
Roger McGuinn / Back from Rio (1991)
El ex jefe de los Byrds se rodeó de musicazos como David Crosby, Chris Hillman, Tom Petty, Elvis Costello y Dave Stewart para realizar este gran álbum de rock country, en el cual su voz y su Rickenbacker de doce cuerdas resuenan tan esplendorosas como en las viejas épocas sesenteras en que era el Mr. Spaceman de la Costa Oeste.Mejor tema: “Suddenly Blue”
Published on November 04, 2016 17:57
November 3, 2016
Te odio porque te amo
Te odio porque yo me había hecho el inflexiblepropósito de no volver a enamorarme.
Te amo porque tú lograste que de nueva cuenta mi
corazón vibrara de emoción y sintiera lo que los
cursis llaman las mariposas en el estómago.
Te odio porque yo había decidido tener una pléyade de
amantes con quienes acostarme y tener sexo y no
comprometerme seriamente con una sola de ellas.
Te amo porque he perdido cualquier interés por
repartirme entre dos o tres o cincuenta amantes y la
única amante que quiero y que me importa es una que
lleva tu nombre y es idéntica a ti.
Te odio porque me encargué de escribir y lanzar
teorías acerca de la mejor manera de amar sin
sufrimientos, sin afanes de apropiación y sin poner en
riesgo al corazón.
Te amo porque creo que contigo es posible amar sin
sufrimientos, sin afanes de apropiación y con la
motivación de arriesgarlo todo sin miedos y sin
contemplaciones.
Te odio porque en cosa de días hiciste polvo las
certezas contra el enamoramiento que había construido
a lo largo de años de padecer cualquiera cantidad de
males sentimentales.
Te amo porque al hacer polvo mis certezas, me
devolviste la fe en el hecho de enamorame y
transformaste esos males en bienes.
Te odio porque diluiste mi convicción de que al fin
había alcanzado la madurez sentimental y al fin podría
ser feliz sin estar atado amorosamente a una sola
mujer.
Te amo porque me hiciste ver que sigo siendo capaz de
enloquecer de amor por una sola mujer, como un
adolescente inmaduro, espontáneo y vulnerable… pero
feliz.
Te odio por haber aparecido en mi vida cuando estaba
inaugurando una época de lujuria, excesos y disfrutes
carnales con muchas mujeres.
Te amo porque apareciste en mi vida para infundirme
esas sensaciones exultantes y maravillosas que puede
dar una época de lujuria, excesos y disfrutes
carnales… con una sola mujer.
Te odio por haber vulnerado todas mis defensas y
haberme dejado en la más absoluta indefensión.
Te amo por haberlas vulnerado y haberme dejado en esa
indefensión en la que puedes hacer de mí lo que se te
antoje.
Te odio porque me quitaste el miedo a volver a tener
miedo.
Te odio por todo lo que te amo.
Te amo por todo lo que te odio.
Te odio porque te amo.
Te amo porque te odio.
(¿Poema? que escribí el 14 de enero de 2007 y con el que me acabo de topar un tanto accidentalmente. Se lo escribí a Gabriela, a quien llamaba Gab).
Published on November 03, 2016 22:04
November 2, 2016
AC/DC
AC/DC es una de las agrupaciones más coherentes de la historia del rock y ese es uno de sus principales méritos. Su congruencia queda clara cuando uno revisa su discografía y descubre que en sus cerca de veinte discos no existe un solo tema que pudiera ser confundido con una balada. Ni por asomo. Al contrario de prácticamente todos los grupos que hacen rock duro y/o hevy metal, el quinteto australiano jamás cayó en la debilidad de hacer cancioncitas blandengues y melodiosas, de esas que sirven para que en los conciertos el público saque sus encendedores o balancee los brazos en todo lo alto. No. La música de AC/DC ha sido de alto octanage desde su primer álbum hasta el más reciente. Es una banda que nunca ha dado concesiones y no se ha preocupado por mostrar una imagen correcta. Angus Young y compañía son guarros y no tratan de disimularlo. Con un extraordinario sentido del humor, se burlan de todo y de todos, pero en especial de sí mismos. Nada se toman en serio, salvo el hecho fundamental de hacer e interpretar el mejor rock and roll, el más estruendoso y rudo. Porque hay que aclarar un equívoco que coloca al grupo siempre entre los exponentes del metal: lo que hace AC/DC es simple y sencillamente rock duro. Musical y letrísticamente, su propuesta está bastante alejada de la de las agrupaciones heavymetaleras. Rock felizmente sólido y directo, fruto de la entraña, del sudor, del aliento alcohólico, de las dentaduras podridas, de la fealdad, del machismo más jocoso y desafiante. Es un rock muy poco apto para sensibilidades exquisitas. Es un rock deliciosamente burdo, rudimentario, ríspido, pero ejecutado con un talento incomensurable. En AC/DC ha vivido siempre el espíritu primigenio del rock and roll, su esencia, su raíz. Con sus altas y sus bajas, ha tenido la capacidad de mantenerse fiel a su propuesta original. Me equivoqué al principio de estas breves consideraciones introductorias: no se trata de una de las agrupaciones más coherentes de la historia del rock. Es la más coherente de todas. For those about to rock (We salute you).
(Publicado originalmente en el Especial de La Mosca en la Pared No. 38, de marzo de 2007. El texto lo escribí a manera de prólogo).
Published on November 02, 2016 19:22
November 1, 2016
¿Quién es Greg Holden?
Para quienes siempre buscamos nueva música y nuevos músicos, los instrumentos que hoy en día nos brinda la tecnología son invaluables. Cuando yo era adolescente, durante la segunda mitad de los años sesenta y la primera de los setenta de la centuria pasada, la única manera de conocer en México lo nuevo que surgía en el mundo dependía de lo que buena o malamente apareciera en las pocas revistas especializadas o en la limitadísima radio de amplitud modulada.Hoy, en cambio, gracias a internet y a herramientas como You Tube, Spotify y multitud de páginas y plataformas, podemos descubrir a compositores y ejecutantes de todo el planeta desde la comodidad de nuestras computadoras, tablets o teléfonos celulares.
Al cantante y compositor escocés Greg Holden lo descubrí apenas en la madrugada de este domingo, cuando una canción suya (“The Lost Boy”) apareció en una escena culminante de la quinta temporada de la serie Sons of Anarchy que veía yo en Netflix. Me gustó tanto el tema que lo localicé por medio de Shazam; luego lo busqué en Spotify y ahí me encontré con dos de los tres discos de este estupendo artista, un trovador que hace un alt-folk fino, poético y lleno de sentimiento (ese feelin’ que hoy día ya no se encuentra tan fácilmente).
Nacido en Aberdeen, Escocia, en 1983, y avecindado en Nueva York, Holden tiene en su haber los álbumes A Word in Edgeways (2009), I Don’t Believe You (2102) y Chase the Sun (2015). Su evolución musical y letrística ha sido notable en apenas seis años, lo cual se nota en cada uno de los discos, pues ha ido de una austeridad instrumental inicial a una mayor sofisticación, como podemos escuchar en el estupendo Chase the Sun.
Canciones como “I Don’t Believe You”, “Save Yourself”, “Bulletproof”, “It’ll All Come Out” o la ya mencionada “The Lost Boy” son muestras de la calidad autoral de este escocés de 33 años a quien habría que poner atención por todo lo que promete a futuro.
Un músico muy interesante y talentoso.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)
Published on November 01, 2016 16:55
October 31, 2016
Dylan en Tu radio on Line
Después de tres años, hoy regresé a las instalaciones de Tu Radio On Line, en la colonia Anahuac, las mismas donde por tres o cuatro años realicé el programa La mosca en la radio, aunque esta vez fue como invitado de mi amiga Lorna, directora de la emisora, a fin de hablar sobre Bob Dylan y el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura 2016. Estuvo divertido y la pasé muy bien. Además, surgió le posibilidad de volver a hacer La mosca en la radio, sólo que en horario de medianoche, dos veces a la semana y transmitido desde mi casa. Lo platicaremos bien para, en caso de aprobarse el proyecto, empezar las emisiones en enero o febrero próximos. Suena bien. Ojalá se logre.
Published on October 31, 2016 21:30
October 30, 2016
Millenial femenina de 30 (playera)
Published on October 30, 2016 22:57
October 29, 2016
¡Joder!
Hay frases que sueltan los políticos y que se quedan para siempre. Desde aquella atribuida a Luis Echeverría de “Ni nos perjudica ni nos beneficia, sino todo lo contrario” hasta la de “Defenderé el peso como un perro” de José López Portillo, pasando por el “Comes y te vas” de Vicente Fox, el “No traigo cash” de Ernesto Zedillo, el “Un político pobre es un pobre político” de Carlos Hank González, el “Cállate chachalaca” de Andrés Manuel López Obrador, el “Ni los veo ni los oigo” de Carlos Salinas de Gortari o el legendario dicho de Gonzalo N. Santos: “La moral es un árbol que da moras”.A ellas se suma la reciente “Ningún presidente se levanta pensando en cómo joder al país” del presidente Enrique Peña Nieto que, sorpresivamente, no ha sido tan usada en su contra como podría suponerse. Sólo algunos previsibles opinadores lo han hecho sin demasiada fuerza y eso que los índices de popularidad del primer mandatario se encuentran más bajos que nunca.
Esto último me lleva a plantear una duda: ¿si no existieran las redes sociales y la internet, sería tan impopular EPN? O permítaseme una variante de la misma cuestión: ¿si en los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid o Carlos Salinas de Gortari hubiese habido internet y redes cibernéticas (además de encuestas), estos ex presidentes habrían padecido iguales o peores niveles de impopularidad que el actual habitante de Los Pinos? Probablemente sí.
Baste recordar Tlatelolco, las locuras echeverristas, la babilónica corrupción del lopezportillato o las devaluaciones de los años ochenta. Súmele a eso una imaginaria existencia de Twitter y Facebook y ninguno de los precisos habría soportado el peso de la opinión pública..., aunque varios de ellos seguramente habrían tratado de prohibir la inter-red. Después de todo, así se las gastaban en la época del partido hegemónico, algo que solemos olvidar al juzgar los tiempos actuales.
¡Joder!
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
Published on October 29, 2016 21:30
October 28, 2016
El jugador como héroe mítico (y III)
Dime a qué jugador admiras y te diré quién eresHoy día, los niños y los jóvenes quieren ser como Ronaldo, como Zidane o como Beckham. Hace pocos años, en México todos querían ser como Hugo Sánchez. A muchos de mi generación nos tocó identificarnos con Enrique Borja.
Enrique Borja, el “Cyrano”, nació en la colonia San Rafael del Distrito Federal en 1946. Pese a su físico desgarbado y en apariencia enclenque, pronto destacó como futbolista y llegó al equipo Universidad en 1964, tan sólo dos años después de que los Pumas ascendieran a la primera división del futbol mexicano. Su debut se dio un tanto inesperadamente, cuando su entrenador y descubridor, el argentino Renato Cesarini, lo llamó para alinear en un partido contra el Zacatepec, luego de que el delantero titular Alberto Etcheverri se lesionara. El joven de diecinueve años no anotó en ese juego, pero destacó tanto que de inmediato llamó la atención de propios y extraños. No tardó en convertirse en titular y figura goleadora de la escuadra del Pedregal, al lado de jugadores como Elías Muñoz, Aarón Padilla y José Luis González, entre otros. Durante las cinco temporadas que permaneció en el UNAM, se convirtió en el ídolo de todos los que seguíamos al equipo de la playera dorada con delgadas líneas azules (o azul con delgadas líneas doradas, se usaban ambas indistintamente). Verlo jugar era un espectáculo. Sus remates inverosímiles le permitían meter goles inauditos, irreales. Carecía de técnica individual y casi se diría que era torpe. A veces, cuando corría, su velocidad era tal que parecía que en cualquier momento sus piernas se enredarían y caería al suelo con estrépito. Nada de eso. Con gran frecuencia esa velocidad le permitía llegar al balón antes que los defensas rivales y golpear el esférico de manera letal con la frente, la nuca, la rodilla, el muslo, el pie o lo que fuera. Por eso logró un promedio de quince goles por campeonato y por eso fue llamado por Ignacio Trelles a la selección nacional que asistió al campeonato mundial de 1966 en Inglaterra.
Recuerdo como si fuera ayer la transmisión televisiva, en glorioso blanco y negro, del partido entre México y Francia. A mis once años de edad pude ver aquel bizarrísimo gol de Borja, quien luego de recibir en el área chica un centro del “Gansito” Padilla, abanicó entre varios defensas galos para girar trescientos sesenta grados sobre su eje y volver a conectar la bola que se metió angustiosamente en la meta de los franceses. La maravillosa narración de Fernando Marcos hizo aún más emotivo y emocionante aquel momento inolvidable: “¡Borja, no falles! ¡No falles! ¡Gol de México! ¡Ahora es cuando, muchachos! ¡Adelante que hay calidad! ¡Adelante que hay gracia!”. Aunque cuando empató Francia, el propio don Fernando se lamentara con su dramático lenguaje cercano a la poesía: “¡Una falla, un error! ¡Ese maldito error que siempre nos acompaña y la fortuna que nos voltea la espalda!”.
Con la selección mexicana, Enrique Borja anotó cincuenta y dos dianas (aunque intereses comerciales le impedirían ser el centro delantero titular en el Mundial de México en 1970). Hubo un gol en especial, de palomita, en un amistoso contra Italia, que fue una obra de arte.
En 1969, el propio Borja y los aficionados pumas sufrimos un golpe artero cuando el América compró al centro delantero sin el consentimiento de éste. De nada le valió protestar (“No soy un costal de papas”, declaró públicamente). Los reglamentos de aquel entonces desprotegían al jugador y lo condenaban a un regimen de esclavitud peor que el actual y Borja fue obligado a dejar a los auriazules y enfundarse la casaca crema.
Diez años permanecería el “Cyrano” con los de Coapa y hay que aceptar que ahí tuvo momentos de gloria. Fue campeón de liga con el equipo en dos ocasiones y consiguió tres campeonatos de goleo consecutivos (en 1970-71, 1971-72 y 1972-73). Con el “Monito” Rodríguez y Juan Manuel Borbolla como extremos surtidores de centros y sobre todo con el chileno Carlos Reynoso como magistral mediocampista, Borja formó parte de uno de los mejores cuadros de todos los tiempos en el futbol nacional. José Antonio Roca era el técnico americanista que logró instrumentar un estilo ofensivo y espectacular. Borja hizo entonces goles prodigiosos (recuerdo uno que le metió al Monterrey en el Estadio Azteca, sin ángulo de tiro, de volea, en el exacto nido de las arañas). Para su desgracia, después de un tiempo tuvo conflictos extrafutbolísticos con Reynoso (por unas revistas de historietas –“Condorito” y “Borjita”– que ambos sacaron a la venta) y con Roca y ambos, quienes conformaban una especia de mafia interna, le hicieron la vida imposible (prácticamente lo condenaron a la banca), hasta obligarlo a retirarse prematuramente del futbol.
Su último partido se llevó a cabo el domingo 18 de septiembre de 1977. Fue un América–Universidad en el Azteca. Borja nunca había podido anotarle un gol al equipo que lo vio nacer y esa tarde le hizo dos, para una despedida apoteósica ante más de ciento diez mil espectadores. Debo confesar, con cierto sentimiento de culpa, que es la única vez que he disfrutado una derrota de los Pumas.
(Tercera parte del primer capítulo de lo que hace unos diez años iba a ser un libro mío sobre futbol para una editorial cuyo nombre ya no recuerdo).
Published on October 28, 2016 21:27
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