Óscar Contardo's Blog, page 70

October 6, 2017

La gran fractura

Por diversas razones, en las últimas semanas me ha tocado escuchar una propuesta con similares palabras: “ha llegado la hora de convocar a los filósofos en esta región, a ver si nos dicen como salir del abismo”. Esa podría ser una buena idea porque en nuestras sociedades se están viviendo fracturas profundas y las respuestas están lejos de ser nítidas y concretas. Se habla de tiempos de incertidumbre, donde el principal patrimonio perdido es la confianza. Hay una tarea urgente: hacer nítidos y sólidos los valores esenciales capaces de dar sustento a “lo común”. Allí es donde los profesionales del pensar debieran pasar al frente, mientras el resto (políticos, empresarios, dirigentes sociales, instituciones juveniles, femeninas, religiosas y sindicales, entre otros) conforman un coro respetuoso, dispuesto a entender las nuevas determinantes del futuro.


En el Informe 2016 de Latinobarómetro hay unas frases contundentes que debieran encender todas las alarmas: “La caída del apoyo a la democracia en América Latina o su estancamiento según el país, es evidente. Podemos sólo esbozar los motivos por los cuales esto sucede, pero en ninguno de los casos se trata de fenómenos pasajeros o de fácil solución… Son evidentes la corrupción, la violencia, la inclusión, el acceso, la desigualdad que no logran controlarse y superarse. Los motivos del declive o estancamiento de la democracia son claros, los ciudadanos ya no aceptan lo que era aceptable hace diez años atrás”.


Y allí hay una fractura esencial cuando la ciudadanía siente cada vez más insuficientes las soluciones que le ha dado la democracia. Vienen tiempos de elecciones en varios de nuestros países, pero no pareciera estar en el debate esa distancia mayor entre conducción política (instituciones y partidos) y conciencia ciudadana de hoy, donde lo global y lo local se articulan en un todo que configuran un imaginario nuevo de aspiraciones.


El optimismo se erosionó. Y no es sólo un dato de nuestra realidad, también emerge en el mundo desarrollado. Encuestas en Estados Unidos señalan que aquel supuesto de una vida mejor para los hijos respecto de los padres, ya está en cuestión: para los nacidos en 1940 ese supuesto era compartido por el 90% de los consultados; para los nacidos en 1980 tal afirmación sólo llega al 50%. Y pregunten a los jóvenes en España y otros países europeos y se podrán constatar las mismas dudas sobre el futuro.


Las elecciones en Francia, en Alemania o en Estados Unidos demostraron como se han abierto espacio en la sociedad los partidarios de las polarizaciones y los estereotipos impregnados de ignorancias. ¿Puede pasar lo mismo entre nosotros? Aquí es donde el desafío de identificar grandes idearios se torna esencial. Ya es una obviedad decir que el mundo va cambiando aceleradamente y vamos entrando a otra época. La cuestión es como las élites, como las entidades de la política y los gobernantes o los que aspiran a serlo, se sacan la camisa del siglo XX y se ponen la que en buena medida ya viste la ciudadanía en el siglo XXI.


Se genera una grieta cuando se definen bipolaridades donde se dice acá los del Estado, allá los del mercado. O cuando se afirma aquí los partidarios de las migraciones, allá los contrarios a ellas, con atisbos de racismo que desconocíamos. Y oposiciones en otros grandes temas también están allí. En cada instancia la presencia de la fractura se ratifica. ¿Es posible reaccionar a ello? ¿Es posible que esta fractura se pueda ir cerrando a partir de una mirada común, de cómo las elites concuerdan trabajar para recuperar la confianza ciudadana? ¿Cómo hacemos para que el Estado y el mercado sean entidades que funcionan adecuadamente, cada una en su campo, y no se las vea como una dicotomía irremontable?


La fractura hay que empezar a llenarla con propuestas que nos convoquen a todos. No cabe aceptar como sistema aquel de bandos irreconciliables, en circunstancias que hasta ayer creíamos tener los mecanismos para seguir creciendo económicamente, de una manera sustentable, para avanzar hacia una inclusión social donde ese crecimiento llegue a todos. Los tiempos electorales siempre son de debate duro. Pero el marco debe ser una perspectiva compartida, un sentido de país y de región que tiene metas mayores: hoy, un estudio tras otro de los organismos internacionales, nos dicen que eso desea la ciudadanía, pero ésta no recibe respuestas. Por cierto, quien asume el poder de conducir a su país tiene la responsabilidad principal de hacerlo: es una tarea esperando tras estas elecciones que se avecinan.


La fractura social está emergiendo con demasiada fuerza. La desigualdad y la exclusión son madres del escepticismo y la apatía social. Esas son las verdades que llaman con urgencia a una reflexión mayor sobre los valores esenciales bajo los cuales todos trabajemos por una convivencia eficiente y moderna. Para los progresistas, la tarea de hoy es muy concreta: hacer que el progreso llegue a todos. Y reclama una palabra clave: solidaridad. Esa solidaridad tan presente cuando la naturaleza nos golpea y nos demuestra como podemos trabajar juntos ante desafíos mayores. Ojo, que la fractura social también puede ser sinónimo de huracán o terremoto.


La entrada La gran fractura aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 06, 2017 22:38

Fría máquina de matar

Se cumplen 50 años de la muerte del Che Guevara. ¿Qué queda de él? Dos cosas: una iconografía capitalista, es decir un producto de la sociedad de consumo que odió, y la penosa Revolución Cubana que trató, sin éxito, de exportar.


De tanto en tanto, me detengo a la entrada de algún museo, un mercado de pulgas o en la Quinta Avenida de Nueva York y pregunto a los jóvenes prósperos que llevan su camiseta qué saben de él. Invariablemente es muy poco o casi nada lo que saben, pero no es infrecuente que me respondan: “Murió por sus ideales”.

Su iconografía, como la de James Dean, se benefició de su temprana muerte (sacralizada por la foto famosa de Freddy Alborta en la que su cadáver parece el de Cristo) y, como la de Justin Bieber, por esas fotos de chico joven que juega a ser malo (especialmente la de Alberto Korda).


Todo esto es bastante inofensivo, pero ¿es justo que la historia haya sublimado al Che? Es mejor que sea así a que siga inspirando a otras “máquinas de matar”, según la fórmula que él mismo utilizó en su “Mensaje a la Tricontinental” para describir, elogiosamente, lo que debe ser un revolucionario.

Jean-Paul Sartre lo llamó “el hombre más completo” de nuestra era.


En realidad, fue el más completo ejemplar de una especie aborrecible: el totalitario. Muchos episodios lo retratan “sediento de sangre”, la expresión que utilizó, en una carta a su mujer, poco después del desembarco en Cuba para hacer la revolución. Especialmente su paso por la cárcel de La Cabaña, que dirigió los primeros meses de 1959 y donde fusiló sumariamente a cientos de adversarios, reales y supuestos (en un texto que escribí hace algunos años recogí el testimonio del capellán de La Cabaña, Javier Arzuaga, y del abogado José Vilasuso, que participó en los procesos sumarios).


Quería una sociedad totalitaria. Nasser, el líder egipcio, escribió en sus memorias que el Che le explicó que la profundidad del cambio se medía por el número de personas “que sienten que no hay lugar para ellas en la nueva sociedad”. Participó en la creación de la policía política (G-2) y el grupo de adoctrinamiento para militares (G-6), y tuvo un rol clave, durante sus tratos con Moscú, para convertir a Cuba durante en una cuasi colonia soviética.

Sus ideas sobre la justicia social las pudo practicar cuando estuvo a cargo del Banco Nacional y el ministerio de Industria. Se las arregló, entre otras cosas, para que la producción de azúcar cayera a la mitad y la industrialización fuera un fracaso. En lugar de que Cuba superase a Estados Unidos en 1980 en ingreso per cápita (el pronóstico que había hecho), ese año todos los productos básicos estaban franciscanamente racionados por su escasez. Su contribución a ese fiasco fue directa.


Tampoco puede decirse que fuera un revolucionario con gran sentido estratégico: sus expediciones al Congo y a Bolivia fueron un desastre, y la última, para colmo, le costó la vida. No supo entender que los campesinos bolivianos, que ya se habían beneficiado de una reforma agraria, lo último que querían era a un argentino cubanizado pegando tiros en sus montañas, y que los comunistas bolivianos estaban aburguesados (y altamente desmoralizados porque perdían elecciones aplastantemente cuando las había).


Todo esto lo ignoran las nuevas generaciones. El slogan de un jabón en polvo anuncia: “El Che lava más blanco”. Es al revés: la historia lo ha blanqueado a él. Pero dudo mucho que a la fría máquina de matar este destino purificado lo hubiese honrado.


La entrada Fría máquina de matar aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 06, 2017 22:35

Guillier y el cambio tecnológico

Hace unos días un titular de un diario electrónico decía que el senador Alejandro Guillier proponía un impuesto a la robotización, en caso de ser elegido Presidente. A primera vista me pareció una tontería, como querer tapar el sol con un dedo. Para ser justos, el senador en la entrevista señalaba que no se podía impedir la modernización de los métodos productivos vía robots pero que sí podría ser necesario enfrentarla con un impuesto en el corto plazo para evitar sus efectos sobre el empleo. De cualquier modo, sentí curiosidad por conocer más de su programa de gobierno en cuanto a cómo se evalúa la incorporación de los acelerados cambios tecnológicos globales a la economía chilena. Buscando en Internet llegué a la versión oficial del programa registrada en el Servel, sobre la que querría hacer un par de comentarios.


Guillier indica en su programa que hay dos caminos para afrontar el cambio tecnológico: uno, permitiendo que las nuevas tecnologías se incorporen en Chile sólo por las señales del mercado; y el otro, estableciendo un nuevo pacto social para “apropiarnos (sic) de esas nuevas tecnologías para construir una competitividad que no esté divorciada de la igualdad de oportunidades”. ¿Por qué prefiere este último camino (que no queda claro qué significa ni cómo se arriba a dicho pacto social)? Porque “…la incorporación de nuevas tecnologías según las orientaciones del mercado sólo agudizará las brechas sociales, afectando la gobernabilidad, obligándonos a convivir con altas tasas de desempleo juvenil y haciendo cada vez más difícil que la política pública pueda compensar la desigualdad de oportunidades”.


Aunque la retórica del texto es la de un período electoral y la desconfianza en la economía de mercado es natural en la izquierda, es cierto que la incorporación de nuevas tecnologías – y en forma acelerada – trae aparejado el riesgo de dejar de perdedores a muchos que se quedan atrás por no tener las capacidades para enfrentar el cambio. Ello, a su vez, puede desembocar en una peor distribución del ingreso y en la creación de bolsones de desempleo.


Pero la respuesta fácil de poner un impuesto al uso de nuevas tecnologías desaprovecha los aumentos en productividad – y por tanto, en crecimiento – que ellas traen, perjudicando la economía del país. La instauración de un nuevo pacto social parece una frase sin contenido y que choca con dos realidades. Primero, no tenemos como país experiencia en generar tal instrumento con una metodología aceptada por todos – el pacto social de la transición a la democracia fue implícito y fáctico más que elaborado conceptualmente. Y segundo, Chile es una economía pequeña y fuertemente integrada al mundo, escenario caracterizado por una feroz competencia que nuestras empresas enfrentan en el mercado global; es decir, no hay respiro como para postergar la integración de las nuevas tecnologías en forma gradual y temperada por un pacto social.


La respuesta difícil es el camino largo y complejo de la educación y capacitación. Es necesario ya mismo modernizar los contenidos y metodologías de todos los niveles de educación formal para que los estudiantes aprendan a enfrentar y gestionar los cambios, lo que requiere reforzar materias generales y, sobre todo, lenguaje y matemáticas. Algo similar debiera hacerse en capacitación. Las estadísticas señalan que la mitad de los adultos en la fuerza laboral son analfabetos funcionales, con una gran deficiencia en comprensión de lenguaje y habilidades matemáticas mínimas. Esto es de la máxima urgencia. No podemos poner parches como impuestos a la robotización – que son impuestos al progreso – ni darnos un tiempo largo de debate sobre un nuevo pacto social que enmarque una asimilación pausada – y lenta – de las nuevas tecnologías. No hay tiempo. Ni tampoco parece práctico.


 


 


 


 


 


La entrada Guillier y el cambio tecnológico aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 06, 2017 22:30

Aunque usted no lo crea

No entiendo bien la trifulca que estalló hace algún tiempo entre un grupo de historiadores jóvenes y el escritor Jorge Baradit. Los profesionales de la Historia, así, con mayúscula, se quejaban de que Baradit se aprovechaba del trabajo de individuos como ellos, y por supuesto que también de otros, para presentarse como intérprete único de hechos que, la verdad sea dicha, son bastante conocidos por cualquier persona medianamente culta. El autor, por su parte, argüía que hay dramas ocultados a propósito por un oficialismo perverso, y que lo que él hace con sus libros es simplemente desvelarlos. Lo que en realidad no entiendo es que no exista espacio para ambos oficios: el del investigador serio y el del vulgarizador.


Ambos enfoques, por cierto, han sido históricamente complementarios.


De entre los nueve artículos periodísticos que componen Historia secreta de Chile 3 (en ningún caso se trata de investigaciones luminosas ni de ensayos provocadores), sólo dos podrían ser publicados en diarios o revistas que demuestren un mínimo respeto por la forma y el contenido. Se trata del relato de la expedición de Shackleton a la Antártica (y del glorioso rescate del piloto Pardo) y de un recuento de las matanzas de obreros ocurridas a principios del siglo XX. Las demás piezas son deficientes por distintas razones, ya sea que están mal escritas, o no aportan información novedosa, u oscilan entre la simplificación colegial, la comparación arbitraria, la vaguedad del flojo, el infantilismo insuperado, la cantinela insufrible y lo derechamente panfletario.


La técnica de rellenar páginas con datos ajenos al tema central de cada capítulo le parece encomiable a Baradit, pero me temo que el efecto no resulta tan admirable en quien lee. Tal vez consciente de ello, y para aliviar un poco las cosas, el autor intenta forjar vínculos amistosos con el lector a través de ese slogan pasado de moda que nos dejó un programa de televisión gringo de los años 80, “aunque usted no lo crea”. El recurso, sin embargo, delata la posición de Baradit ante los hechos que compila, esa tremenda ingenuidad suya, puesto que no caben dudas de que el primero que continúa alelado con el material que expone es él mismo.


Otro homenaje televisivo, ya que estamos en esto, es el que Baradit le rinde a Julito Martínez, ese gran evangelista del cliché que por tantos años reinó en nuestras pantallas. La frase que sigue pudo haber salido perfectamente de la boca del ovoide comunicador: “El punto es que alguna vez en Chile se jugó un partido cerrado entre Dios y el Diablo, con prensa, público y controversia. Un combate entre ciencia y superstición en el primer exorcismo documentado y analizado de Latinoamérica”. La fascinación por récords dudosos y absurdos, dicho sea de paso, también forma parte del método con que Baradit interpreta la historia de Chile para nosotros. Y ello da para sospechar que, en cuanto a lectores, le hemos de parecer bastante limitados al autor.


Además de los mencionados al principio, los temas incluidos en esta tercera versión de Historia secreta de Chile son el incendio de la Compañía, el exorcismo de Carmen Marín, la participación de esclavos africanos en las guerras de la Independencia, las penurias de los pascuenses, el mensaje oculto de los símbolos patrios y un par de aproximaciones a las figuras de José Miguel Carrera y Gabriela Mistral. En casi todos los textos prima cierto resentimiento quejumbroso de Baradit -muy poco científico, debo agregar- en contra de este país, su gente, la iglesia, los gobiernos, los poderosos, todos confabulados, a lo largo de la historia, en perjuicio de los pobres. La visión es sumamente paternalista, paranoide y poco acuciosa, pues de partida niega la preponderancia histórica de una gran clase media, sólida, erudita y en muchos sentidos audaz. Aunque él no lo sepa.


La entrada Aunque usted no lo crea aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 06, 2017 22:20

¿Por qué no?

Seguimos vivos y eso es un bálsamo y un alimento glorioso. Vivos y ahora acá. Acá donde todo es distinto, claro. El calor, la humedad, los tacos fenomenales. Los niveles de corrupción que ya superan hace rato el cálculo inicial (ahora cayó el presidente del Comité Olímpico, Carlos Arthur Nuzman, devenido en mal bicho-corrupto-comprador de votos tras haber sido casi un héroe durante los pasados Juegos Olímpicos).


Acá donde, desde luego, es muy distinta la preocupación por el partido del martes. Importa poco. Nosotros nos jugamos la vida, nosotros ya no dormimos. Ansiosos, intranquilos, anhelantes.


Desangelados, con la cabeza dando vuelta a mil por hora. Eligiendo los recuerdos. Seleccionando todo lo que sirva para alimentar la esperanza y la convicción. Las victorias históricas de Colo Colo ante Botafogo y Sao Paulo. Las de la U y la Católica ante Flamengo. Los dos buenos empates de la selección de Sampaoli en Bello Horizonte que, mal que mal, son los últimos partidos de la Roja acá en Brasil contra los locales. El amistoso del 2 a 2 con golazo de Vargas. El empate a uno del mundial con el palo final de Pinilla. A propósito, eso queremos: el mundo girando en redondo, la vida como un libreto de cine con la revancha sonada y final de Jara, de Medel, del propio Pinilla, de Alexis, del huaso Isla, del gran capitán Claudio Bravo. Una jornada gloriosa de Valdivia, con el salvador y la figura de la noche del jueves ante Ecuador brillando como nunca en la ciudad donde fue más grande y feliz, donde la gente de Palmeiras aún lo tiene en un altar. Queremos eso no más, ni un poco menos: volver a buscar lo que dejamos congelado la otra vez. Digo y confirmo: estamos optimistas, muy optimistas. El empate alcanza.


Ganar es hazaña y clasificación inmediata. Chile depende otra vez de sí mismo, lo que ya es bastante. Más de lo que soñamos durante las vacas flacas de hace un ratito no más.


Pero también estamos preocupados, cómo no. No estamos aquí para ser jefes de barra ni vender pomadas. Chile ganó después de seis eternos partidos, volvió a marcar después de cuatro. Retomó los abrazos tras una travesía por el desierto que tuvo de todo. Y sigue estando complicado. Porque aún no juega bien, porque se enreda, porque todavía hay nubes. Porque hace sufrir. Porque se desordena y a ratos pareciera que no tiene claro el libreto. Porque los cambios llega tarde. Porque estas clasificatorias (salvo en el comienzo con Sampaoli cuando derrotó a Brasil en Santiago y luego a Perú en Lima) han sido un martirio. Seamos francos: lo han sido. Por las razones que sean. Ya habrá tiempo para analizarlo con más calma, para definir qué diablos pasó con este grupo brillante, para discernir cómo ha sido posible que de 39 puntos en disputa Pizzi haya sacado apenas 17. ¿Cómo no vamos a estar preocupados? Claro que lo estamos. Al frente estará el mejor equipo del mundo en estos momentos. El súper líder. El capo del ranking Fifa. El clasificado hace rato que, para más remate, viene “dulcecito”. Y en su casa, donde nosotros no hemos ganado nunca-renunca-jamás. Para más remate sin el mediocampo titular que nos hizo tan grandes. Sin la sala de máquinas, sin el buen pie. Porque no va a estar ni Díaz ni Aránguiz ni Vidal. Vaya desgracia.


Estamos nerviosos. Y por eso recurrimos a todos los cálculos posibles. Cada cual tiene su teoría. Vuelan los números, las opciones, los porcentajes. A veces nos reímos y confiamos. Y luego volvemos a sufrir y a temer lo peor. Somos chilenos, pues. Así va a ser hasta el martes, en la eterna espera. Sufriendo, como nos gusta. Como se nos había olvidado eso sí. Es demasiado bueno el tesoro: tercer mundial consecutivo, volver a Rusia, preocuparnos del sorteo, quedar instalados en la elite. Y demasiado dura la sola mención del fracaso. Pero las dos cosas están ahí, a la vuelta de la esquina.


Esperando ser escritas en esta tierra gustosa. ¿Ellos? Tranquilitos. Para ellos es bicoca, ganga, bocado dulce, nimiedad y baratija. A ellos no les va ni les viene porque tienen los pasajes hace rato. Ellos duermen felices y campantes. Ajenos al sufrimiento nuestro, de Argentina, de Perú, de Colombia, hasta de Paraguay que se metió a última hora. Para ellos se trata apenas de divertirse, de pasarlo bien sin mirar a quien, sin importar los muertos de su felicidad. Capaz que ese termine siendo, justamente, el ambiente propicio para que Chile una vez más, de nuevo, renazca y escriba un capítulo tremendo, inolvidable, que quede marcado para siempre en nuestras cabezas. ¿Por qué no? Qué lindo final sería.


La entrada ¿Por qué no? aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 06, 2017 22:05

La nueva educación pública y un puñado de recuerdos de hace tres décadas

En los últimos días, el Senado aprobó en forma unánime el informe de la Comisión Mixta del proyecto de Nueva Educación Pública. De esta forma, y tras el respaldo que también le dio la Cámara de Diputados, la iniciativa quedó lista para ser promulgada por la Presidenta Michelle Bachelet. El Gobierno de Chile calificó como un hito histórico lograr la iniciativa que pone fin a la municipalización de la enseñanza.


La noticia trasladó mi memoria a los primeros meses del año escolar de 1986, cuando el entonces Ministro de Educación de la dictadura, Sergio Gaete, anunció que se procedería a completar el proceso de municipalización, procediendo al traspasar a la administración municipal a 838 establecimientos educacionales que aún permanecían en manos del Fisco, lo que se ejecutaría a partir del 1° de agosto de ese año, incluyendo a los establecimientos “emblemáticos”, tales como el Instituto Nacional; los Liceos 1, 4 y 7 de Niñas; el Barros Borgoño; el Darío Salas; el Internado Nacional Barros Arana (INBA); el Liceo de Aplicación y el Miguel Luis Amunátegui. Asimismo, los planteles técnico–profesionales (industriales, comerciales, técnicos y agrícolas), iban a ser traspasados al sector privado.


Ya en abril de 1986 aparecieron las primeras señales del temporal. Los estudiantes de los Liceos A 108 y A 109 de La Cisterna no ingresaron a clases en un rechazo explícito a la municipalización. Progresivamente, en forma espontánea, se comenzaron a multiplicar las acciones de resistencia. Los profesores, funcionarios y alumnos del Liceo Industrial A N° 20 de Santiago crearon un Comité de Defensa del establecimiento para impedir su paso a las manos de particulares o el municipio. La comunidad escolar del Liceo A N° 1 de Niñas de Santiago expresó su preocupación a través de un comunicado público, señalando que la municipalización ya había causado “profundo daño a la educación chilena”.


Finalmente, cuando la medida ya había sido anunciada oficialmente por el Ministro Gaete, el Comité Pro FESES convocó a un paro nacional para el 15 y 16 de mayo, que terminó extendiéndose en el tiempo y transformándose en indefinido, sumando además a todos los actores de las comunidades escolares: profesores, funcionarios paradocentes y padres y apoderados. Se paralizaron las actividades de prácticamente la totalidad de todos los liceos tradicionales por más de dos meses. Los estudiantes se tomaron masivamente las calles en múltiples marchas: columnas multitudinarias de estudiantes, con sus uniformes y mochilas, ocuparon las principales arterias de la capital. Por todas partes se multiplicaron las asambleas y las tomas prolongadas de los liceos. El 12 de junio decenas de miles de estudiantes, profesores, padres y apoderados marcharon por las Alamedas con la consigna “NO + Municipalización”. A su paso, lanzaban consignas tales como “¡Fiscal, Fiscal / Jamás Municipal!” o “Fiscal, Fiscal / Fiscal hasta el final”.


Por esos días, como dirigente del Comité Pro FESES fui consultado por el fundamento de la movilización. Nuestra respuesta: “Tenemos claro que este aceleramiento del traspaso de la enseñanza fiscal a las municipalidades, sólo profundizará la crisis y la descomposición integral del sistema educacional, transformando la educación en una mercancía” (Revista “Análisis”, 3 de junio de 1986).


En vista de la magnitud de la movilización de los estudiantes secundarios el ministro de Educación, Sergio Gaete, decidió reunirse durante unas tres horas con 36 presidentes de Centros de Alumnos de liceos de la Región Metropolitana y representantes del Comité Pro FESES. Lo primero que les aclaró a los jóvenes es que la invitación era solamente “un gesto de buena voluntad”, pues no los consideraba “interlocutores válidos” dado que no tenían “capacidad para discernir”. Y dijo: “Yo no los tomo en cuenta. De buena voluntad les estoy informando. Entendámonos bien (…) Siempre he estado diciendo que la opinión de los alumnos en esta materia es irrelevante”.


Durante el desarrollo del conflicto, Pinochet se pronunció sobre la materia. Aseveró que la “municipalización se cumple” y advirtió que “a mí no me van a doblar”. También dijo que la protesta contra la municipalización se había “utilizado políticamente” y que se había llamado a la agitación a los profesores y estudiantes.


Lucía Hiriart también se refirió a las movilizaciones de los estudiantes. Aseguró que se trataba de “niños incentivados por adultos para tirar piedras y para provocar desórdenes”. Señaló: “Sé que en Talca por 300 pesos y un cigarrillo de marihuana los jóvenes salen a las calles. ¿Qué saben los niños de la municipalización? ¿En qué les atañe a los niños de 13 o 14 años que una escuela sea municipal o dependa del Ministerio de Educación? Creo que los padres deberían tomar cartas en el asunto, porque si yo sé que un chiquillo mío salió del colegio y se fue a la calle a hacer desórdenes, lo castigo”.


La respuesta de la dictadura a los estudiantes secundarios fue la mano dura, e incluyo las detenciones indiscriminadas de miles de jóvenes, las golpizas en los arrestos callejeros y la aplicación de tormentos en los buses policiales y comisarías, como sumergir a los jóvenes en tambores con agua fría o aplicarles descargas de corriente eléctrica en los cuerpos. Hubo heridos por balines lanzados por la policía e incluso en más de una movilización callejera aparecieron civiles no identificados disparando con armas de fuego contra los adolescentes. La joven Guadalupe del Carmen Chamorro Leiva falleció luego de ser herida en el cráneo por un disparo en medio de las manifestaciones de estudiantes de un liceo industrial cerca de la Carretera Panamericana Norte.


No hay duda que la municipalización de la enseñanza fue impuesta por la fuerza y con el uso de la violencia. Ya no puede ser cuestionado el fracaso de un modelo que, inspirado en las concepciones ideológicas del neoliberalismo, terminó consolidando la segregación social en la educación y deteriorando drásticamente su calidad.


Han transcurrido 31 años y el proyecto de Nueva Educación Pública está a punto de ser ley de la República, poniendo fin a la municipalización. Mi aplauso entusiasta al Gobierno de la Presidenta Michelle por este logro. Mi reconocimiento emocionado a los estudiantes y las comunidades escolares que en 1986 opusieron resistencia al proyecto de la dictadura y lo enfrentaron en las calles y los establecimientos educacionales.


La entrada La nueva educación pública y un puñado de recuerdos de hace tres décadas aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 06, 2017 04:14

October 5, 2017

Presupuesto 2018

La presentación del proyecto de Presupuesto para el año 2018 ha generado, como siempre un amplio debate, acentuado eso sí por el inicio de la campaña presidencial. Los principales temas en discusión son si sus supuestos macroeconómicos pecan de un optimismo excesivo, si el presupuesto refleja la austeridad que anunció la Presidenta de la República en su discurso al país; y si las cifras de inversión constituyen una contribución al crecimiento económico.


En relación con el escenario macroeconómico, el presupuesto está basado en una expectativa de crecimiento de la economía chilena de 3% para el próximo año. Se trata de una cifra moderada si se tiene en cuenta que el Banco Central ha estimado el crecimiento para el 2018 en un rango de entre 2,5 y 3,5%. Más aún si se observa la consolidación del mayor crecimiento de la economía mundial que alcanzaría 3,6% en el 2018, un precio del cobre que debería ubicarse en promedio en torno a US$ 2,8 la libra y una tasa de política monetaria que podría mostrar una reducción adicional de 0,25 puntos para alcanzar un nivel de 2,25 consistente con los bajos niveles de la inflación. A esto se suman expectativas positivas respecto de los ingresos fiscales. De partida, el déficit efectivo representará el presente año un 2,7% del PIB 0,5 puntos menor que el esperado en la Ley de Presupuesto. Para el próximo año se espera que los ingresos fiscales crezcan en un 7,4%  respecto al presente año como efecto de un aumento de los ingresos tributarios de 8,9% como resultado de un incremento de la recaudación asociada a la gran minería privada de 133,5% y en un aumento de los ingresos tributarios del resto de los contribuyentes de 6,9%. Cabe recordar, además, que en el año 2018 entrará en vigencia la tasa de 27% del impuesto a las empresas. No parece en consecuencia que se peque de exceso de optimismo.


Se ha aducido que el proyecto de Presupuesto conocido el lunes recién pasado no se condice con la naturaleza austera que anunció la Presidenta de la República en su discurso del domingo. Como argumentos se indican  que la dotación del sector público aumentará en  13.374  funcionarios equivalentes a un incremento de 5,6% llegando la  dotación total del sector público a 250 mil personas. Los aumentos de la dotación corresponden principalmente al traspaso de personal a honorarios a contrata. Se trata de un esfuerzo que apunta a resolver problemas de empleo precario injustificable pues es personal que cumple tareas permanentes de las entidades públicas. El otro componente es el aumento de 2544 en la dotación de personal para los nuevos jardines infantiles que se ponen en marcha. La crítica de la oposición no es consistente con su reiterado argumento de que es necesario dar prioridad a la inversión en la educación preescolar pues, en su opinión es la inversión más rentable. Los críticos agregan, además, antecedentes como que las horas extraordinarias aumentarán un 2,5%, los viáticos un 10,6% y la dotación de vehículos un 3,3%. Se trata de cifras cuyo sentido no es posible discutirlos en abstracto y corresponderá analizar su pertinencia en el análisis en detalle de los presupuestos sectoriales. Cabe en todo caso señalar que el relanzamiento de la educación pública y el esfuerzo en salud son áreas que requieren sin duda nuevas actividades. Un análisis serio del carácter austero o no del presupuesto debe hacerse a este  nivel global analizando las cifras globales. En tal sentido, el presupuesto muestra claros  signos de austeridad si se considera que se reduce el déficit estructural de -1,7 a -1,5 del PIB en el 2018; y el déficit efectivo (desde -2,7 en el presente año a -1,9 % del PIB en el 2018).


El tema preocupante es una vez más el bajo nivel de la inversión pública. Después de dos años de caída, para el año 2018 se contempla una caída adicional de -1,6% respecto de las proyecciones actuales en la materia para el presenta año. Tomando en cuenta las transferencias de capital al sector privado, el aumento de la inversión alcanza un 0,3 % del PIB. Esto no es consistente con los requerimientos en infraestructura, en innovación y competitividad para avanzar hacia una economía intensiva en conocimientos que tome en serio la necesidad de diversificar nuestra estructura productiva. Una política proactiva del Estado en este campo es indispensable para detonar los esfuerzos que se necesita que despliegue el sector privado para desarrollar nuevas actividades económicas.


No deja de llamar la atención, finalmente, recordar las criticas desde diversos sectores a la reforma tributaria de que eliminaba los incentivos al ahorro y la inversión. No obstante estas consideraciones, para el próximo año las exenciones tributarias alcanzarán un 2,97% del PIB equivalentes a US$ 8732 millones. Un 51% de esa menor recaudación, esto es US$ 4514 millones constituyen  incentivos al ahorro y la inversión. Parece importante preguntarse, habida cuenta de crecimiento económico mediocre de los últimos años, si tales recursos no se podrían haber utilizado mejor en una política agresiva de inversión pública que apuntase a aumentar la productividad y competitividad de la economía.


 


 


 


 


La entrada Presupuesto 2018 aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 05, 2017 05:15

Defensa Nacional y ciberamenazas

Los chilenos tenemos un amplio consenso en torno a que la política de Defensa es una política de Estado, es decir, trasciende a las administraciones de turno, son suprapartidarias, y buscan objetivos de largo plazo. Son estrictamente nacionales. Por lo mismo, la política de Defensa no cambia año a año, ni de administración a administración. Su análisis corresponde a un examen riguroso, amplio y realista que desemboque en una apreciación de seguridad en la que el país se encuentra. Corresponde a las autoridades e instituciones llevar a cabo esta labor de la más alta importancia.


 ¿Qué sucede cuando emergen amenazas hasta hace poco desconocidas?


La espectacular revolución científico-técnica en la que nos encontramos, nos plantea nuevos desafíos. Las nuevas tecnologías aportan nuevas oportunidades, pero también acarrean nuevos peligros. Tal es el caso del llamado ciberdelito, y también de la ciberdefensa, lo que en la práctica crea un nuevo dominio para la Defensa y la seguridad nacional.


Así como muchos ciudadanos, desgraciadamente, han sido víctimas en el último tiempo de clonación de tarjetas, de robo electrónico, o invasión de sus datos personales, los países también son víctimas de ataques. Si bien en este campo predomina la confidencialidad, conocemos varios casos que han trascendido al conocimiento público.


Uno de los casos más connotados fue el “apagón” que sufrió Estonia el año 2007, que lo dejo prácticamente a ciegas, lo que posteriormente motivó a que la OTAN creara Brigadas ad-hoc para enfrentar esta nueva amenaza.


Cotidianamente conocemos de casos de ataques con fines delictuales, tales como la sustracción de datos, de dinero, o de secretos industriales y tecnológicos. Pero en estos años también hemos conocido de diversos casos nacionales en las que varias FF.AA.  han sido atacadas con fines de obtener información o degradar sus capacidades. Se trata de ataques de alcance estatales. Como estamos ante un nuevo campo de acción, que a menudo se beneficia del anonimato, podría darse el caso que un país mantuviese formalmente buenas relaciones con otro Estado y al mismo tiempo estuviese desarrollando activas políticas de ataque cibernético.


Esto nos lleva a asumir las tareas de una ciberdefensa, parte integrante de una política nacional de ciberseguridad, la cual, como toda política pública debe ser producto de un análisis donde se determine el nivel de seguridad del Estado y cuáles son las amenazas que se deben  enfrentar. Además de proteger la necesaria confidencialidad de los datos privados de sus ciudadanos y empresas, cada Estado hoy en día ha de preocuparse por proteger los datos de sus instituciones, de su infraestructura y de sus servicios básicos en lo fundamental.  


Por cierto, como ya lo señalamos, esta preocupación también involucra a las bases de datos, las comunicaciones y los sistemas de mando y control de nuestras instituciones de la Defensa. Este sí es un nuevo aspecto de la política de Defensa que corresponde  asumir a plenitud y que nos plantea un nuevo desafío como Estado.


La entrada Defensa Nacional y ciberamenazas aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 05, 2017 05:00

No más viejismo, por favor

En el marco de la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad, fecha proclamada por la ONU en 1990 y que en el país adquiere cada año más relevancia, considerando que el 17% de los chilenos tiene 60 años o más, y que, en menos de una década, será una realidad para el quinto de la población nacional. ¿Pero qué significa ser adulto mayor en Chile?


En el imaginario colectivo sigue imperando la imagen del anciano(a) solitario tirando migas de pan a las palomas de la plaza. De acuerdo con un estudio de la U. de Chile y Senama (2015), el 75% de los menores de 60 años consideran que las personas mayores no pueden valerse por sí mismas. Cuando paradójicamente, la proporción es exactamente al revés: el 75% es autovalente y no necesita de nadie para manejar su vida diaria (Estudio de la Dependencia, Senama – U. de Chile, 2009).


Basta hacer el ejercicio y observar a nuestro alrededor (en la calle, metro, teatros, restaurantes, gimnasios, etc.), para darnos cuenta de que el escenario ha cambiado: los viejos ya no son anticuados ni decrépitos; lo único pasado de moda es la imagen social estereotipada que se sigue teniendo de ellos y que no se ajusta a los nuevos tiempos. Hoy las personas mayores son activas y reflejan más ganas de vivir que muchas personas de generaciones más jóvenes: el 57% se declara feliz, buscan ahorrar para viajar, disfrutan del consumo y tienen una vida social dinámica (Adimark, Chile 3D 2014).


Así que propongo festejar este año, evitando toda clase de viejismo, que es como el doctor y gerontólogo Robert Butler acuñó en 1969 al conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican diariamente a los viejos simplemente en función de su edad (en inglés, ageism). Y como regalo, les dejo algunas pautas básicas para que entre todos contribuyamos a que las personas mayores puedan seguir aportando sus potencialidades, más aún ahora que tanto hablamos de la inclusión y de querer construir una sociedad para todos.


Dejemos de pensar que todos los mayores son personas enfermas, frágiles y lentas. Envejecemos como hemos vivido, por lo tanto, muchos de los problemas de salud o la menor vitalidad no tienen que ver con la edad, sino con la falta de autocuidado, malos hábitos alimentarios, consumo de alcohol, tabaco y sedentarismo. La OMS, por lo demás, define la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades. Bajo esa premisa, los adultos jóvenes hace rato que andan por la vida tanto o más achacosos que los más viejos.


Olvidemos el mito de que las personas de edad son asexuadas. Aun cuando las prácticas sexuales vayan variando a lo largo del tiempo y haya algunos cambios en nuestra fisiología, el ser humano disfruta y busca el placer a lo largo de toda la vida. Un tercio de las personas mayores tiene actividad sexual (41% en menores de 75 años) y para el 65% de ellos es un aspecto importante de su vida (UC-Caja Los Andes, 2017). También pololean, tienen amigos con ventajas y buscan citas o parejas en internet.


Incluyámoslos en los temas y conversaciones sobre innovación y tecnología. A muchas personas entre 60 y 75 años les tocó adaptarse a los cambios tecnológicos en sus propios puestos de trabajo, por lo tanto, varios saben de computación y un tercio del subgrupo 60-74 años navega libremente por Internet (UC-Caja Los Andes, 2017). Hay quienes ya pagan cuentas, contratan servicios, leen la prensa, ven teleseries, descargan música, usan redes sociales, crean blogs, contactan a Uber y se benefician del Waze. Tendencia que ha ido sostenidamente en alza.


Abrámosle oportunidades laborales y de educación continua. ¿Quién dijo que en la vejez no se puede ser productivo o seguir aprendiendo? El Instituto Pro Innovación y Tecnología de Alemania mostraba hace unas semanas, en un seminario en Chile, un gráfico que dejaba claro que la edad peak en que los trabajadores entregan más propuestas a la empresa es entre los 61 y 65 años. Las ideas son como el vino, pues van mejorando con los años. De hecho, podríamos estar horas enumerando a importantes empresarios, políticos, artistas plásticos, actores, músicos, médicos, abogados, que continúan entregando su talento en diferentes quehaceres. Más que falta de capacidades personales tiene que ver con un problema de oportunidades. Los años regalan un repertorio de experiencias que se ponen hábilmente al servicio de los nuevos desafíos.


Desterremos la frase del viejo(a) gagá y cambiémosla por el viejo(a) bakán, porque de verdad que muchísimos lo son. Y que esa mirada renovada también permee a los diseñadores de políticas públicas, autoridades y candidatos, para que sus propuestas se alineen con la realidad del senior del siglo XXI. Las actuales y futuras generaciones de adultos mayores no necesitan solo mejorar sus pensiones, sino también oportunidades laborales, educacionales, políticas y sociales para seguir profundizando sus conocimientos y formulando propuestas acordes con sus necesidades. Como bien dice Amartya Sen, el ingreso es un medio y no un fin. Un medio para alcanzar el desarrollo, para que la persona pueda hacer o ser en función de sus características y capacidades. Pero para activarlas se necesitan oportunidades que permitan desplegarlas y elegir llevar una u otra clase de vida. Lo otro es asistencialismo: una peligrosa ruta que perpetúa la dependencia, la falta de autonomía y nos retrocede de golpe a la imagen del anciano solo, las palomas y la plaza.


La entrada No más viejismo, por favor aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 05, 2017 03:33

Nueva institucionalidad para la educación pública

En el marco de la actual reforma de la educación pública chilena y con la puesta en marcha de la nueva institucionalidad resulta absolutamente relevante contar con equipos directivos que no sólo estén compuestos por personas idóneas y competentes, sino que también sean líderes que puedan conducir los cambios y desafíos que impone la meta que tenemos por delante: una educación de calidad, equitativa e inclusiva para todos los niños, niñas y jóvenes de nuestro país.


La experiencia del sistema de selección de directivos para la educación nos ha permitido recabar aprendizajes y resultados que van en apoyo de su fortalecimiento de modo que éste pueda hacerse parte de los desafíos institucionales que se aproximan. Los resultados de estos 5 años de implementación de la ley 20.501 muestran el importante grado de legitimidad que tiene el sistema de selección en el ámbito escolar, ya que ha permitido aumentar las capacidades técnicas y profesionales de quienes dirigen la educación pública, mejorando con ello la gestión de escuelas y liceos y de los DAEM. Todos los actores involucrados de alguna u otra manera concuerdan en que el sistema ha aumentado la transparencia y la participación en lo que se refiere a la gestión municipal.


Desde el inicio del proceso de discusión del proyecto de ley que crea la nueva institucionalidad para la Educación Pública, el Servicio Civil ha establecido todas las coordinaciones necesarias con el Ministerio de Educación en función de lo que debería ejecutarse una vez aprobado dicho proyecto. Los Servicios Locales de Educación serán Servicios adscritos al Sistema de Alta Dirección Pública lo que no sólo es consistente con los criterios que inspiraron el modelo de selección de directivos consagrados en la ley 20.501 sobre Calidad y Equidad de la Educación, sino que también guarda coherencia con la ley que fortalece la Dirección Nacional del Servicio Civil y perfecciona el Sistema de Alta Dirección Pública.


Para el Servicio Civil la tarea de apoyo a la puesta en marcha de los Servicios Locales de Educación implica dos grandes tareas, que se enmarcan en su rol y misión en materia de modernización del Estado: la rectoría en materia de gestión de personas considerando que se crearán 70 Servicios del Estado; y el Reclutamiento, Selección y Acompañamiento de quiénes van a tener la responsabilidad de dirigir los Servicios Locales de Educación.


Este proceso implica desafíos más allá de lo educativo propiamente tal; de hecho, su diseño y puesta en marcha levantan ámbitos relacionados con una dimensión organizacional, de gestión del cambio y de gestión de personas que desde el Servicio Civil, requiere abordarse en detalle, visualizando la complejidad que tienen. La relevancia de haber iniciado un proceso de apoyo y asesoría, tanto en la etapa de diseño como en su implementación, es parte de la función que hoy le corresponde asumir al Servicio Civil considerando la envergadura de la Reforma de Estado en Educación que se implementará.


De esta forma nuestra institución se hace cargo de los desafíos que implica continuar profesionalizando la labor directiva para el sector educacional.


Tal como lo hemos mencionado, la implementación del sistema de selección inspirado en los valores del Sistema de Alta Dirección Pública ha contribuido a un cambio cultural a nivel nacional y, especialmente, en el sistema escolar municipal, pues el mérito y la idoneidad se han consolidado como los factores principales de acceso para el ejercicio de un rol directivo a nivel educacional.


La puesta en marcha de la nueva institucionalidad, en especial el periodo de transición entre el actual y el futuro sistema de administración de escuelas y liceos públicos, sumado a los desafíos educativos de inclusión de las comunidades escolares, genera exigencias mayores al sistema de selección, en torno a convocar a los mejores líderes para la educación pública. Para esta tarea, y para apoyar en materia de gestión de personas en este proceso, el Servicio Civil se ha venido preparando, y hoy cuenta con las condiciones requeridas para el cumplimiento de su deber legal, su misión y su compromiso con nuestro país.


La entrada Nueva institucionalidad para la educación pública aparece primero en La Tercera.

 •  0 comments  •  flag
Share on Twitter
Published on October 05, 2017 03:20

Óscar Contardo's Blog

Óscar Contardo
Óscar Contardo isn't a Goodreads Author (yet), but they do have a blog, so here are some recent posts imported from their feed.
Follow Óscar Contardo's blog with rss.