Óscar Contardo's Blog, page 68

October 9, 2017

Bachelet de la tormenta

Cada vez que la prensa plantea que en algún momento de los dos gobiernos de Bachelet hay un hombre fuerte, es un anticipo de su caída en desgracia. La Presidenta, en innumerables entrevistas, incluyendo la publicada ayer, siempre deja ver su incomodidad cuando los medios dibujan un personaje tras el trono. Para que no haya dudas, sus palabras son claras: a ningún hombre Presidente lo intentan pautear.

Es quizás esa ira la que explica la rudeza de su trato hacia el feriado (pues no se puede decir renunciado) subsecretario de Interior, advertencia incluida de no mandar mensajes por la prensa. Más aún, en dicha entrevista la Mandataria se explaya respecto a los problemas de salud de su leal subsecretario. La exposición de su ficha médica por parte de la primera autoridad de la República, más aún si la profesión de ella es justamente la medicina, hace más difícil aún el retorno de Aleuy a Palacio.

También la Presidenta tiene palabras duras para la coalición de la cual proviene. Según ella, veían un país impoluto con la Virgen María, y no con las dificultades que solo en su segundo gobierno se han enfrentado de verdad. Les dio la razón a quienes han predicado el malestar de esos años, y no a los que han recalcado todo lo que se avanzó en esos años pese a las sombras del autoritarismo. Zanja la discusión entre autoflagelantes y autocomplacientes, caricaturizando al laguismo como “el continuismo de lo mismo”. Si hay un instante de rompimiento definitivo con la Concertación es este, no la serie de guerrillas previas con Lagos, que contaba con el apoyo de la Nueva Izquierda, sector del PS del que proviene Bachelet.

La Presidenta quiere dejar claro cuál ha sido su misión en este regreso. Quiere redibujar un país que se aparte de una mirada centrada en el individualismo, de tal modo que sea imposible volver atrás, pues aspira a que la derecha no tendrá las mayorías suficientes para ello. Por eso atravesó los mares como el personaje Daenerys Targaryen de Games of Thrones, que no quiere simplemente recuperar el poder que pertenecía a su estirpe, sino cambiar el modo de hacer la política, dragones mediante. Y también, por ello, la Presidenta se muestra crítica ante la práctica legislativa de sus propios ministros al separar los proyectos en educación, pues no permite mostrar su visión, que es lo más importante de todo.

Para este punto de quiebre político no hay costos que sean lo suficientemente altos. Si es necesario golpear la memoria de la Concertación, pues así sea. Incluso, postergar un eventual apoyo al candidato que tiene más probabilidades de ganarle a Piñera, pese a la advertencia que hace el jefe de comunicaciones de Guillier respecto a que guardarse para la segunda vuelta es un grave error histórico.

A Chile Vamos le van a causar una profunda irritación sus palabras respecto a que en este gobierno se ha avanzado mucho más que en el anterior. Contradice el relato que ha logrado instalar el piñerismo en los medios de que el suyo fue un buen gobierno y que el actual es un desastre que requiere ser corregido. Pareciera que el sueño secreto del bacheletismo es que en un segundo gobierno del ex presidente la crisis provenga por la indignación ciudadana cuando se intente revertir las reformas.

Y si eso llega a ocurrir, Bachelet estará presente. Lo pone en palabras de sus hijas cuando dicen que “no vas a poder venirte a la casa, porque siempre estás motivada”.


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Published on October 09, 2017 12:20

October 8, 2017

Un desafío

En círculos políticos, cada vez es más extendida la convicción de que los partidos que pierdan la elección vivirán una profunda crisis. Y quienes la ganen, solo la postergarán. También la viven. Hay razones diversas para esto. Unas más de cambio de mundo, otras de pérdida de calidad política. La conservadora derecha chilena suena hoy extravagante, incluso a derechas de otras latitudes. Intelectuales y dirigentes jóvenes de sus propias filas llaman a la renovación. En el caso de la centroizquierda, la desaparición de los fenómenos históricos que dieron origen a la socialdemocracia y al socialcristianismo; y la incomodidad para conciliar el mundo del siglo XXI – su vértigo científico tecnológico, las demandas emergentes de nuevo tipo, la certeza de que la economía de este siglo será de mercado y la claridad de que en la sociedad del conocimiento la creación de valor y plusvalía pasó a manos de quienes lo tienen – anuncia la urgencia de su puesta al día.


Pero en los partidos de la centroizquierda su amenaza más inmediata es la creciente muestra de incapacidad para dar gobernabilidad, su captura por redes burocráticas y su salida del visor de generaciones jóvenes e intelectuales. Mucha militancia lo resiente. La crisis es destino anunciado.


El PS no es el único caso, pero soy sensible a él. Tiene responsabilidades mayores en el actual gobierno por las cuales responder. Solo en el último tiempo, defenestró a Lagos por un candidato presidencial no socialista, de menor talla política y que, de perder, a diferencia de Lagos, dejará solo culpas para el futuro. También, sacaron de carrera a Fernando Atria y a José Miguel Insulza. Luego, quitan su candidatura senatorial por Atacama a Insulza que contaba con todo el respaldo de las bases socialistas de la región, para apoyar un candidato PC a cambio del apoyo PC a candidaturas “más queridas” de la directiva. Se rebela el regional de Atacama y recibe el apoyo del regional de Talca, por donde postula Elizalde.


Pero faltaba la guinda de la torta. El Informe Especial del TVN reforzado luego por Ciper, denuncia entrecruces políticos y de negocios del alcalde con narcotraficantes, concesionarios de la municipalidad y funcionarios de ella. Más preocupante aún, el alcalde llega a la máxima dirección en el PS gracias a haber sido campeón en el refichaje; logrando, no solo él, sino familiares y colaboradores, acceder a su Comité Central.


No es un asunto menor. De los refichados del PS solo alrededor del 40% eran militantes desde antes. Sospecho que en la angustia de refichar a tiempo, todos los partidos cerraron los ojos respecto a los antecedentes y trayectoria de quienes firmaban.


El PS no es el único partido que sufre el problema. Es consecuencia de una forma adoptada por la política. Para recuperar confianza en ella requerimos otra forma de hacerla. ¿Serán rescatables los actuales partidos para ese desafío?


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Published on October 08, 2017 23:06

Derrumbe y gobernabilidad

En la última semana, el gobierno terminó de caer en el espiral de la posverdad. O al menos, en realidades paralelas y francamente divergentes. Por un lado, el país fue testigo de una nueva y grave crisis política, por las materias y personajes involucrados. El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, el más leal colaborador de la Presidenta, simplemente se quedó sin piso político luego de que Bachelet decidiera quitarle la calificación de terrorista a las querellas contra un grupo de comuneros mapuches en huelga de hambre. Una voltereta respecto de la línea que el propio Aleuy venía implementando, de no ceder ante los imputados. Un episodio amargo, que pilló a Aleuy en Argentina, coordinando acciones por la Operación Huracán, en la que se detuvo a ocho dirigentes mapuches imputados por asociación ilícita terrorista. Y la guinda de la torta fueron los dichos del ministro Barraza (PC), asegurando que en esa misma operación hubo “efectismo comunicacional”. Con toda razón el subsecretario ordenó sus cosas, vació su escritorio y le presentó su renuncia a la Presidenta. Todo ello fue maquillado con unas vacaciones de las que nadie sabe si volverá. En una realidad paralela, Michelle Bachelet le aseguró al país que Aleuy no le renunció, que le señaló que necesitaba descansar porque no había tomado vacaciones, lo cual además no era cierto, y que siempre estuvo al tanto de todas las decisiones que tomó el gobierno, lo que reiteró ayer en entrevista con La Tercera.


Hay dos opciones, las dos malas: o la Presidenta está faltando a la verdad frente a un problema que todo el país presenció, o se comete la irresponsabilidad de mandar de vacaciones al encargado de la seguridad del país sin importar los problemas de terrorismo, el aumento de la delincuencia, la muerte de un carabinero o la aparición de fenómenos tan graves como la denuncia de vínculos entre un alcalde y el narcotráfico. Todo ello en la misma semana.


¿Por qué la Presidenta decidió poner en jaque mate en las últimas semanas a las piezas claves de su administración? Primero fue el ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés (y todo el equipo económico). Ahora Aleuy, su pilar en materia política. Lo más grave es que en cada uno de estos episodios Bachelet optó por lo accesorio y no por lo fundamental. Su única preocupación sigue siendo su legado frente al mundo de la izquierda y no los problemas reales del país. Lo ocurrido comprueba, una vez más, que el Partido Comunista fue un “gobierno dentro del gobierno”, pero terminó siendo “el” gobierno. Y demuestra la fractura irreversible que existe dentro del gobierno y en la Nueva Mayoría.


La descomposición de la NM -donde la DC y el PC ya señalan que no caben juntos en un proyecto futuro- revela el derrumbe político que está marcando el lastimoso cierre de este gobierno. Este final, por cierto, demuestra la ingobernabilidad aun mayor que representaría un nuevo gobierno de la NM. ¿O alguien piensa que Alejandro Guillier tiene más liderazgo que Michelle Bachelet?


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Published on October 08, 2017 23:03

Que se vayan las vallas

A pocos meses de la llegada del papa Francisco al país, y en medio de la controversia por la organización y financiamiento del evento, tuve la oportunidad de pasear por Santiago a unos amigos extranjeros que visitaban Chile por primera vez. Al llegar al centro y aproximarnos al Palacio de La Moneda, su primera impresión fue que algo extraño estaba por suceder, ya que la totalidad del perímetro de la Plaza “de la Ciudadanía” y la Plaza de la Constitución estaban cercadas por las mal llamadas “vallas papales”. Un amontonamiento de rejas mal pintadas, amarradas entre sí por marañas de alambres oxidados, que más allá de impedir el libre acceso a las explanadas y pastizales que rodean el palacio, ensucian y empañan todos los esfuerzos de diseño urbano y recuperación de fachadas realizados durante los últimos años en el Barrio Cívico.


Mis amigos preguntaron si se trataba de alguna medida especial, una alerta de seguridad o amenaza terrorista. Lamentablemente mi respuesta fue que desde hace una década estas estructuras temporales -al igual que las vergonzosas zonas pagas del Transantiago-, han pasado a ser elementos permanentes de nuestro precario paisaje urbano.


Todavía recuerdo cuando el Presidente Lagos permitió la apertura y cruce del Palacio de La Moneda en forma permanente al público en general. Lamentablemente, el furor de aquella experiencia republicana se desvaneció con el surgimiento de una oleada de manifestaciones y acciones de protesta -que por legítimas que sean sus demandas-, aprovecharon la visibilidad que ofrecía el centro neurálgico de poder político en el país. Es así como las explanadas de césped fueron escenario privilegiado para los flash mobs de pingüinos y universitarios, los espejos de agua del Centro Cultural La Moneda se convirtieron en la piscina perfecta para chapuzones de deudores habitacionales y finalmente, la gota que rebalsó el vaso, fue la infame quema de la puerta de Morandé 80. Ante tal nivel de violencia y recurrencia de manifestaciones, las autoridades actuaron con pragmatismo e instalaron en forma permanente las vallas papales, que hoy dan cuenta de nuestra incapacidad de manifestar en forma civilizada nuestras demandas cívicas.


Si el espíritu de estos tiempos indica que esta agresividad no va a cambiar, bien vale la pena reconocer el problema y reemplazar las rejas por elementos permanentes acorde con la dignidad del Barrio Cívico. Ejemplo de ello son las grandes jardineras que el Servicio Secreto estadounidense instaló en los alrededores de la Casa Blanca luego de los ataques de las torres gemelas y el Pentágono. Si bien se trata de grandes moles de hormigón a prueba de ataques, la incorporación de vegetación y flores, así como un buen diseño urbano, mitigan a tal nivel su presencia que pasan casi desapercibidas, enmarcando de manera solemne la residencia presidencial.


Ya es hora que nuestro gobierno se haga responsable e implemente un proyecto similar de cierre perimetral flexible, acorde con la relevancia de su entorno. Incluso propongo que se le encargue a Cristián Undurraga, quien se ha convertido en el arquitecto oficial del Barrio Cívico, luego de ganar los concursos sucesivos de diseño de la Plaza de la Constitucion, Plaza de la Ciudadanía y Remodelación del Eje Bulnes, promovidos por gobernantes tan diversos como Pinochet, Lagos y Piñera. Así se podrán reciclar las vallas para controlar a las masas en la próxima visita papal o en eventos puntuales, y recuperar en forma permanente la dignidad de uno de los espacios públicos más simbólicos e importantes de nuestra historia republicana.


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Published on October 08, 2017 23:00

Con pobreza franciscana

Seamos claros, no hay que confundir la pobreza digna con que viven los indios con la pobreza futbolística que nos hizo vivir la sub 17 en Calcuta.


El Chile de ayer entró con un 4 – 5 – 1 ostensible como para aspirar a un empate y nada más. Un equipo timorato y ultradefensivo. Carente de habilidad técnica, pobreza táctica y superado en velocidad.


Los ingleses parecían sudamericanos de muy buen toque, exuberancia técnica y potencia física en toda la cancha. Su toque estuvo al servicio del gol. Y no como Chile, que juega al servicio del sudor. Al servicio de la táctica, dicen los neófitos.


Ellos tocaban y encaraban privilegiando las orillas. Una señal más para nuestro fútbol formativo que la técnica debe estar al servicio del equipo, pero en los últimos 20 metros al servicio del individualismo. Si el fútbol es un deporte de engaños, Foden, McEachran y Brewster son una apología de la finta, dribling y amagues. Sin olvidar a sus eximios goleadores Hudson y Sancho.


En Chile no hay jugadores habilidosos. El que dice dominio, dice técnica. Y esa receta se vendió en la farmacia de los ingleses. Nos vacunaron con cuatro goles, mérito de ellos con la complicidad de nuestra propia enfermedad.


Los grandes equipos no rifan el balón, lo suman o multiplican. Pero Chile se restó cuando se adueñó de él y lo dividió con malas decisiones.


Todos sucumbieron al dominio europeo. No hay nada para rescatar. Deben superar en un cien por ciento lo hecho en este debut para avizorar un mejor futuro. Preocupa el 4-0 por el promedio de goles. Es cierto, se perdió con el segundo de Europa, también perjudicó el calor sofocante y tiritan las piernas con el debut.


Algo importante, el año 1993 estudié las clasificatorias de FIFA y el segundo de Sudamérica siempre clasificaba a segunda fase. Y así sucedió en el Mundial de Japón. Clasificamos y llegamos al tercer lugar en el mundo.


En resumen, un equipo que no juegue a pensar anticipadamente estará condenado a sobrevivir con las ansiedades del día a día.


Aún no es hora de evaluaciones.


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Published on October 08, 2017 22:28

October 7, 2017

“No sentencia”

El Tribunal Constitucional (TC) dictó fallo en la causa “Parlamentarios con BancoEstado”, favoreciendo ampliamente las pretensiones de los primeros, con el fin de precaver “el normal funcionamiento del régimen democrático”. El caso es que había quejas de parlamentarios que son candidatos en contra del BancoEstado, porque no les otorga créditos para financiar sus campañas; aunque tampoco los han recibido de la banca privada. La diferencia es que el banco estatal invoca una prohibición constitucional para negarse: la Carta Fundamental señala que cesan en sus funciones los parlamentarios que celebren contratos con el Estado; y los préstamos de dinero implican un contrato.


Una norma que no es arbitraria, ya que busca asegurar la separación de poderes inherente a la democracia. Si los parlamentarios pudieran celebrar contratos con el Estado, habría allí una manera para que el gobierno cooptare a sus colegisladores, que tratándose de los diputados son, además, fiscalizadores de sus actos. En suma, una norma que busca asegurar “el normal funcionamiento del régimen democrático”. La pregunta es si la voz “Estado” que se emplea abarca también a una empresa estatal, como es dicho banco. Se puede debatir, pero algo es indiscutible: se da la razón de la norma, impedir que el gobierno, a través de una empresa pública, coopte a los parlamentarios. Si se llegare a plantear una controversia jurídica al respecto, tendría que dirimirla el TC, porque le corresponde pronunciarse sobre la cesación en el cargo de los parlamentarios. Pero como el BancoEstado no les ha dado préstamos, no se configura la causal de cesación y no hay litigio posible. Pero las cosas tienen solución. Bastó una visita protocolar del presidente del Servel al TC, para que éste sacara una “declaración” precisando, no obstante aclarar que no puede emitir sentencias por anticipado, que los préstamos del BancoEstado para financiar campañas no están entre los contratos que causan la cesación de parlamentarios.


Inédito que un tribunal emita una opinión sobre una controversia que le puede ser planteada. Una actuación que infringe diversas normas constitucionales: la que indica que “toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado” (debe haber un proceso y en él tiene que escucharse a la contraparte); o aquella que enumera taxativamente los casos en que el TC puede ejercer sus atribuciones, no figurando dirimir debates públicos, lo que entonces no puede hacer “ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias”; o la que dice que “en Chile no hay persona ni grupos privilegiados”, porque la disputa que usted tenga con dicho banco no le será resuelta en forma express por el TC. Esto es solo para políticos.


Los que quieren abolir la democracia, la Constitución y el Tribunal, su supuesto guardián, se están sobando las manos con esta “no sentencia”.


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Published on October 07, 2017 23:30

Mahmud Aleuy

Cualquiera que sea nuestro juicio respecto de la posición que el gobierno originalmente adoptó en torno a la aplicación de la ley antiterrorista, para los graves hechos que se sucedieron en La Araucanía, podremos todos convenir que resulta muy poco serio, por no decir incomprensible, que el mismo Ejecutivo cambie sin mayores fundamentos esa decisión, contribuyendo todavía más a la confusión e incertidumbre. Y eso es, creo yo, lo que terminó por aburrir al subsecretario del Interior.


Pero tratándose de este particular funcionario público, la situación pudiera ser todavía más grave. Aleuy no solo se convirtió en uno de los colaboradores más leales al gobierno y a la Presidenta Bachelet, sino que mostró un desempeño y eficacia en el cumplimiento de sus funciones que ha estado muy por encima de lo exhibido por esta administración. Lo ha hecho, además, de manera sobria y republicana, alejándose de los reconocimientos y el exhibicionismo tan habituales en otras autoridades, subordinando el interés de muchas personas, grupos y partidos -y para qué decir del propio- a los del Estado y el buen funcionamiento del gobierno.


Francisco García, nombre con el que lo conocieron muchos en sus años de militancia de la Izquierda Cristiana durante la dictadura, ha sido además un permanente nexo entre esos dos mundos de la centroizquierda; generando siempre puentes, facilitando diálogos, e intentando aunar voluntades para dar continuidad y solvencia a una cultura política que ha sido muy importante en la historia del país en estas últimas tres décadas. En ese trabajo silencioso y a ratos ingrato, cuya importancia no siempre es percibida por la opinión pública, los más cercanos a la gestión de Aleuy también podrán dar cuenta de las muchas veces que le tocó liderar y coordinar decisiones con las cuales no siempre estuvo de acuerdo, pero donde el imperativo de la consistencia y coherencia en la gestión estatal y política exigió una voz de orden y certezas de cómo proceder; reconociendo y protegiendo siempre la dignidad y autoridad presidencial.


Y quizás por todo esto, es que lo sucedido no solo fue muy injusto, sino también triste. Creo que la desazón que probablemente embarga al subsecretario del Interior, poco tiene que ver con su propia posición o la circunstancia de haberse operado este cambio de decisión mientras él se encontraba fuera de Chile; de hecho, esos son costos personales menores en comparación a los otros que ya ha tenido que pagar en el ejercicio de este cargo. Lo que debe dolerle más es que el fondo de lo ocurrido y sus futuras consecuencias, es justamente lo que él siempre ha tratado de evitar en el ejercicio de su cargo.


Por el país y el gobierno, e incluso contra el interés personal y familiar del propio Aleuy, es que espero vuelva a su cargo, y ojalá lo haga pronto.


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Published on October 07, 2017 23:27

Separando la paja del trigo en la campaña

La izquierda en el poder, tiene casi siempre el extraño atributo de resolver los problemas equivocados, de la manera errada, en el tiempo equivocado. En educación, el principal desafío no es la gratuidad, ni quién la ofrece, sino que es la calidad apropiada para el siglo 21, y por cierto la garantía de acceso de los más pobres. De nada sirve educación gratuita pero apenas apropiada para la primera mitad del siglo 20. Efectivamente, debemos reformar la educación. La clave en la edad del conocimiento es la diversidad, no la homogeneidad. Se requieren más colegios, universidades y centros técnicos, con diferentes modelos y un cambio crítico en el sistema de títulos y grados que favorece el entrenamiento más que la educación. En una sociedad que se datifica y que ya cuenta con inteligencia artificial, no podemos seguir con educación del siglo 19.


El problema de la salud no son las concesiones, sino la organización, la gestión y en particular las nuevas tecnologías. Tampoco es necesario aumentar el tamaño físico del Estado, sino sus responsabilidades y capacidad de regulación con controles adecuados. El Estado, hoy lleno de operadores políticos, debe urgentemente modernizarse y especialmente achicarse, pero con más poder, y jamás ser juez y parte como lo es hoy en muchos sectores. En cada gobierno se crean un par de ministerios y crecen nuevas reparticiones públicas. El problema del Congreso no es el número de parlamentarios sino su modernización en la lógica del Congreso del Futuro de Girardi.


Ciencia y tecnología son los pilares de estos tiempos, y si bien todos hablan de ello, en la práctica los gobiernos no hacen mucho. La máquina y la tecnología no son lo mismo. Tampoco es lo mismo el gobierno y el Estado, que en los países totalitarios sí lo son. El idioma y el lenguaje tampoco son lo mismo, lo que agudiza la destrucción cultural de las estrategias gramscianas. Tampoco es lo mismo oír y escuchar, o ver y mirar, lo que desacredita a los políticos que dicen escuchar “a la gente”. Todo esto es un enorme drama de nuestra contingencia nacional, producto de la poca preparación de la mayoría de nuestra clase política.


La democracia requiere aislar a los fundamentalistas, ya que se trata de transar, de acordar, de ver un poco lo que el otro ve. Esto es válido en todas las direcciones políticas. No se debe tratar de imponer los valores personales a los otros, en la medida que pueda vivir libremente de acuerdo a los propios. La ética social está en la ley, en el estado de derecho; otra cosa es la ética personal, y la clave es la sociedad libre que permite a cada cual observar sus credos y valores, sin afectar a los otros.


El próximo gobierno entrará a la tercera década del siglo 21. La agenda relevante es, en primer lugar, ser capaces de producir más bienestar para todos y eso depende de la economía. No hay desarrollo social sin crecimiento, algo que dijo la propia Presidenta pero que nunca practicó. Para ello se requiere mucha inversión, gestión, reglas claras, innovación, capital humano adecuado y una poderosa infraestructura de soporte que debe ser fortalecida y realizada con concesiones. Chile requiere invertir al menos unos US$ 200 mil millones en los próximos 10 años en diversos tipos de infraestructura.


En segundo lugar, hay que erradicar completamente la pobreza remanente, tema del que ya ni se habla en nuestro país. En tercer lugar, hay que enfrentar con decisión el cambio climático que causará severos estragos en el mundo y en Chile. Para lo anterior se requiere un acuerdo nacional, que incluya una posición común frente a la seguridad y delincuencia, a la gestión del Estado, en particular la salud pública tan mal administrada por los incentivos equivocados.


Digamos un no rotundo al populismo.


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Published on October 07, 2017 23:24

Versión sin arrugas

Todos mentimos: para protegernos, para proteger a los demás, por piedad, por temor, por egoísmo. La vida privada y pública está llena de mentiras, a diario, con y para todos, interminablemente. En rigor, no seríamos lo que somos sin ese universo de mentiras que mantenemos en secreto frente al mundo, que se oculta a través de nosotros. En cada silencio, en cada palabra, hay un dejo de trampa y falsedad, proyecciones de una realidad ilusoria que conciente o inconscientemente usamos para instalarnos frente a los otros.


En política, la mentira es aun más determinante, elemento central e inevitable del esfuerzo desplegado por el poder para hacer de las suyas. Los poderosos no puede vivir sin mentir, sin encubrir sus miserias ni sobredimensionar sus escasas virtudes. Pero hay un límite, fijado por la mínima necesidad de que la opinión pública crea en aquello que se le dice o, al menos, en intentar que dicha credibilidad sea posible. Cuando ello se ha descartado, cuando ese esfuerzo ni siquiera se realiza, estamos en presencia de un deterioro de otro calibre.


Eso fue, precisamente, lo que presenciamos esta semana: un gobierno que no solo nos mintió de manera descarada, sino que ni siquiera tuvo la intención de ocultar sus mentiras. En efecto, el país fue testigo de una tensión política provocada por el esfuerzo legítimo realizado por el Ejecutivo, con el objeto de desactivar una huelga de hambre llevada a cabo por comuneros mapuches. Las desinteligencias de la forma en que se realizó ese giro dejaron sin embargo al subsecretario del Interior -Mahmud Aleuy- descolocado y sin piso político. A ello se agregaron después las críticas públicas del ministro Barraza a la estrategia impulsada hasta ese momento por La Moneda. En ese contexto, los medios de comunicación hicieron su trabajo y todos los antecedentes recabados coincidieron en que el subsecretario Aleuy, molesto por la desautorización, decidió presentar su renuncia al cargo.


Pese a las evidencias, el gobierno tomó la decisión de no reconocerlo, de negar el descuerdo político afirmando que, ‘justo’ en medio de esta controversia, el subsecretario decidió ‘irse de vacaciones’. La Presidenta Bachalet no tuvo problema en mirarnos a la cara y señalar que Aleuy optó por hacer uso del feriado legal, debido a que en febrero no pudo tomar días de descanso debido a los incendios forestales. Una versión que luego quedó también en entredicho, debido a que aparecieron antecedentes que confirman que el subsecretario sí tomó vacación durante el verano.


Al final del día, el resumen de este episodio fue la mentira flagrante, la decisión de la autoridad de negar las evidencias públicas sin importarle que nadie creyera su versión. En esa lógica, se entiende también que no le importen su impopularidad, el mayoritario rechazo a sus reformas, el probable triunfo de Sebastián Piñera, el patético final de la coalición que lo sustenta. Todo da lo mismo, salvo la delirante obsesión por un lugar en la historia que nadie sabe cómo va a poder consagrarse con este conjunto de realidades en contra.


Un gobierno al que simplemente dejó de importarle lo que gente piensa o cree de él, esta semana dio una clase magistral de lo que es mentir sin arrugarse.


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Published on October 07, 2017 23:21

El pluralismo es una chacra

El debate sobre la llamada “objeción de conciencia institucional” de la Pontificia Universidad Católica, así como sobre la legitimidad de que dicha institución se plantee abiertamente en contra del aborto, es mucho más importante de lo que parece a primera vista, más allá de si uno está de acuerdo o no con la postura de la institución. Es un debate sobre cómo entendemos el orden social.


Es más o menos evidente que existe una tensión entre Estado, instituciones intermedias e individuos. La libertad de acción de cada uno de estos actores se ve limitada por la acción de los demás (esto es precisamente lo que destacaron con escándalo quienes “descubrieron” que había una tensión entre objeción institucional y objeción de conciencia individual). Sin embargo, cada vez que se ha buscado reducir uno de estos ingredientes del orden social a otro, la libertad, el orden y la prosperidad del conjunto han desaparecido. Y es que no solo se limitan entre sí, sino que también parecen necesitarse mutuamente para poder desplegarse: por ejemplo, cuando solo hay individuos y Estado, el individuo es impotente frente al Estado, y el Estado es, a su vez, incapaz de satisfacer todas las necesidades de los individuos.


Lo que suele haber detrás de las posturas políticas que pretenden comprender y hacerse cargo de todo el orden social desde la perspectiva exclusiva del Estado, de los individuos o de las instituciones civiles, es una profunda pobreza antropológica. Tratar de simplificar a la fuerza la complejidad del entramado social para eliminar sus tensiones, equivale a mutilar aspectos de nosotros mismos que dependen de esa complejidad para realizarse. Es negar de manera miope la multiplicidad de necesidades y deseos humanos. Luego, reconocer esta tensión y la imposibilidad de hacerla desaparecer es algo necesario y razonable. Todo orden social debe pensarse suponiendo esta realidad y tratando de encauzarla todo lo posible hacia el bien común, lo que exige arreglos institucionales para negociar la relación entre las distintas partes, sin pretender reducirlas unas a otras.


Esta mirada comprensiva y tolerante con la diferencia es la propia de una sociedad pluralista, que reconoce y cultiva (y por eso también financia, en lo posible) la diversidad institucional, al mismo tiempo que trata de evitar los abusos entre Estado, instituciones e individuos. Equilibrio que es, por supuesto, complejo y lleno de riesgos, y que involucra contrapesos, frenos y regulaciones de diversa naturaleza. Una sociedad pluralista no se sostiene sobre un “laissez faire” del tipo “que hagan lo que quieran, pero no con fondos públicos”. Requiere ser cultivada: es un régimen exigente, no uno que opere por defecto.


Finalmente, el pluralismo tiene como objetivo posibilitar la coexistencia razonable de lo diferente. No la disolución de las diferencias. No es una filosofía de la neutralización y la homogeneización, sino todo lo contrario. Es, usando una metáfora agrícola, la reivindicación de la desordenada y sustentable lógica de las huertas y las chacras, en contra de la ordenada y aridizante lógica del monocultivo.


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Published on October 07, 2017 23:18

Óscar Contardo's Blog

Óscar Contardo
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