S. Bonavida Ponce's Blog, page 24
May 27, 2018
Polisemia Confussion
«Una de las diez estrategias de manipulación:promover entre el público la creencia que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto»Noam ChomskyEl gran enemigo de la comunicación, de la lengua y de la humanidad es la polisemia.
¿Os preguntaréis quién o qué es la polisemia?
Satisfaré vuestra curiosidad, si acaso no conocíais a este gran enemigo de nuestros días. En los idiomas, la mayoría de palabras acaparan varios significados, ese modus operandi, es el que delata a nuestro sospechoso habitual.
Así, por ejemplo, la palabra banco puede referirse a un asiento, a una sucursal financiera o a un conjunto de peces.
Veamos un ejemplo que aconteció a unos amigos:
Personajes: Son tres amigos. Paco, Antonio y Yosua.Localización: Acuario de Barcelona.
El que habla es Paco, situado enmedio del gran túnel del Aquarium rodeado por agua y distinta fauna marina.—Mirad chicos, lo he estado pensando muy bien, y el sábado, a las 6 de la mañana, me ayudareis a robar el banco.
Y mientras Paco reía con voz de malvado de película, el narrador, ese soy yo, realizaré un Flashback al pasado...
Horas antes, los tres amigos, habían paseado por plaza Cataluña. Paco observaba con deleite un asiento de madera y les invitó a sentarse en él. Los otros dos tomaron asiento y, como no podía ser de otro modo, Paco les obsequió con su discurso favorito acerca de las maldades de las entidades bancarias. Mientras los otros dos bostezaban, Paco palmeaba con deleite el apoyabrazos de aquel banco de madera en el que descansaban tan cómodamente.
Fin del flashback (volvemos al Aquarium).
Yosua vivía en exceso el tiempo presente, motivo por el cual le costaba retener mucho la información. Aquella conversación, debajo de un túnel, rodeado por enormes bancos de atunes, que nadaban ingrávidos por encima de su cabeza le hizo plantearse una cuestión: ¿para qué querrá Paco tantos atunes?
Los tres amigos se despidieron con la promesa de verse el sábado en aquella arriesgada empresa.
Antonio se personó el sábado en plaza Cataluña, delante del gran banco central, pistola en mano.—Arriba las manos. Quiero todo el dinero hijos de puta.La guardia civil tardó dos minutos en arrestarlo y perdió tres dientes. Pero no todo fueron perdidas, ganó una suculenta estancia en la prisión de Alcalá meco.
Yosua, por su lado, se personó el sábado en el Aquarium. Vestido de hombre rana, con una gran red y se zambulló en las aguas de la cisterna intentando capturar el banco de atunes. Lástima que no tuvo en cuenta al gran tiburón azul que nadaba en sus aguas. De suerte que salvo la vida... aunque fue encerrado una temporada en Sant Boi, por querer pescar sin licencia en el Aquarium.
A todas esas, Paco, en su chalet, palmeaba el apoyabrazos de su flamante banco de plaza Cataluña que reposaba en el jardín de su casa, y no entendía porque Antonio y Yosua le habían fallado a la cita.
Lo achacó a un despiste, a alguna clase de confusión...sin embargo, no conocía la aterradora verdad. Sus amigos habían sido víctimas de la malvada polisemia.
¿Fin?
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on May 27, 2018 11:30
May 20, 2018
La maldición del Bisiesto
«Nací un 29 de Febrero de mil novecientos tonta y tantos...»IGNATIUS B.P.Hoy os voy a hablar del maldito día 29 de Febrero.Sí. Sé que todos aquellos que habéis nacido el 29 de Febrero, como yo, sabréis la pesadilla que estamos acostumbrados a vivir.
Lo menos grave del asunto comienza con el fastidioso cumpleaños. Amigos y familiares se hacen los despistados cuando llega la susodicho fecha. ¿Regalos? ¿Fiesta?... Ah, pero, ¿este año no lo celebrabas el día 28 de febrero?
Siempre está el listillo de turno que salta con la siguiente frase: es que celebrarlo antes da mala suerte.
Algún alelao también suelta esta perla: pero tú cumpleaños, ¿no era el 1 de marzo?
Sí, claro. Venga, por favor. En pleno siglo XXI, con tantos medios de comunicación borreguil al alcance de la masa humana (nosotros), me salís con que no sabíais el día: llamada timofónica, mensaje de guatsaps, mensaje de feisbuk, o uno de ese asco de tuister, o quizá desde hipstagrams... ¿Para qué sirven los calendarios de los móviles? Solo son de adorno...
Vamos, por favor. Que escaquearse y demás zarandajas en los albores de la infrahumanidad 3.0 no cuela, señoritingos y señoritas.
Pero dejemos de lado el vulgar fastidio del día cumpleañero y centrémonos en lo importante, en lo grave, en lo aterrador... En la burocracia.
Sí, esto de nacer un 29 de Febrero es una murga, un auténtico problema, y somos unos 5 millones de murgosos, según dicen las estadísticas oficiales. Pero es que además, yo tuve la mala suerte de haber nacido a las 00:00:00.000 en el hospital geriátrico Palo de Hebrón.
¿Y por qué es tan fastidiosa esa hora de nacimiento? Bueno, como comprenderéis tanto cero en mi venida al mundo no era un anticipo nada halagüeño de lo que me iba a deparar mi existencia.
Que sí “eres un cero a la izquierda” y todas estas tonterías que viene repitiendo el refranero y los tontos que lo repiten, pero no... Eso no es lo más grave, lo grave es cuando vas a hacer alguna clase de trámite burocrático, ya sea hacienda, comisaria de policía o a algunos de esos edificios "oficiales" de los que los ciudadanos normales huimos como de la peste.
Entregas tu documento, único e inequívoco de identidad, llamado DNI en este país tontuno en el que vivo. El funcionario de turno mira, remira y vuelve a remirar nervioso el DNI, comprueba unos datos en su computadora y, a al acto, más nervioso todavía, me dice: perdón señor, es que el sistema nos arroja un error.
¿Nos arroja un error? Ni puta idea de que me está hablando. Como mi cara de lelo tonto del culo debe hacerse patente para el funcionario, aclara con una sonrisa paternal.
Es que verá... Su hora de nacimiento, con tanto cero, confunde a los ordenadores y tenemos un error informático con su ficha.
¡Joder! ¿No era la informática la salvadora del planeta? La inequivocable e infalible informática, creadora de Dios, del universo y del todo. Y ahora, ¿me sale con la chorrada esta que mi ficha da un error?
Los primeros años no salía de mi asombro. No podía renovar mi documento de identidad, tampoco mi carnet de conducir, ni el carnet de la biblioteca, que tenía que pedir prestado a mi hermano para que me dejaran coger libros gratis... Así de triste era haber nacido un día 29 de Febrero a las 00:00:00.000
Se ve que a los ordenadores no le gustan los ceros. En eso sí que se parecen a mí. Y al parecer, esta fecha de nacimiento, con esta hora tan casual, les causa, válgame la redundancia, alguna clase de paradoja freudiana informatizada que los deja lelos...
Es decir, más lelos de lo que ya nos tienen acostumbrados.
Pero, para suerte mía, descubrí que el problema tenía una solución, sencilla, pero engorrosa al mismo tiempo. En aquellos años en los que el periplo solar dura 366 días, es decir, como por ejemplo en mi “amodiado” año bisiesto de nacimiento, es en esos años que los sistemas informáticos se alinean con la constelación de la Osa Mayor y de Teta Centauri, y, sin necesidad de sacrificios humanos ni derramar la sangre de una virgen, ese año, “SÍ” puedo actualizar mis datos fiscales, mi DNI, mi carnet de conducir, de la biblioteca y hasta catar... pufff... bueno, no os voy a contar todo lo que me dejan hacer ese año.
Así que, si conocéis a alguien que haya nacido un 29 de Febrero, hacedme caso, no lo felicitéis, compadecedlo y sed buenos con él.
Pervivo para enseñaros. IGNATIUS B.P.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on May 20, 2018 11:30
May 13, 2018
#RelatoJuego – Miríadas de realidades
«El relatojuego es el hermano pequeño de los librojuegos, donde el lector, con sus elecciones, escogía el rumbo de la narración»S.Bonavida Ponce (Autor de Smoking Dead)Un hombre y una mujer se encuentran sentados en el interior del café de los incoherentes, cerca de Montmartre. Es 1940, el primer año de la ocupación nazi de París, y en el interior del local, en una esquina, ondea la cruz gamada. Un alemán, con insignias de alto rango, entra al local acompañado de un soldado joven con metralleta. Las miradas de los contertulios se desvían fugaces hacia las figuras, que toman asiento cerca de la pareja sentada en medio de la sala. Al poco, las miradas se relajan y vuelven a sus quehaceres. Por debajo de la mesa, la mujer retira la pierna, que roza, en un movimiento juguetón, la de él. Aunque la mirada femenina es seria, los ojos exhalan una extraña excitación. Él sostiene, encorvado, una taza de café con el líquido ya frío. Alza la mirada y fija los ojos en los de ella.
—Querida, querida.. permíteme, ¡ya te la agarro yo!SíNo
La mujer asiente e inspira con profusión. Retira la pierna con lentitud, y, debajo de su falda, aparece un maletín. Él la mira con tristeza... —Querida, querida... ¿Me esperas en la calle mientras me dispongo a pagar?SíNo La mujer niega con los ojos rojos y con la persistente excitación en el rostro. Vuelve a pasar el pie por la entrepierna del hombre. La acción le lleva, de nuevo, a ocultar un maletín bajo su falda. —Querida, querida... ¡no hay tiempo! ¿Recuerdas? Espérame en la calle.SíNo —Claro, cariño. —Responde ella—. ¡Te espero fuera! Al levantarse, ella le pasa la mano con ternura por el dorso. La mujer observa en su retirada del local al camarero, al alemán, al soldado, al viejo borracho sentado en su esquina, a una pareja de trabajadores, y lanza, una última mirada triste, a su amado. En la calle, espera mirando el reloj de muñeca con nerviosismo. Se pasa los dedos por los labios. Las cortinas de la puerta de entrada del local no le permiten ver el interior. En ese momento, su amado surge con andar encorvado; ella, con premura, le agarra por debajo del brazo. Caminan unos pasos, giran una esquina y el temblor de una flagrante detonación acaba con el café de los incoherentes en una lluvia de sangre, cenizas y humo...
FIN Ella duda y, en ese momento, comienza a llorar. El joven soldado alemán, metralleta en mano, se acerca hacia ellos. —¿Qué sucede, aquí? —Acabamos de cortar. ¡C’est la vie! Pero estas tontas mujeres, que les da por llorar... El soldado asiente no muy convencido; entonces, se percata del maletín que asoma por debajo de la falda. —¿Qué lleva ahí? —Señala con la metralleta. —Soy médico y... —Abra el maletín. —Le encañona con el arma. —No. —Dice la mujer. En ese momento el hombre también rompe a llorar, los ojos del soldado se abren desmesuradamente y dispara contra la pareja, que cae fulminada al suelo. El soldado se acerca, abre el maletín y ve, en el interior, una bomba programada para detonar en tres segundos...
FIN Ella le dirige una mirada airada mezclada con nerviosismo. Tose preocupada. Baja la cara al suelo y se dirige a la puerta de la calle con lágrimas. El soldado alemán resigue la escena intrigado, es en ese momento, sin la protectora falda de la mujer, que descubre el maletín bajo la mesa... Alza su metralleta y lanza una ráfaga de disparos que atraviesan el cuerpo del hombre. La mujer, al filo de las cortinas que separan la entrada del local de la acera, solo tiene tiempo de escuchar los disparos, pues una poderosa detonación la hace volar, impelida por la onda expansiva, metros afuera. De bruces en el empedrado suelo, con la cara llena de cristales, escupe y llora...
FIN La mujer retira el pie de debajo del cuerpo del hombre, en esa maniobra, acerca el maletín bajo su propio asiento. —No, querido. Cambio de planes. Me quedo yo con ella. Espérame tú en la calle. Él asiente con una sonrisa, pero no puede evitar mirar en dirección al soldado alemán, que mira nervioso en su dirección. —Te espero fuera, cariño. No tardes. El encorvado hombre observa en su retirada del local al camarero, al alemán, al soldado, al viejo borracho sentado en su esquina, a una pareja de trabajadores, y lanza, una última mirada triste, a su amada. Al salir a la calle, observa un lejano reloj anclado en la iglesia. En el interior del local se escucha una ráfaga de metralleta. Se dispone a entrar corriendo, cuando, una arrolladora onda expansiva le echa de espaldas contra el suelo. El local de los incoherentes es una humareda, de sangre, fuego y cenizas...
FIN Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on May 13, 2018 09:07
May 6, 2018
Madre Cero
«Feliz día de la madre»Equipo Aquiescente
A finales del siglo XXI sucedió la Gran Enfermedad, una vasta pandemia que asoló la Tierra, despoblándola del noventa por ciento de la población masculina. Ante la peligrosidad de una inminente extinción, científicas del Instituto Bexter, en Australia, crearon una sustancia sintética denominada Spermium. El compuesto recreaba casi a la perfección el líquido seminal masculino, pero, poseía una pequeña imperfección, no todas las mujeres podían ser anfitriones. Una incompatibilidad genética permitía, solo a unas pocas, gozar de los derechos de la procreación...
—¿Estás escuchando RAO-66L1Z?Antiguos nombres como Sergio, Richard, Sahul, Muhammad, John, Javier, Michael, y tantos otros, desaparecieron hace años. El nuevo nomenclátor, 26+1+10, introdujo una manera inequívoca de nombrar a los ciudadanos del planeta. El chico desvió la mirada de la ventana y atendió al reclamo de la maestra robótica.—Sí, señorita Green.—Debes estar atento. Hoy visitaremos a las Madres.RAO mostró una sonrisa forzada, no comprendía la estupidez de visitar, una vez al año, a aquellos entes genéticos conocido como Madres. Seres gigantescos, parecidos a las grandes ballenas que hace centurias poblaban los océanos, ahora con múltiples vaginas que producían docenas de niños al año. Por suerte para RAO, la alarma de fin de clase sonó. La maestra les permitió desconectarse de sus puertos neuronales, para volver a la realidad física más inmediata e iniciar la excursión programada.
⁂
El pasillo del centro, Mitochondria-5, alberga en celdas repletas de líquido amniótico, una docena de ballenatas gigantescas, alteradas genéticamente que disponen de múltiples vaginas humanas para la recreación. Cuando el éxito del Spermium requirió de un caudal de mujeres compatibles que no llegaba, las científicas idearon otra estratagema. El ADN de los enormes cetáceos producía un 99% de coincidencia con el humano, no fue de extrañar que escogieran a las ballenas como portaestandartes de la supervivencia de la raza humana.Así, aprobado por una inmensa mayoría en la Organización Universal, nacía el proyecto Mitochondria; una inmensa red de centros repartidos por todos los continentes que acogían a inmensos cetáceos que producirían en lotes grandes cantidades de niños.RAO, aunque seguía las evoluciones del resto de compañeros, no observaba los grandes paneles donde residían las madres. Ni tan siquiera se conectaba por el puerto neuronal para reseguir con falso interés los tutoriales de aprendizaje del complejo; él observaba, con una fascinante despreocupación, los inmensos leds del techo en un hastío inigualable.—¡Veo que no muestra el respeto por las madres que debería!La voz de la señorita Green surgió de repente a su espalda. Esto le sobresaltó un poco, pero no fue nada comparada a la inmediata acción que realizó la androide, denominada señorita Green, al agarrarlo con fuerza del antebrazo. Señorita Green le arrastró, pasillo abajo, mientras se alejaban del resto de compañeros.—No, señorita. Atenderé. Seré respetuoso. Se lo prometo.—¡Demasiado tarde! Se le han concedido demasiadas oportunidades, RAO-66L1Z.Aunque el estiraba, pataleaba y luchaba con todas sus fuerza, el férreo abrazo de la androide continuaba su marcha imparable hacia un nivel más elevado en el complejo. Un pitido en una compuerta metálica, que se abrió al paso de ambos, les permitía avanzar a otro nivel. El dúo avanzaba, ella estirando, el resistiendo, por un tubo de vuelo, un ascensor propulsado por corriente aérea que les impulso aún más arriba.Se encontraban en la parte superior de las piscinas. Decenas de andamios con barandillas atravesaban las enormes tinajas que contenían a las Madres. Más abajo, las ballenatas observaban a través del cristal a los niños que las veían, con muecas, que se asemejaban a sonrisas, abrían los ojos en desmedida, alzaban las aletas en extraños saludos y mostraban los filamentos semejantes a dientes.La señorita Green paró al llegar al cartel que rezaba Madre-0.—Este es tu juicio.Lo agarró de la pierna y de un brazo, lo alzó por encima de su cabeza; el chico pendía en el aire, hasta que, impulsado por el fortísimo empujón de los brazos robóticos, cayó al interior de la tinaja. La zambullida, de más de veinte metros, le introdujo de forma violenta en el espeso líquido amniótico. Al principio creía que se ahogaría, los pulmones se rellenaron con aquella sustancia, pero cuando comenzó a calmarse, comprendió que no se ahogaría. Podía respirar. De haber podido suspirar, lo hubiera hecho, sin embargo, al voltear dentro de la tinaja, y darse la vuelta, observó a la inmensa masa de carne en frente de él. La Madre flotaba ingrávida dentro del tanque de contención; con lentitud, la ballena acercó el rostro hasta el muchacho. El inmenso ojo, con una pupila tan grande como el muchacho, pestañeó una única vez, hasta conseguir enfocar la visión sobre la pequeña figura que flotaba delante de ella. Al fin, la ballena abrió la boca y mostró los filamentos anclados en su interior que hacían las funciones de dientes y se los mostró a RAO. Este se asustó, intentó nadar en dirección contraria, pero Madrenadaba mejor y más rápido que él.Con delicadeza, Madre lo acogió en la boca. La barba dentada no era dura, como cabría esperar, se asemejaba más a un cepillo, a pesar de ello, le permitía sujetar con firmeza a su retoño. El animal adoptó la verticalidad en el tanque, aleteó con la cola trasera y produjo un salto, con el muchacho aún en la boca, que la impulsó metros más arriba. En la cúspide del arco trazado, escupió al muchacho a una zona acolchada, cerca del andamio desde donde la señorita Green lo había arrojado. El cuerpo del animal volvió a caer con un chapoteo espectacular, que muchos jóvenes aplaudieron desde detrás de la vidriera de contención; mientras RAO escupía el líquido e intentaba recuperar la respiración normal, la señorita Green acudió a su lado.—¡Madre le ha dado la vida por segunda vez! Aprovéchela.RAO miró a la enorme bestia, que, con su gigantesco ojo, le seguía observando, y, comprendió en aquel instante, el lema repetido hasta la saciedad en el centro escolar: la gratitud es la memoria del corazón. Lloró desconsolado al pensar en el enorme monstruo en el que se hubiera convertido...
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on May 06, 2018 07:30
April 29, 2018
JCP: Don leísmo (7)
«Llegamos al último del juego, al séptimo, en el que desemboca este Juego Con Palabras. Nos aventuramos en la difícil tarea de honrar o deshonrar, cada cual lo entienda como prefiera, la figuras de los leísmos y loísmos».Aquiescencias Tomo IDon Leísmo lee que te lee cada día, a cada hora, a cada momento; ya sea una novela, la página de un diario, tal vez un ebook o incluso las letras de una valla publicitaria. Ahí está, él siempre, dispuesto a leer. Pero sus pesares comienzan el día que empieza a fundir los pronombres con los artículos: le con la, le con lo, y el tumulto de los, las y les.Se arremolinan de improviso delante de sus anteojos; aglutinadas de esa manera copiosa, borrosa y caótica que impide su afán lector.
⁂
Consulta Doctor Bustos, anuncia un aséptico cartel blanco en letras negras.
—¡Ay! Doctor, leo sin parar, pero le leo todo mal.—¿A mí me lee mal?—No, a la lectura. ¿Leve? Incluso comienzo a hablarlo mal.—No se aflija, podemos hallar curar si tiene paciencia.—No he sido de tener eso.—Lo vamos a intentar. Paciencia, madre de todas las ciencias —alude al refranero el buen doctor Bustos.—Sí, claro.
Don Leísmo salé desesperanzado de la consulta. Las palabras continúan conformando una extraña amalgama delante de él. El doctor Bustos sigue desde la ventana los pasos de don Leísmo, quien se aleja cabizbajo por la calle. Agarra el teléfono y marca un número...—!Aló!—¿Señorita doña Loísmo? Tengo una cura para su aflicción si realiza todo lo que diré a continuación. Pero antes, anote la siguiente dirección...
⁂
Mientras, nuestro protagonista, en su piso, solo, desaseado, inquieto, mirando aburrido las blancas paredes, cruzado de manos dispuesto a no leer; la levedad le corroe, lo engulle el ansía, la aburrición le aprisiona, y muchos más adjetivos carroñeros lorondan amenazantes.
Imagina con efluvios de tristeza: «¿Cómo conseguiré finalizar mis lecturas pendientes por culpa de este desvarío?».
Al señor Joyce no le... ¿lo? importuno, ya leeré Ulises.Moby Dick, amarrada a un estante, ahí la dejo.La insoportable levedad del ser, mi alma, estancada se queda.Suerte que dejé el tabaco, Smoking Dead, para otro rato más tardío, también apartada queda.Con todo el respeto a su Alquimista, don Coelho, le debo guardar luto, aunque sea momentáneo.¿Bob Dylan? ¿Desde cuándo se coló este en mi librería? Cuanto daño lo hace a mi espíritu, pues confundo las letras con las lyrics.No le olvido, Olvidado rey Gudú, no la olvido señora Matute...
Ding, dong...
Las dos notas del timbroso heraldo resuenan impetuosas en la casa.
«¿Quién viene, en estas horas sombrías, a molestarme?».
Nuestro quejumbroso protagonista acude a la puerta con desgana, gira el pomo y abre. ¡Oh! Sorpresa mayúscula. Delante suyo una bella figura de mujer, con escote pronunciado, tremendas gafapasta y paso decidido.
—Soy doña Loísmo, me envía el doctor Bustos. Vamos a arreglarlos.—Perdone, ¿a quiénes arreglaremos? —pregunta inocente don Leísmo.—¿Arreglarlos? A nosotros. Yo también sufro de un mal similar al suyo... Pero no finaliza la frase, atenta a las directrices del doctor, se lanza encima del desprevenido don Leísmo con un sinfín de abrazos, arrumacos y con esa tibieza de las letras entrando y saliendo de sus poros.
Y, ya...
Don Leísmo recupera su salud y gana una fogosa compañera. Doña Loísmo, bella bibliotecaria, obtiene un compañero huraño, aunque fiel e igual amante de las letras como ella; y, mientras, en su consulta, el buen doctor Bustos ríe aquiescente, pues para encontrar la cura, tan simple como unir a un leísta con un loísta.
Les decimos a todos, lo agradecemos de corazón, hayan leído el patidifuso caso de don Leísmo, doña Loísmo y su atribulada afección.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on April 29, 2018 11:43
April 22, 2018
JCP: Pequeños mundos y mi amiga Paráfrasis (6)
La contorsiono sobre ella misma, esta plaza, que tantas veces he visitado, adquiere una forma distinta, pues es susceptible de ser moldeada, como una hoja de papel entre mis manos, y, así de simple, adquiere la forma de este pequeño planeta.El plano se doblega sobre si mismo, la gravedad envuelve los árboles, las ramas se retuercen sobre la masa circular y en un giro imposible se retuercen en ellas mismas -en un retorcimiento imposible-, también la entrada subterránea del metro y los edificios, con su desestructurada composición, se expanden por la superficie del planetoide.
Poso los pies sobre él y desciendo con calmada aquiescencia. En las manecillas del reloj de la plaza observo que marcan las cuatro -16:00h-, un reloj circular, anclado en la lejana punta del campanar de la iglesia, que solo yo veo.
Continúa tú, amiga Paráfrasis.
(sic) «La contorsiono...». Quiero decir que arrastro la imagen de Plaza Ibiza hasta el Photoshop; allí, después de aplicar giros y efectos, consigo crear el efecto Tiny Planet Effect.
(sic) «El plano se doblega...». Quiero decir que lo precioso de este lugar reside en mi interior y lo muestro, de manera abierta, ante el mundo.
(sic) «Poso los pies sobre él...». Quiero decir, que la presentación del libro (lo real) es un hecho, pero que la iglesia (lo imaginario) también está presente conmigo.
(sic) «Continúa tú, amiga paráfrasis». Quiero decir, que la paráfrasis no solo es una figura retórica que consiste en ampliar la explicación de un determinado concepto mediante un resumen de lo dicho; Paráfrasis es mi amiga, en el término más literal.
Gracias, amiga, por explicármelo tan bien.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on April 22, 2018 11:30
April 15, 2018
JCP: Oxímoron (5)
«El oxímoron, dentro de las figuras literarias, es una figura que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión.El término oxímoron es una palabra compuesta, un neologismo, introducido en el siglo XVIII que une los lexemas ὀξύς (oxýs: ‘agudo, punzante’) y μωρός (morós: ‘fofo, romo, tonto’). Por tanto, él mismo es un oxímoron»Aquiescencias Tomo I—Hermanos no consanguíneos, en este instante eterno, os ruego iniciemos un clamoroso silencio de invocación.
Un gutural sonido, ¡huuuuum!, surge de un centenar de gargantas, las siluetas de los encapuchados dibujan sombras claroscuras en el suelo del bosque.
—Yo, Morón Smart, líder de la secta de los filósofos ignorantes, hacedor de la nada, inicio la invocación.
El cántico gutural se intensifica, pero una silenciosa reverberación después, Morón produce un molesto tosido.
—Hermanos, ¿alguien está comiendo pastel de chocolate?
Morón Smart observa fijamente a la desunida congregación. Algunos silban, otros tararean, finalmente uno de los encapuchados levanta lentamente su mano.
—Lo siento -dice tímidamente el encapuchado con grave voz femenina.
—No disperséis la concentración, así no invocaremos nada de nada. Pensad en ángeles del infierno. Pensad en los muertos vivientes. Pensad en lo que queráis, incluso no penséis, pero hagáis lo que hagáis hacedlo en silencio. ¿Lo he expresado con una claridad negativamente abrumadora?
—Perdón.
—En fin, volvamos al silencioso cántico.
La turba de encapuchados reinicia el insólito ritual de invocación.
Pero a los pocos segundos, ¡Aaachús!, alguien estornuda en medio de la multitud.
—¿Otra vez? —Los ojos de Morón Smart indagan indignados entre los presentes.
—Perdón —comenta un nuevo encapuchado—, hay mucho polvo en el bosque, la alergia...
Morón Smart transmite su calmosa indignación a través de un seco bufido.
—¡Esto es una mierda! Yo me voy -exclama Morón desilusionado, una triste sonrisa se forma en la cara al líder de los sectarios.
—No, te vayas.—Quédate, Morón, quédate.—Seremos malosamente buenos.
Morón, dirige desde sus ojos airosos, una calmosa mirada.
—¡Es la última oportunidad! Una más, sino ya os apañareis solos. ¿Quedó alto y claro?
—Sí, sí, sí —brama la aquiescente multitud de filósofos ignorantes.
A pesar de la descreída fe de Moron en sus contertulios, no se produce ningún altercado más. Al cabo de unos minutos que parecen horas, el altar de negro mármol blanco comienza emitir una oscura luz opaca.
—¡Increíblemente cierto! Aquí viene...
La luz emite destellos oscuros, se convulsiona como en un espeso parto, y deja de brillar. Los congregados se apiñan en torno al altar. Se escucha el silencio entre las ramas de los árboles, este se escapa como un preso de una prisión.
—No... Sacrilegio. —dice Morón Smart—. Hemos invocado a un oxímoron.
—¡Fantástico!—¡Inútil!—¡Prodigioso!—¡Mundano!
Pero solo uno de los encapuchados realiza la única frase de una aguda estupidez, que vale realmente la pena realizar en este consternado momento.
—Y eso, ¿qué es?
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on April 15, 2018 11:30
April 8, 2018
JCP: Anáfora y Vocativo (4)
«Anáfora y Vocativo (Ana y Vo para los amigos) son una pareja diferente. Su tortuosa relación, marcada por pausas incómodas y puntos dolientes, lleva años funcionando.Anáfora. Figura retórica de construcción que consiste en la repetición de una o varias palabras al principio de una serie de versos u oraciones. Ejemplo: Salid fuera sin duelo, salid sin duelo, lágrimas corriendo.
Vocativo. Sustantivo o grupo nominal que sirve para llamar la atención del oyente o para dirigirse a él. Ejemplo: “en la oración ‘Ernesto, ven aquí, por favor’, el nombre propio es un vocativo”.
Abrazos»
Aquiescencias Tomo I
—Buenos, muy buenos días, vocativo.—No me molestes, Anáfora.—¿Por qué dices eso? ¿Por qué me callas así?—Estoy vocando sin parar, mi vida, y ahora no puedo estar por ti.—Siempre igual, siempre con la misma historia.—Querida, mi amor, mi vida, mi cielo, espera un segundo...—¿Esperar un segundo? Cansada estoy de esperar.—Un momento, suspiro mío.
Anáfora marcha al comedor, marcha cansada de las mismas excusas. Sigue vocando, Vocativo, ajeno al enfado de su amada. Anáfora corta cebolla, corta con mala gana una zanahoria, y corta, con ímpetu cortador, muchas más hortalizas. Corta, corta sin parar...
—Perdona, amada, ya terminé de vocar.—No es verdad, no es verdad, además esas malas formas, esas malas formas tuyas, con mi paciencia han de acabar.—No, amada...—¡Lo has vuelto a hacer! ¡Lo has vuelto a repetir!—Yo, querida...
Anáfora sigue enfadada, enfadada con su amado, que no para de vocar.Y Vocativo calla, su amada lo mira enfadada, él se acerca y la calma con lo único que puede calmarla, un beso, un simple beso, para su amada.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on April 08, 2018 11:32
April 1, 2018
JCP: Onomatopéyicas (3)
«El crash, cuando se rompe un jarrón, el piiii, para el sonido de un auto o tren, el paafff, cuando un objeto cae al suelo, el famoso Booom cuando explota la bomba, jajaja para la risa...Onomatopeyas, e incluso algunas interjecciones, que son sonidos intransmutables en palabras que cada lengua inventa a su antojo.Se nombran en literatura, en cómics, incluso en algunas series y películas.Lo que pocos saben es que, como todo ser, abstracto o no, también poseen existencia y personalidad propia»Aquiescencias Tomo IComo cada 32 de diciembre, el cónclave de onomatopeyas se reunía en torno al anfiteatro natural de madre roca para deliberar acerca de todos los asuntos del año. Madre roca, un enorme saliente de la montaña con forma de herradura, acogía cada año la colorida reunión, pues de todos es sabido que las distintas vibraciones, en el espectro de onda, poseen tonalidades diferentes según su oscilación. Así, un sonido grave presentará un color más oscuro, mientras que uno más agudo presentará más luminosidad. La singular forma del lugar, en herradura, le confería a este un encanto sonoro, pues proporcionaba una acústica especial a estos seres, por norma guturales y faltos de buen eco, para que pudieran expresar por mediación de sus ideas colorísticas los asuntos en el orden del día.
Mmmm presidía la asamblea. Era de ideas pensativas y muy reservado, quizá, junto con Jajaja y ¡Ah! , los miembros onomatopéyicos más antiguos del conclave. Jajaja , al contrario que Mmmm , poseía un carácter ufano, alegre de ideas y espabilado en las formas, como solo los seres con innata alegría suelen serlo. Por el contrario, ¡Ah! , con sus inseparables custodias, las sendas admiraciones laterales ( ¡! ), se mostraba dubitativo y taciturno. Estos dos se sentaban, respectivamente, a diestra y siniestra de Mmmm .
Grrr siempre gruñía ante este hecho, pues consideraba que él, la máxima personificación de la queja por aquellos lares, había sido anterior a cualquier de ellos. No obstante, el eterno aquiescente, ¡Ajá! , lo mantenía a raya.
—Silencio onomatopéyico —solicitó Mmmm a la audiencia de onomatopeyas reunidas en el cónclave.
Todas ellas guardaron silencio, incluso aquellas que por su naturaleza eran de carácter más bien estruendoso, como Boom, Pumba, Crasssh o Puuum.
—Este año tenemos ante nosotras una nueva candidata —anunció Mmmm con gran reverberación en sus ideas—. Su nombre es orororraaarshhhuuufffmohhhh y solicita su ingreso en el cónclave.
Cuac, Cuacpreguntó, con su habitual patosidad, por la procedencia del nuevo sonido. ¿Oink?, con una marrana altanería, incidió en si debían considerar a la nueva incorporación como un ser onomatopéyico por ser este de tipografía demasiado prolongada. Después de su intervención, el conjunto del clan animalístico, Muuu , Beee , Guau , los gemelos Bup Bup y Kikirikí , se animó a emitir variadas opiniones.
Jajaja intervino con alegre rotundidad para atajar aquella algarabía de sonidos animalísticos.
—Silencio. Silencio. —Pero nadie hacía caso a Jajaja a pesar de toda su antigüedad.
—Silencio onomatopéyico —atronó enfadado Mmmm —. A continuación permitiremos a orororraaarshhhuuufffmohhhh explique su procedencia e introduzca pruebas de su existencia.
A pesar de su alargada tipografía, orororraaarshhhuuufffmohhhh era una onomatopeya de tamaño chiquito, casi tanto como msh o sssshhh.
—Hola, pues yo... —su tímida presentación no acababa de arrancar.
Grrr se impacientaba, y junto a su inseparable compañero de quejas, Puuufff, comenzaron a rezumbar negativas ideas por el anfiteatro.
¡Ah! estaba un poco distraído ante tanta queja y observó de reojo a Mmmm . Quien levantó su gutural figura e impuso, de nuevo, silencio en el cónclave.
—No quiero más interrupciones —Las onomatopeyas callaron.
—Pues yo... —continúo tímida la recién llegada—. Soy el sonido que hacen los enamorados cuando, de manera ruidosa, finalizan una sesión del acto supremo del amor.
Unas hojas de la mandrágora milenaria cayeron tímidamente del árbol que las acogía, dishhhlas acompañó hasta el suelo para que no sufrieran con la caída. Mientras, el resto del cónclave permanecía en silencio, y así hubieran permanecido si el silencio no hubiese sido roto por ¿Ein?, el cual resonó nervioso en aquel espacio natural.
—¿Posees alguna prueba o testigo de tus ideas? —preguntó Mmmm atusándose la barba.
—Yo doy fe —dijo lanzando besos por doquier el amoroso Muaks—. Soy el que inicia las relaciones sexuales y en más de una ocasión he observado a orororraaarshhhuuufffmohhhh cercano a mí. Y ya creo que los humanos usan de él, incluso me atrevería a decir, que en ocasiones abusan —rio feliz Muakspor alguna ocurrencia que, al menos a él, le hizo gracia.
Mmmm asintió. Jajaja rio alegremente. Y ¡Ah! quedó pensativo.
—El próximo año en esta misma fecha resolveremos su aplicación —sentenció el docto Mmmm —. Mientras esperamos este tiempo, orororraaarshhhuuufffmohhhh deberá esforzarse entre los humanos para esparcir su presencia entre ellos y demostrar así su existencia.
Y dichas aquellas últimas ideas Mmmm dio por zanjado el cónclave, las onomatopeyas se despidieron, emitieron antes de marchar sus ecos por el anfiteatro, para que algo de ellas quedara en aquel mágico lugar y después se disolvieron, volviendo a ocupar, la madrugada del uno de enero, cada una de ellas sus respectivos lugares en nuestras vidas.
*Nota*: Este relato forma parte de un pequeño ciclo con lectura colorvisual. La imposición del tiránico blanconegro queda relegada al pasado, a los años donde las viejas tecnologías no permitían leer de otra manera. Es por ello, que aprovechando al máximo el mundo bloguero (con sus mágicos htmls), presentamos un colorido relato. Cada cual lo entienda a su gusto...
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on April 01, 2018 11:30
March 25, 2018
JCP: La Pasiva (2)
«Juego Con Palabras.Continuamos con otra figura, sin forma, más bien una voz, que llega hasta nosotros a través de un falso velo de tímidez. La pasiva1. voz. Se conoce como voz gramatical a la categoría que se asocia al verbo y que alude al vínculo semántico que mantiene con el objeto y con el sujeto. La voz pasiva en español se usa con el verbo SER + el Pasado Participio. La voz pasiva se usa menos en el español hablado que en inglés porque es considerada más formal.¿La Pasiva será jugada por nosotros?»Aquiescencias Tomo IHabíase un lugar:
... un mundo, donde todos sus seres, habían sido muy activos...
Sucedió que en las camas y en cualquier rincón se quedaban dormidos los lugareños.
—¿Qué misterio es este? ¿Tanto cansancio? ¿Tanto hablar raro? —Los ancianos de la aldea fueron preguntados por el Mago Eoréh acerca de este suceso.
—El mundo es atacado por la Pasiva —A Eoréh le respondieron los ancianos—. La Pasiva debe ser capturada y enterrada en el cementerio de las luciérnagas antes de la medianoche de la festividad de Lanif Nemaxe. La Pasiva será encontrada en las orillas del lago Acitamarg. En ti estaremos confiando.
Esa tarde, muchos pertrechos fueron recogidos por el héroe, y la aldea fue abandonada velozmente por él; en un trote que le llevó por la senda de los antiguos pastos.
La Pasiva fue encontrada por Eoréh al séptimo día de viaje en la proximidad del lago Acitamarg; y una red de Arutircse fue lanzada encima de ella por el mago. Y así, de esta manera, la Pasiva fue capturada.
En el interior de la red de Arutircse se agitaba temblorosa la Pasiva. La extraña forma fue calmada por Eoréh.
—Ya se acaba.
El cementerio de las luciérnagas se encontraba a mucha distancia de donde se encontraban. La montura fue espoleada con ahínco, por que la festividad de Lanif Nemaxe se acercaba inexorable.
Eoréh fue recibido por la noche a la entrada del cementerio. Las tumbas de las luciérnagas fueron observadas por el Mago; luminoso había sido antaño aquél lugar, pero del que, ahora, solo la oscuridad inundaba.
Un agujero muy hondo comenzó a ser cavado por Eoréh en aquella tierra fangosa, de lodo negro y vapores húmedos.
—Compasión debe ser tenida para mí. —La suplica de la Pasiva fue escuchada por el Mago. Aunque aquella voz se amortiguaba por culpa de la red de Arutircse—. Se me necesita. Activa y Pasiva somos extremos de la misma cuerda.
La escurridiza forma de la Pasiva fue observada con detenimiento por Eoréh.
Y no fuimos informados, por las leyendas, si: la Pasiva fue enterrada por Eoréh, o, si bien, la Pasiva fue absuelta por el sabio Mago.
Esto es verdad y no miento,y tal como me lo contaronos lo cuento.
Cierra tus ojos, encuéntrate y sigue para adelante. Buena Suerte.
Un Tranquilo Lugar de Aquiescencia
Published on March 25, 2018 11:30


