Erika Raspberry's Blog, page 13

Dos amaneceres y un atardecer y medio.

  ¡Hola, flor! Por si no estás al tanto de mis pesquisas en Twitter, he decidido cambiar mis planes para el tema de la organización de Sabrae. No sé si recuerdas que en un principio dije que quería hacer cuatro partes; pues bien, resulta que, después de explayarme mucho más de lo que debería en la tercera, Gugulethu, he creído que sería mejor incluir una nueva parte con lo que originalmente iba a pasar en Gugulethu (por eso de que Alec iba a marcharse a África en el quinto o sexto cap de Gugulet...

Trescientos sesenta y cuatro insomnios.

 
Los barrotes de hierro estaban cálidos al tacto, todavía conservando el calor del último de los días de verano para mí, y haciendo que los envidiara: al contrario que ellos o el océano después de batir récords de temperatura en época estival, yo no iba a transicionar por un otoño dulce en el que pudiera ponerme faldas ocres y granate por encima de la rodilla y blusas vaporosas en los mismos tonos de los que se teñían los árboles. Yo ya estaba en el invierno, el invierno más crudo de mi vida, un...

Banquete de cenizas.

Hablando de escuchar…
               Parecía mentira que uno de los peores días de mi vida fuera a empezar tan bien, como morder una fruta podrida de la que el primer bocado es el más dulce que has probado nunca.
               No habíamos puesto despertador, supongo que confiando en que nuestros cuerpos decidirían cuándo era el momento de separarse, o en que el universo se las ingeniería para imponernos su plan. Como siempre, estábamos en lo cierto. Todavía faltaban unas horas para que el avión ...

Limonada.

De Alec se pueden decir muchas cosas, pero no que no cumple sus promesas.
               Y yo lo sabía. Todo mi cuerpo lo sabía. Era escuchar el sonido de su sonrisa lobuna tatuando sus labios y ya echarme a temblar, porque en el mundo había hombres y Hombres, y yo había encontrado al único que se había ganado el derecho a escribir su género con mayúscula.
               Me tiró sobre la cama como los emperadores hacían con las prostitutas con las que celebraban sus conquistas, y yo supe que, a pa...

Sol de limón.

Sherezade podía sentirse muy afortunada por lo generosa que estaba siendo su hija, permitiendo que su reinado de la belleza se extendiera más allá de su pubertad. Sabrae estaba espectacular esa noche, su pelo ondeando suavemente al viento igual que las olas del mar al que homenajeaban esos zapatos que se ocultaban debajo de la mesa, pero que yo notaba acariciándome las piernas en promesa de lo que iba a pasar esa noche.
               Estábamos en la azotea del Savoy, en una de las terrazas más e...

¡hola! Sigo siendo Eri, y todavía les robo sueños a las Directioners.

Seguramente muchas de vosotras recordéis la época en la que llenaba la tl con links de una historia que estaba subiendo a mi blog que yo aseguraba que no era una fanfic, a pesar de que salían cinco chavales con las que todas estábamos obsesionadas.
Lo que posiblemente no recordéis es que empecé a escribir esa historia hoy hace justo diez años.
Seguramente tampoco hayáis dado mucha importancia a las veces en que yo bromeo sobre lo que me puede llegar a hacer escribir sobre mis sueños.
La primera novela que terminé se basa, precisamente, en uno de esos sueños.
Yo no era directioner por aquel entonces, pero tenía un blog que acababa de abrir, me lo pasaba bien escribiendo, y creí que sería divertido desarrollar un poco lo que había soñado para que mis amigas, que sí que lo eran, pudieran recrearse en eso.
Lo que JAMÁS habría pensado es que, diez años después, estaría publicando el capítulo 226 (sí, doscientos veinti puto seis) del spinoff de la secuela de la historia que escribí en base a esos veinte segundos que se supone que duran los sueños en nuestro cerebro, y sin embargo aquí estoy.
Me parece una soberana locura todo lo que ha pasado en este tiempo y que lo único que se mantenga tal y como era es mi rutina de los fines de semana, el sentarme a mentirle a todo internet contándole historias de amor sobre personajes que todavía no me explico por qué eligieron mi cabeza para hacer de ella su hogar.
Tampoco voy a negar que no ha sido fácil en ocasiones, que he tenido que renunciar a muchas cosas con tal se seguir (quedar con libertad con mis amigos, hacer planes sin mirar la agenda, remolonear los días 11 y 23 o no hacer más que ampliar mi lista de películas o libros pendientes), pero en días como hoy, viendo dónde empezaba, viendo dónde estoy, viendo adónde voy, sólo pienso... joder. Qué p r e c i o s o es escribir. Es como viajar en el tiempo, pero totalmente a tu antojo. Las cosas que escribimos dejan de ser nuestras y lo son siempre, nos regalan un pedacito de eternidad y también nos arrebatan un pedacito de nuestra alma para fosilizarlo y entregárselo a todo aquel que quiera revivirlo durante el suspiro que es leer.
Así que por eso quiero dejar por escrito mi eternísima gratitud a todos los que me han acompañado en el camino, ya sea desde ese primer capítulo, desde 2012, desde la primera vez que escribí "Scott" o los que todavía no saben quién es Sabrae, más allá de alguien con quien estoy obsesionada y sobre la que debería callarme mil años (ya os gustaría); ya se leyeran It's 1D bitches en una noche o en el año que estuve escribiéndola; sepan lo que es Light Wings o consideren que con un fragmento de un capítulo en Wattpad lo mío no es para ellos.
Sé que gran parte del esfuerzo es mío, pero igual que doy el 99%, sé que, sin ese 1% que los lectores le dan al escritor, jamás se alcanzaría el 100%. Así es como llevo yo diez años.
Ojalá estar, como mínimo, diez años más.
Así que muchas, muchas, MUCHÍSIMAS GRACIAS, de corazón, por haberme acompañado mientras descubría una de mis pasiones y haberme dado los empujones que necesitaba cuando quería tirar la toalla. Gracias por pedirme que os avisara de los caps. Gracias por vuestros comentarios.
Gracias por vuestras teorías y las cuentas que creasteis sobre mis historias o las noches charlando sobre ellas.
No os hacéis una idea de lo que significa para mí, y creo que eso es lo único que jamás seré capaz de contaros con un mínimo de fidelidad.
Lo que sí puedo hacer es homenajear lo que pasó hoy hace diez años... y darles las gracias a esos cinco idiotas (sí, a los cinco; a Louis, a Liam, a Zayn, a Niall y, uf, también a Harry) por la adolescencia que me dieron.
Así que... ¡hola! Sigo siendo Eri. Y todavía les robo sueños a las Directioners.

(lo acabo de publicar en mi cuenta de twitter , pero quería tenerlo también por aquí <3

Hola, mi nombre sigue siendo Eri. Y les sigo robando sueños a las Directioners.

 
Hoy hace exactamente diez años, me desperté con una sensación de urgencia por escribir el sueño que acababa de tener. Como todos los sueños, era inconexo y partía de la nada, pero aquel fue especial, como si lo que había imaginado supiera de su importancia intrínseca y quisiera sobrevivir al olvido al que condenamos a todos los sueños que no contamos a toda costa, urgiéndome a que lo continuara. Era curioso, porque, al contrario que mis anteriores sueños que habían desembocado en historias y qu...

Ahora o nunca.

¡Hola, flor! Sé que no paro de darte sustos con notitas como esta, pero quería avisarte de que el lunes que viene (no pasado, sino el 11) voy a ir a un concierto (¡de Imagine Dragons, nada menos!), así que es bastante probable que no haya capítulo el finde que viene, puesto que me voy el domingo por la mañana en un mini viajecito. Espero poder sorprenderte, pero tengo bastante lío con el trabajo y demás, así que prefiero que vayas sobre aviso y no generar expectativas que luego puedo superar, a ...

Todo es mejor en Grecia.

¡Muchísimas gracias por tu paciencia, flor! Volvemos al calendario de siempre ᵔᵕᵔ ❤

 

-Bueno-se burló Scott, arrastrando mucho la E mientras se giraba y le dedicaba a su hermana una sonrisita llena de suficiencia que no me habría importado borrarle de la cara de un tortazo-. ¿Qué se siente al tener que esperar, por fin, por Alec?
               -Ya creíamos que no venías-dijo Max, con el brazo alrededor de la cintura de Bella. Me alegraba que a alguien le fuera bien en su vida amorosa, aunque visto...

Las campanas doblan por ti.

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ningu...