S. Bonavida Ponce's Blog, page 31

June 16, 2017

VIDEORELATOS ⁂ Leyendas de Os: Oscuridad ⁂

« Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos »Gandalf
Estimados,

Este videorelato nació después de ver la maravillosa ilustración de la ilustradora @Keenasue.

«Leyendas de Os: Oscuridad»

Abrazos, estimados. ^_^


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on June 16, 2017 09:50

June 12, 2017

AUDIORELATOS ⁂ Aras y Alan ⁂


« Nada en la tierra puede compensar la pérdida de alguien que te ha amado »Selma Lagerlof

Estimados,

«Aras y Alan»

La perdida también es amor.

Abrazos.


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on June 12, 2017 16:07

June 11, 2017

Los sueños de UTLA: Xenofóbico

« No debes perder fe en la humanidad.  La humanidad es un océano;  si algunas gotas son sucias,  el océano no se vuelve sucio »Mahatma Gandhi
Los últimos rayos de sol crean sombras extrañas en el suelo. Alargadas el doble de su perímetro por el ángulo mortecino en la luz. Es el anticipo de la negrura que comenzará a absorber las calles en breve.Camino por una calle empedrada, creo que es de mi Roma natal, pero no estoy seguro. Un tipo, dentro de un Fiat Panda, grita en árabe a un móvil que sostiene en su mano izquierda. Me fijo en su rostro moreno, de mandíbula prominente, y en sus ojos inquietos que miran a todas partes. Recuerdo los recientes atentados en Manchester, también el más reciente en Londres, y de repente me entra pánico. Me crea ansiedad observar a un árabe en un coche chillando. El tipo se gira y observa en dirección a los asientos traseros de su vehículo. Balancea el cuerpo y busca algo con su mano libre, mientras no para de gesticular. En ese momento nuestros ojos se encuentran y la mirada rodeada de ojeras oscuras me observa con fijeza. Me pongo a correr. De tan asustado ni siquiera sé el porqué me lanzo a esta carrera estúpida. Voy en dirección a mi vehículo. No pienso con claridad, solo quiero meterme dentro de mi coche, arrancar y marcharme lo más lejos posible. Giro la esquina, y lo diviso aparcado en el mismo lugar que lo dejé. Inserto mi mano en el bolsillo interior de mi chaqueta y agarro con fuerza la llave, pero algo topa con ella y me impide extraerla. ¡Maldita sea! ¡Sal! ¡Sal! Forcejeo con fiereza, alargando en espasmódicos movimientos la lucha, pero la llave se encuentra obstruida con algún elemento que no distingo. Escucho un ¡pop¡ y la resistencia finaliza. Por fin extraigo la llave, que casi vuela por los aires debido a la brusquedad de mi fuerza. La introduzco en la cerradura y la giro en su interior. Abro mi auto.Arranco el motor, el cuál suena dócil en contraste con mi corazón que late desesperado. Seguido presiono el acelerador, pero la mala suerte quiere que el semáforo en rojo me detenga.Oigo un repiqueteo en la ventanilla del copiloto. El tipo, el árabe, sostiene una cartera en su mano, sonríe amigable y vuelve a picar con la yema de los dedos en la ventanilla. Lo observo con total pavor, pero en ese momento reconozco la cartera que sostiene en la mano. Es la mía. ¿Cómo...? El interior del bolsillo. La cartera estaba ahí. El ¡pop! Cayó.Abro la ventana del lado del copiloto un palmo. Continúo con una mirada de loco asustado.        —Amigo, se le cayó cartera.        Apenas parpadeo. No recuerdo si consigo gesticular un gracias. Me fijo en mil detalles, en la piel morena, en la mandíbula prominente, en la oscuridad circundante alrededor de los ojos, el rostro surcado por muchas arrugas. Acerco mi mano y le agarro la cartera con lentitud. La mirada que me devuelve es de tristeza.        —Amigo. Nosotros también asustados.        El tipo se gira con parsimonia, cabizbajo, y vuelve calle abajo. Un coche detrás de mí presiona el claxon. El semáforo se ha puesto verde. Me pongo a llorar.        Despierto. Hay lágrimas en mis ojos. Son reales, no las he soñado. En ese momento, mientras continúo llorando descubro que soy Xenófobo, y no lo sabía.


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on June 11, 2017 12:00

June 9, 2017

VIDEORELATOS ⁂ Mi mamá me dice que soy espacial ⁂

« Edith: [Enfadada] ¿Dónde estabas en 1292? John Oldman: [Calmado] ¿Dónde estabas tú hace un año? »El hombre de la tierra(The man from earth - 2007)
Estimados,

Un relato muy espacial y «bunito».

Gracias Nicole Ocano por prestarnos tu voz.

Abrazos.
«Solo existe el amor»

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on June 09, 2017 07:05

June 7, 2017

AUDIORELATOS ⁂ Hemos visto un submarino ⁂

« Y si el río de mi amor se precipita por fragoso terreno, no importa, no hay río que no se abra paso tarde o temprano hacia el mar »Friedrich Nietzsche
Estimados,

«Audiorelatos: hemos vistos un submarino».

Existe una leyenda, sobre la tripulación de un sumergible alemán, que narra porque los marinos lo abandonaron intacto... 

Abrazos.
«93% imaginación. 7% realidad. Pero es ese 7% lo que realmente importa».

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on June 07, 2017 00:34

June 4, 2017

Una cuestión a reconsiderar

«Si todos fuéramos uno, y uno fuéramos todos, ¿dónde quedaría el nihilismo? En el medio, le contestó al Rey. Y acto seguido, el verdugo, le cortó el cuello»Leyendas del Rey Jynx El Tuercecuellos
El mágico mercado de libros. Callejuelas empedradas con tenderetes de plástico y madera. Las mesas, que sostienen montañas de tinta, tiemblan con precario equilibrio. En ellas se alzan columnas de libros viejos, de carcomidas portadas por el sol, el aire, la lluvia y el manoseo rutinario de tantas personas.Mi mano derecha escarba entretenida. La izquierda sostiene la pila de al lado para que no vuelque. Un empujón por la espalda. Mi mano pierde agarre y la columna cae con estrépito sobre la mesa. Siento, en ese golpe en la espalda, la contundencia de un pecho femenino.—¡Ay! Perdona.Es voz de mujer. Me giro. La brusca empujadora, melena con trencita nórdica alrededor de la sien, me mira preocupada.—Ya te ayudo —recalca mientras une las manos en señal de perdón. Sonrío.La encargada del puesto, sentada con tranquilidad en su taburete, nos observa indiferente. Debe ocurrir varias veces al día una avalancha de libros en su puesto. Unimos las cuatro manos. Se producen fortuitos roces de dedos. Posee la piel suave y cálida. Reconstruimos la columna y distribuimos los libros a lo largo de la mesa, de manera, que sea más complicado para los siguientes escarbadores desmoronarlos.—Perdón por el empujón —insiste.—¿Buscas algo en particular o solo ojeas?El rostro se le estremece en un extraño rictus. Me dice que solo ojea, o que quizá, sí busca algo en concreto, pero que ni ella misma lo sabe. Sonríe. Viste como una nórdica, y la trencita alrededor de la cabeza ayuda a realzar esa visión vikinga. Le comento de ir a tomar un café. De nuevo, con sorpresa, se le forma ese rictus tan gracioso, a camino entre un sí y un ¿qué me dices? Acepta con una sonrisa, pero con la firme promesa que será ella quien invite al café.          En la cafetería ella se pide un té verde y yo un refresco de cola. El eufemismo del café da paso a una pequeña tertulia sobre libros y autores.         —¿Te gusta Murakami?¡Ufff! Esta mujer me da que pensar. Le contesto que no. Qué no me gustan los escritores japoneses, que solo leo literatura hispánica. Su rictus sufre un atolondramiento, presa del disgusto de una noticia desagradable. «Delibes», le suelto, ese si escribe bien. Pero contraataca con un clásico: Shakespeare. Claro, por mucha filología hispánica no puedo criticarle a William. Esta mujer es inteligente. Guapa. Y descubro, para mi alegre sorpresa, con iniciativa. Me solicita el número de teléfono, se lo doy, y acto seguido me envía un mensaje. WhatsappFreyja (última vez visto ayer a las 13:40)Viejo. ¡Me debes un café!  20:05 ⁂
...
En medio de los puntos suspensivos se puede leer una historia de amor. Cada lector, con su especial afinación lectora, lo interprete como plazca. 

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on June 04, 2017 12:00

June 2, 2017

VIDEORELATOS ⁂ Henry Slim ⁂

« ¿Por qué un corazón está solo?
¿Por qué abrazar la soledad? »Henry Slim - Un corazón está solo
Estimados,

«Videorelatos: Henry Slim»

Un homenaje a nuestro amigo y compositor Henry Slim.

Abrazos, estimados.


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
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Published on June 02, 2017 15:11

May 31, 2017

AUDIORELATOS ⁂ Desayuno sin diamantes ⁂

« No entregues nunca tu corazón a un ser salvaje, porque si lo haces, más fuerte se vuelve. Hasta que tiene la suficiente fuerza para volver al bosque o volar hacia un árbol »Breakfast at Tiffany’s (Desayuno con diamantes)
Estimados,

«Audiorelatos: Desayuno sin diamantes»

¿Por qué las películas poseen cierto trasfondo de realidad?

Abrazos.
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Published on May 31, 2017 12:53

May 30, 2017

Trapero y tú (3 de 3)

« Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para... ¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma »Juan Ramón Jiménez

Capítulo 132 - La muerte
El pobre se removió brusco, su mano callosa, balanceándose al abismo del catre... No tenía fuerzas... Le agarré con dulzura, acaricié la vieja mano, expansiva de amor, y entibié el aire con tranquilas palabras. Hice llamar al viejo Serbón, médico de pobres, qué de tanto atenderles se ha vuelto igual. Médico de vocación, pobre hasta el tuétano.El pobre Trapero mueve confundido los ojos, abre la desdentada boca mordiendo un imaginario alimento en el aire, sus ojos observan detrás de mí, en dirección a los mortecinos faroles.—¿Nada bueno? No sé qué contestó Serbón. ¡Qué el infeliz se va! Nada... Que un mal viento... Qué no sé qué frío en el corazón... La mala época.Ya no tiene frío Trapero. Sus enseres, mágicos tesoros, están en el mundo de los escombros eternos. Rodeados con tu mudo silencio, tu pueril sonrisa, tuafectuoso silencio. Ya les digo a los niños que no vengan, pues Trapero está para siempre contigo.Y esperas tranquilo con la guadaña en la fría calle empedrada, Trapero y , una dualidad inseparable. Trapero te abraza, muestra la pueril sonrisa de siempre. Entonces desaparecéis, por la infinita calle de faroles mortecinos, os alejáis juntos, Trapero y .

Con amor a Platero y Juan Ramón Jiménez


Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on May 30, 2017 12:00

May 29, 2017

Trapero y tú (2 de 3)


« Precisamente un hombre es un poeta cuando puede ser, espontánea y naturalmente, lo que es » Juan Ramón Jiménez



Capítulo 85 - El otoño
Trapero comienza a sentir pereza de salir de las mantas, los labriegos, los trajeados e incluso los funcionarios se levantan antes que él. No es justo. Hace fresco y sopla viento del Norte. Por su casa esquifida se cuelan ráfagas de ese traicionero viento.El otoño es la época estival del caer: de las hojas, de los sentimientos, de las culpas... Las hojas forman una bonita alfombra, tapizan el suelo con esa bella amalgama anaranjada, alfombrando el paso de los que vendrán. También decae el calor de los cuerpos, pues no hay abrigo a la intemperie que resguarde de la parca que se acerca. Esta acude, en su ineludible necedad cósmica, imparable a la cita. Las luces amarillas de los faroles, seguros guías mortecinos, alumbran el camino hacia el cielo, empedrado con pisadas de niños inocentes y laboriosos carteros.
Al fondo de la calle, se escuchan sus pasos acercarse...



Continúa...

Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia


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Published on May 29, 2017 12:00