Edilberto Aldán's Blog, page 28
December 3, 2021
Fuerza, CIDE
La comunidad académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) ha convocado a una marcha este fin de semana, se manifestarán en contra de la obcecación de la directora general del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla Roces, quien impuso como director de esa institución a José Antonio Romero Tellaeche. Un conflicto que puede crecer si no se abren canales de comunicación que impidan que el encono se concentre.
Por la forma en que el gobierno de la Cuarta Transformación interviene en este tipo de conflictos, lo que se puede esperar es que el Conacyt intenté agotar por cansancio a los profesores y estudiantes inconformes, porque ya tienen el permiso del presidente Andrés Manuel López Obrador de no hacer caso.
La comunidad académica del CIDE tiene todo el derecho a protestar y manifestarse, es justa su demanda a ser escuchados y atendidos, en los hechos, se les abandonó al capricho de la directora de Conacyt, porque el presidente se lavó las manos al declarar que ese centro se había derechizado, al hacer a un lado, autoriza que una autoridad menor haga lo que le venga en gana. De hecho, en redes sociales, las huestes tetratransformistas ya han comenzado a actuar en consecuencia, a quienes protestan se les señala como fifis resentidos, juventudes porfiristas, y no ha faltado quien descalifique las muestras de apoyo a los estudiantes, desde una perspectiva clasista.
En la discusión pública lo que menos ha importado son los motivos de la protesta, con tal de descalificarla se le ha reducido a una manifestación de resentidos con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que se tienen merecido su destino por el hecho de no plegarse a los deseos del líder de la Cuarta Transformación.
En un artículo publicado en Nexos, Javier Martín Reyes ha resumido las razones por las que se está en contra de la imposición de José Antonio Romero Tellaeche, desde que el Consejo Directivo del CIDE no participó en la elección, hasta las violaciones a los estatutos al destituir arbitrariamente a Alejandro Madrazo Lajous como director del CIDE Región Centro por el simple hecho de haber participado en un video en el que se demanda que se respeten los derechos laborales de su comunidad académica.
En la respuesta de las autoridades no se toman en cuenta estos motivos, sólo se reacciona, con permiso del presidente, acusando a la comunidad del CIDE de no aceptar el maltrato por parte de María Elena Álvarez-Buylla Roces y José Antonio Romero Tellaeche, a partir de calificar a quienes protestan como enemigos del régimen lopezobradorista, se pueden dar el lujo de atender las demandas de quienes protestan, y a través de redes y medios afines, rebajar por medio del insulto a quienes no están de acuerdo en la forma en que se decide sobre la vida del CIDE.
La Cuarta Transformación empleará el permiso de López Obrador para cansar a la comunidad académica del CIDE, así ha actuado en otras ocasiones; mientras sigamos evaluando al gobierno por las simpatías que despiertan las personas antes que por los objetivos alcanzados, mientras siga siendo más importante la afinidad con el líder antes que con un proyecto, todo indica que cualquier voz crítica o que defienda sus derechos está condenada al silencio.
La indiferencia de la autoridad ante la protesta es también una forma de corrupción, es la ineficacia como método de trabajo.
Coda. Fuerza, CIDE.
@aldan
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December 2, 2021
Directo al corazón
Lo que ocurrió ayer en el Zócalo de la Ciudad de México fue una gran celebración, una fiesta para festejar que Andrés Manuel López Obrador lleva tres años como presidente, quien quiera ver otra cosa, quien analice el discurso presidencial demandando un informe peca de ingenuo, se llama a engaño o busca motivos para oponerse. La Cuarta Transformación organizó un fiestón loco para que su líder saliera de su palacio y, como en campaña, se dirigiera a los suyos, mirándolos a los ojos, y les diera un mensaje que llegara al corazón.
López Obrador sabe a quién le debe hablar, a quién le quiere hablar, cómo y para qué. El presidente no sabe ni quiere realizar un balance de su administración, tampoco va a destacar ni uno solo de sus errores, porque considera que no los tiene, sólo tiene una cosa que informar y es cómo va en su camino hacia el futuro, ese que mide a partir de su índice de popularidad y que le permite adivinar cómo quedará en la historia. No le importa hacer un balance sobre el presente, sólo quiere asegurar cómo hablarán de él mañana.
El gran logro de López Obrador es que sabe hablar directo al corazón de sus fieles, con el tono adecuado para endulzar la imagen que de él tienen, para encandilar a grado tal que no importen las mentiras, las medias verdades o los otros datos. El presidente sabe abrazar con el discurso de tal manera que no importe a sus seguidores la inflación, la militarización, la inseguridad, el agravamiento de las desigualdades… eso qué, eso es el corto plazo, lo único que importa es el mañana.
Su mensaje sentimentaloide es preciso, asegura que gracias a su gobierno ha cambiado la mentalidad del pueblo, de hecho, López Obrador insistió en que eso era “lo mero principal, lo más cercano a lo irreversible, pueden darle marcha atrás a lo material, pero no a la conciencia que ha tomado el pueblo de México”… la revolución de las conciencias, duro, directo al corazón, hoy el pueblo somos otros, somos distintos, somos mejores, nos lo dijo nuestro padre severo pero bondadoso.
Sólo los que no son del pueblo, los que añoran a los engominados en el poder, los que están del otro lado pueden demandar balances, exigir pruebas, exigir un discurso basado en datos, quienes se quieran colocar de ese lado cuestionarán al presidente, allá ellos.
“Jamás hay que creerle a quien asegure algo con una mano en el corazón”, escribió Lichtenberg, que no sabía del alma mexicana que se enamora cuando Pedro Páramo te mira a los ojos y con dulce voz te dice que todo va a estar bien, que todo está bien, porque así lo dice él.
Coda. No, el discurso presidencial no tocó mi corazón, lo lamento por mí, por más que lo intenté, mientras escuchaba a López Obrador, de fondo sonaba una canción de Fito Páez:
Me gusta estar al lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vérmelas con la resaca
Entonces navegar se hace preciso
En barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido
Creo que esta sí es la parte más pesada
@aldan
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December 1, 2021
Mesura
La continua descalificación a través del insulto es una pulsión autoritaria, autocrática, intolerante, abusiva y asimétrica, estableció Enrique Krauze en una entrevista con Carlos Loret de Mola para referir por qué considera indigno que Andrés Manuel López Obrador utilice el púlpito presidencial para descalificar y atacar a sus críticos. En otro momento de esa conversación, le piden al historiador que diga si el presidente miente, y Krauze, antes que arremeter en contra de López Obrador, elige señalar que suele faltar a la verdad.
La respuesta de Enrique Krauze no sólo es elegante por inteligente, da pistas sobre una cualidad que desde mucho hace falta en la conversación pública: la mesura. Un presidente incapaz de controlar su ira con el pretexto de que su pecho no es bodega, está lejos de toda moderación.
La polarización que promueve el presidente desde su conferencia matutina, ha vuelto costumbre que la conversación pública, antes que un intercambio de ideas, implique un trueque de insultos. Si López Obrador asumiera que la investidura lo obliga a desarrollar ciertas virtudes, quizá el presidente podría dar un giro a su discurso y dar un ejemplo distinto a los millones de fanáticos que convierten cualquier crítica en un ataque y responden descalificando a quienes se atreven a cualquier señalamiento.
Lamentablemente, la mesura no parece ser considerada una virtud, a lo largo de tres años de gobierno, lo que López Obrador ha dejado establecido es que el papel de víctima le ajusta a la perfección, le gana la simpatía y el cariño de sus fieles, por lo que moderarse sería considerado como una derrota, nada vende mejor al pueblo que mostrarse como centro de las conspiraciones, el objetivo de los ataques de las fuerzas del mal, el hombre que tras tres campañas logra erguirse victorioso ante la adversidad; ese es el modelo de héroe que López Obrador ha proyectado desde que asumió la presidencia, el tozudo al que sólo le importa salirse con la suya.
Insisto, la moderación es una virtud, implica cordura, sensatez, templanza en las palabras y acciones, cualidades que a cualquiera le gustaría reconocer en su presidente.
Coda. Un personaje que concentra todas las cualidades de la mesura como virtud, es el Mio Cid, con estas palabras sale Rodrigo Díaz de Vivar al destierro:
Con lágrimas en los ojos, muy fuertemente llorando,
la cabeza atrás volvía y quedábase mirándolos.
Y vio las puertas abiertas, y cerrojos quebrantados,
y vacías las alcándaras sin las pieles, sin los mantos,
sin sus pájaros halcones, sin los azores mudados.
Suspiró entonces el Cid, que eran grandes sus cuidados.
Habló allí como solía, tan bien y tan mesurado:
-Gracias a ti, Señor Padre, Tú que estás en lo más
los que así mi vida han vuelto, mis enemigos son, malos.
@aldan
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November 30, 2021
Barrer
Después de dos años de una pandemia que ha matado a más de 5 millones de personas, de meses y meses terribles de confinamiento, tras la catástrofe que provocó en la economía mundial el covid-19, en medio del caos, seguimos pensando en los mismos términos que antes de este desastre, que el mundo, que nosotros, podremos seguir siendo los mismos, actuando de la misma manera para avanzar. Ante la aparición de las diversas variantes del SARS-CoV-2, más allá de las críticas que se pueden hacer a las autoridades por sus llamados a la calma o la negligencia con que dicen que no ocurre nada, lo que al final del día queda es la pregunta de cómo vamos a terminar con la pandemia, como si fuera tan simple como dar vuelta a la hoja.
Para dimensionar la magnitud del desastre ni siquiera hace falta hacer referencia a los datos internacionales, tampoco el análisis profundo de los cambios geopolíticos producto del virus, para reconocer que ya no podremos ser los mismos basta mirar la forma en que nuestras relaciones más íntimas se han trastornado; la distancia con los seres que amas, la preparación para salir a la calle, las dudas ante el simple hecho de asistir a los centros de trabajo o entretenimiento, la forma en que nos comunicamos con el otro… Señales de que hemos sufrido un cambio irreversible.
Es posible que pensar en cómo terminamos con “esto” se base en la íntima esperanza de las ficciones que hemos leído o visto, los miles de finales felices con que se anuncia el éxito de la humanidad ante la adversidad, sin considerar que al cierre de una época, al dejar atrás una desgracia, modificamos nuestro pensamiento por las marcas que deja en nosotros el hecho trágico. Las variaciones del virus nos indican que no se podrá pasar la hoja tan fácilmente, señalan que esto tomará más tiempo del que nunca imaginamos, aun así, mantenemos el pensamiento mágico de que la solución vendrá de alguien superior, que cuando se nos entregue esa guía al desenlace será similar a cambiarse de ropa y dejar atrás el bulto.
La resolución a esta catástrofe no será mágica, no será fácil, sobre todo, no será externa, debe implicar un cambio razonado de quiénes y cómo estamos en el mundo, no para el día de mañana, no para el largo plazo, asumir los cambios para el presente como la única forma de transitar hacia el futuro, ¿qué nos hace falta para modificar nuestras prácticas, la forma en que pensamos una solución?
No hay respuestas sencillas ni simples, pero todas comienzan en el círculo íntimo.
Coda. Ante las demandas de la comunidad académica del CIDE, el reclamo de los estudiantes por la imposición de José Antonio Romero Tellaeche como director general de ese centro, el presidente Andrés Manuel López Obrador revira acusando al CIDE de haberse derechizado y que esa institución no estuvo “a la altura de las circunstancias frente al saqueo más grande que se ha cometido en la historia de México”. Me parece pertinente regresar la pregunta, ¿qué está haciendo el presidente ante ese saqueo?, si la administración de Enrique Peña Nieto se distinguió por la corrupción, ¿qué hace López Obrador para estar a la altura?... Nada, el presidente también se ha derechizado entonces, porque no basta con decir que hay que barrer las escaleras, es necesario mover la escoba.
@aldan
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November 29, 2021
Costumbres
Dice el refrán que a todo se acostumbra uno, menos a no comer, frase que antes de dar por cierta se tendría que revisar a la luz de la pandemia mundial de covid, después de cientos de días de encierro, de atención concentrada en las noticias sobre el avance y mutaciones del virus, pareciera que no han servido de mucho para cumplir el objetivo de construir una nueva normalidad, una en la que antes de volver a las costumbres de antes, nos volviéramos a encontrar con un vasto arsenal de prácticas que nos permitan desarrollar nuestra vida en comunidad.
Pareciera también que no ha quedado claro que en México, las autoridades encargadas de la pandemia, Hugo López-Gatell en específico, han abandonado cualquier posibilidad de dirigir una reflexión colectiva que sirviera para establecer esa normalidad, y decidieron que la tarea de las voces oficiales sólo tenía como fin el anular los miedos que la enfermedad podría despertar en la sociedad.
Se entiende que los gobiernos se preocupen por las consecuencias del miedo, una sociedad que se enfrenta a lo desconocido puede tener reacciones que vayan en contra de sí mismas y, como en el caso de la aplicación de la justicia por mano propia, los actos violentos se multipliquen; en muchos casos el miedo se alimenta de la ignorancia, por lo que es mejor prevenir a los gobernados para no dejarse llevar por los rumores o las noticias falsas. Sin embargo, lo que el gobierno mexicano hace de manera automática ante la información de nuevas variantes de covid-19, el funcionamiento de las vacunas o el número real de fallecidos por la enfermedad es descalificar cualquier dato que demuestre que la estrategia gubernamental no ha sido la más adecuada.
Las declaraciones de Hugo López-Gatell sobre la más reciente variación del SARS-CoV-2 (omicrón) y la descalificación de las advertencias sobre los riesgos de la nueva variante, sólo muestran el desgaste que la opinión del funcionario ha sufrido al haber sido sometido a tanta exposición, lo que declare es ya irrelevante, pues invariablemente declara en apoyo a las acciones que el Gobierno de México ha establecido y no como un punto de partida para abrir la discusión hacia lo que necesitamos hacer; que el subsecretario descarte medidas que sí se están tomando en otros países, como las restricciones a ciertos viajeros o el cierre de fronteras, es igual de irresponsable que la actitud de gobernantes que declaran a sus entidades federativas libres de covid-19 o la invitación del presidente a ya por fin abrazarnos en la plaza pública con motivo de la celebración de otro de sus informes.
Requerimos que las medidas que pusimos en práctica en los peores momentos de la pandemia se transformen en prácticas diarias, reconocer cómo esas acciones necesariamente van a cambiar nuestras formas de convivencia, sí, es cierto que el pánico no ayuda a pensar y nos paraliza, sin embargo, el cerrar los ojos a los riesgos de la costumbre, a pensar que ya salimos de la pandemia porque bajó el número de contagios o el semáforo epidemiológico ya pasó de un color a otro, no ayuda a responsabilizarnos del cuidado de uno mismo y el que se tiene con los demás.
Por responsabilidad individual y colectiva, ante la aparente calma, antes de entregarnos a las costumbres de convivencia, necesitamos reflexionar en serio en cómo debe de ser la normalidad en la que vamos a convivir y cuáles deben ser las prácticas que la deben de hacer nueva.
Coda. Al final, en Aguascalientes, fueron nueve los aspirantes que se registraron para ser elegidos como ombudsperson. A lo largo de este proceso, por la relevancia el cargo, mucho se comenta sobre las personalidades de los candidatos, si son los oficiales, si los apoya algún grupo o político, pero poco hemos escuchado acerca de cómo debe ser la Comisión de los Derechos Humanos que Aguascalientes necesita; de nada sirve centrar la atención en el nombre de quién la va a presidir si no nos queda claro qué función debe cumplir un organismo como ese.
@aldan
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November 26, 2021
Conmemorar
Otro 25 de noviembre, otras 24 horas para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, un día para que las instituciones intenten por todos los medios generar empatía con la causa colocando listones naranjas en las solapas de sus funcionarios, pintando de ese color las fachadas de los edificios públicos, organizando mesas redondas donde, en el mejor de los casos, se recuerda la historia de la activista dominicana Minerva Mirabal y sus hermanas, Patria y María Teresa, asesinadas en 1960 por la dictadura de Trujillo; otra jornada para que las mujeres organizadas salgan a tomar las calles y reclamar, acompañadas de los parásitos que violentan toda manifestación, un día más.
Al día siguiente las luces que iluminan la fachada del edificio público cambiarán de color, motivos navideños quizá; los conferencistas que hicieron su agosto hablando de empoderamiento o brindando clases de manicure y corte en confección, ya estarán preparando otra presentación por la cual cobrar; los activistas oportunistas se darán un respiro para después actualizar los datos sobre feminicidio, deshumanizando la tragedia al reducirla a números.
Los medios, por supuesto, pasarán a otra cosa. Este 25, una agencia informativa difunde una nota con el siguiente título: “En pleno 25N, una niña presencia el asesinato de su madre en Mexicali” y relata que mientras se conmemoraba el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una mujer de 31 años fue asesinada a golpes en presencia de su hija; porque lo grave del asunto es que haya sido asesinada precisamente este día que se conmemora la eliminación de la violencia contra las mujeres; al día siguiente esa información ni siquiera tendría espacio porque no existe el gancho que la haga interesante, como si el hecho noticioso fuera la “coincidencia” del crimen con una efeméride.
En el afán de hacerse escuchar, las víctimas no van a dejar pasar una sola ocasión para intentar cambiar su realidad, ante esta necesidad, el sistema les ha devuelto un plazo para expongan sus demandas, la tragedia cotidiana se enmarca en una fecha para volverla excepcional y regalarles un poco de atención, un estado de excepción con el que se intenta confundir la deferencia con las acciones para verdaderamente erradicar la violencia.
Al día siguiente, los listones naranjas, junto con los discursos empáticos, están en el bote de la basura y las víctimas siguen sufriendo las consecuencias de que transformemos el mal en algo excepcional, la conmemoración de la efeméride termina anulando el sentido de la protesta, pero sobre todo, brinda a las autoridades la oportunidad de perder el tiempo en actos simbólicos que nada cambian.
Conmemorar funciona para rendir homenaje a un acontecimiento, pero si sólo se recuerda y no se compara, si no se establece en dónde queremos estar, sólo alimentamos la nostalgia, como si el pasado en verdad fuera un lugar mejor y no el origen de nuestro futuro.
Coda. En Lo infraordinario, Georges Perec indica “Lo que tenemos que cuestionar son los ladrillos, el hormigón, el vidrio, nuestros modales en la mesa, nuestros utensilios, nuestras herramientas, la forma en que gastamos nuestro tiempo, nuestros ritmos. Cuestionar lo que parece haber dejado de asombrarnos para siempre. Vivimos, es verdad, respiramos, es verdad; caminamos, bajamos las escaleras, nos sentamos en una mesa para comer, nos acostamos en una cama para dormir. ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué? Describe tu calle. Describe otra. Compara”… Compara, pregunta, cuestiona, no conmemores.
@aldan
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November 24, 2021
Decretazo
El presidente Andrés Manuel López Obrador se sacude cualquier crítica menospreciando la inteligencia de sus interlocutores, anula la posibilidad de diálogo recurriendo a la simplificación más burda y apelando al cariño que el pueblo bueno le tiene a su persona para convertir cualquier señalamiento en un ataque, ese es su método y lo seguirá empleando con tal de que no se cuestionen sus decisiones.
El decreto con que el presidente decide esconder la información sobre sus megaproyectos considerándolos de seguridad nacional no fue bien recibido por el colectivo, no sólo la oposición partidista consideró riesgoso lo que ahora se conoce como el “decretazo”, incluso el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ya prepara una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación porque “advierte una posible transgresión al artículo 6º de la Constitución, en tanto que la seguridad nacional es un presupuesto de reserva de la información, de acuerdo al artículo 113 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública”, por lo que se corre el riesgo de que se vulnere el derecho de acceso a la información.
Como siempre, López Obrador minimizó las críticas y evitó hablar de los señalamientos refiriendo que los miembros de esta administración “no somos iguales” y que su decreto no tiene relación con la rendición de cuentas o la transparencia, que es un mero trámite administrativo. José Alfredo Jiménez va que vuela para convertirse en el profeta de este gobierno, en “Vámonos” este compositor que no entiende de clases sociales y al que sólo le interesa irse con su amada a un lugar donde nadie los juzgue y nadie les diga qué hacen mal, propone lo mismo que López Obrador: “que no somos iguales, dice la gente”.
Sólo hay que recordar que en la canción de José Alfredo ese lugar a donde se quiere ir, está alejado del mundo, no hay justicia, ni leyes, ni nada, el escenario ideal para López Obrador, quien no dudó en reducir su decreto a un acuerdo interno entre dependencias, para dar confianza a las instituciones y empresas para que los trámites se cumplan de manera expedita y no se detengan las obras; para dejar de relacionarlo con la rendición de cuentas y la transparencia, al presidente le basta con su discurso, aseguró que a las dependencias se les tienen que dar todas las facilidades y tener confianza, porque, de nuevo, ellos, no son iguales, y tiene razón, son mejores que los gobiernos anteriores, pero para encontrar los mecanismos para evadir el escrutinio público y vulnerar el derecho de todos a conocer cómo trabaja la Cuarta Transformación.
Por la respuesta colectiva que se manifestó en contra del decretazo, quizá estemos ante la primera ocasión en que el método simplificador de López Obrador se le revire y funcione en su contra, rebajar a un acuerdo interno la instrucción publicada en el Diario Oficial de la Federación se transforma en una muestra de debilidad por parte del gobierno, incapaz de hacer política, de obtener el apoyo del Poder Legislativo a los caprichos presidenciales, al grado que tiene que publicar decretos para que se cumpla su voluntad.
Todo indica que el decretazo será revertido, como otros caprichos presidenciales, lo que López Obrador logró con su obstinación fue mostrar su mayor debilidad, la de lograr consensos.
Coda. En un texto publicado en Nexos, María Amparo Casar escribió: “Una política anticorrupción requiere de algo más que un discurso que alcanza para mantener viva la memoria de un pasado corrupto; de algo más que exhibir a los peces gordos del gobierno anterior; de algo más que presentarse como un gobernante honesto y austero; de algo más que decir ‘no somos iguales; de algo más que la mera voluntad y una cartilla moral”, tiene toda la razón, pero al gobierno de López Obrador sólo le da para discursos.
@aldan
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November 23, 2021
Opacidad
Los opositores de Andrés Manuel López Obrador suelen acusar al presidente de generar cortinas de humo con sus declaraciones, para así distraer a la opinión pública de sus verdaderas intenciones, no pasa un solo día sin que alguien retome alguna frase de la conferencia matutina para acusar al presidente de estar mintiendo y presentarse como el gran revelador del proyecto secreto de la Cuarta Transformación.
López Obrador encontró la manera de establecer y dirigir la agenda pública a través de la mañanera, no requiere de los medios de comunicación para establecer su punto y que la comunidad gire alrededor de lo que él decida, el presidente establece de qué se va a hablar y la oposición morderá al anzuelo, en mucho gracias a que se le da prioridad a las notas que presentan un contrapunto a la versión oficial, pero esta información, en su mayoría, se genera a partir de las declaraciones y no de la verificación de datos. Si se quiere demostrar que López Obrador miente, antes que cotejar lo que dice mediante el contraste con lo que los datos indican, se elige una figura pública que de antemano se sabe que va a opinar lo contrario al presidente.
Llevamos medio sexenio de López Obrador y este esquema se repite de manera nauseabunda, todos los días, con cualquier tema, el presidente declara y los medios reproducen la réplica de algún opositor, sin importar lo irrelevante del tema; la manera más fácil de objetar lo que se indica en la conferencia mañanera es acusarlo de generar distractores de manera deliberada.
Ante la avidez del escándalo, este mecanismo no se agota, a pesar de que constantemente queda claro la irrelevancia de los temas que se discuten y la verdadera cortina de humo que se genera es que antes de verificar las acciones de López Obrador, concentramos la atención en sus declaraciones.
Las intenciones del proyecto de la Cuarta Transformación son muy claras, generar políticas públicas que respondan al capricho del presidente, no importan los cambios que se generen sino la percepción que se establezca, que el país real se parezca al país de los otros datos de López Obrador, uno en donde manda alguien que confunde gobierno con paternidad, en México se hace lo que el presidente quiere.
Concentrar la atención en revelar las intenciones ocultas de López Obrador es una pérdida de tiempo, la verdadera distracción reside en dejar de ver cómo el presidente cambia las leyes y a las instituciones con tal de que la realidad responda al modelo que desea el presidente. Un ejemplo clarísimo está en la publicación del acuerdo que hizo la presidencia en el Diario Oficial de la Federación a través del cual declara de interés público y seguridad nacional la realización de todos los proyectos y obras de infraestructura a cargo del gobierno lopezobradorista.
El decreto firmado por López Obrador obliga a las dependencias a autorizar aquellos proyectos que el presidente considere como de seguridad nacional, así se obtendrán los permisos y licencias que se requieran para cumplir la voluntad del presidente; aquello que desde Palacio Nacional se decida que es prioridad y auxiliará a cumplir el objetivo de la Cuarta Transformación obtiene, de inmediato, la aprobación. Entre esos objetivos están las megaobras de esta administración, el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.
El decreto publicado ayer es un claro ejemplo de que López Obrador no tiene la menor intención de rendir cuentas, ningún compromiso con la transparencia, lo que él considere proyecto prioritario o estratégico para su Cuarta Transformación, al ser considerado como de seguridad nacional, podrá ser licitado de manera directa, se puede adjudicar saltándose los procesos administrativos que impedirían actos de corrupción.
Mientras el presidente se sirve con la cuchara grande de la opacidad, la comentocracia sigue distraída con la declaración del secretario de la Defensa Nacional, la portada dedicada por El País a la jefa de gobierno, los dichos de López Obrador acerca de cuál es mejor método para elegir un candidato… temas irrelevantes en este momento, paja que se hace arder con las réplicas de la oposición, más preocupada por figurar que en hacer política.
Coda. En las especificaciones técnicas de algunos billetes se incluye la opacidad, el resultado de la luz reflejada por una sola hoja de papel respecto a la de un conjunto de hojas, cuyo valor se ve afectado por el tinte del papel, el aspecto y resolución de los rasgos de la marca de agua se verán afectados por la opacidad… exactamente de la misma manera en que los ríos de tinta gastados en la irrelevancia ocultan las acciones de este gobierno.
@aldan
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November 22, 2021
No me ayudes compadre
A pesar del tiempo transcurrido, la comparecencia en la Cámara de Diputados del consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, sigue cosechando comentarios entre la opinión pública, no sólo porque los vapuleados legisladores de Morena fueron exhibidos en toda su ignorancia, también porque, desde la oposición se insiste en postularlo, desde ya, para encabezar los esfuerzos electorales en contra de la Cuarta Transformación.
Que los diputados morenitas se empeñen en sus insultos y mentiras contra el consejero presidente del INE no es una sorpresa, los miembros de esa organización política sólo responden a la fe ciega requerida por el presidente Andrés Manuel López Obrador e invariablemente repiten las mentiras que se crearon para alinearse a la opinión negativa que el presidente tiene del organismo electoral; ante los ataques de los tetratransformistas, el papel de la oposición no podría ser otro que defender la autonomía del Instituto Nacional Electoral, fundamentar la necesidad de un instituto como ese y, de ser necesario, refrescar la memoria nacional acerca de cómo se realizaban las elecciones cuando estas dependían del gobierno.
Lo lamentable es que en vez de cumplir con la tarea de defender al INE, la oposición no ha perdido la oportunidad para insinuar que Lorenzo Córdova pueda encabezar los esfuerzos de ese grupo en contra de la Cuarta Transformación, desde ya lo hacen candidato y se multiplican las invitaciones a que se una a un partido. El problema con el entusiasmo de la oposición partidista con el comportamiento de Lorenzo Córdova es que la elegancia e inteligencia con que respondió el consejero presidente a las mentiras de Morena, se empañan al colocar a este funcionario como un soldado más en la lucha contra López Obrador.
El ataque del presidente al INE es desmesurado, resultado de sus rencores, además la acometida se ha vuelto personal y concentra sus iras en dos de los miembros del Consejo General del INE, por eso los de Morena no sueltan a Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, ha dejado de ser relevante si se requiere modificar al instituto, ya no importa analizar la forma en que está realizando sus tareas o si se necesita adelgazar su estructura burocrática, es un combate contra personas que impide abordar con seriedad los cambios que podrían hacer más eficaz la labor del INE.
La defensa de la oposición no corre con mejor suerte, se vuelve un despropósito, porque se alinea, una vez más, a los dictados de López Obrador, juega en la cancha que el presidente quiere y al deporte que se le dicta, al convertir a Lorenzo Córdova en un opositor se le vulnera como funcionario público y se amplían los flancos por los que es atacado por los tetratransformistas.
No me ayudes compadre, parece ser la frase de todo aquel a quien la oposición quiere reconocer por su trabajo.
Coda. Falleció Matías Lozano Díaz de León, se cierra un capítulo en la historia del periodismo de Aguascalientes. Matías Lozano fue un miembro destacado de la vieja guardia periodística en la entidad, logró transitar de los impresos a los medios digitales y continuar incidiendo en la formación de opinión pública a través de su columna Cortando por Lozano; desde ya hace falta, porque la multiplicidad de voces y estilos son indispensables para el diálogo. Hasta pronto.
@aldan
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November 19, 2021
Mezquino
Honor a quien honor merece, la participación de Andrés Manuel López Obrador en la IX Cumbre de Líderes de América es de aplaudirse, el presidente de México en su encuentro con Joe Biden y Justin Trudeau hizo lo que tenía que hacer como jefe de Estado y lo realizó en los foros adecuados. El presidente propuso fortalecer el bloque económico que representan en el mundo los Estados Unidos, Canadá y México, tuvo la cortesía de reconocer la iniciativa del presidente estadounidense para regularizar la migración y establecer un diálogo de altura con el primer ministro canadiense. Difícilmente se puede calificar de otra manera su participación, fue un éxito.
En un país polarizado, aplaudir a López Obrador por hacer lo que tiene que cumplir como titular del Ejecutivo siempre será mal interpretado, los fieles de toda la vida tienen cerrado el acceso al club lopezobradorista, así que cualquier comentario positivo que se realice sobre el hacer del presidente, pasa por la aduana de la sospecha, se debe pagar una revisión severa que cuestiona a quien se pronuncia favorablemente, de manera reciente, porque ya se agotó el tiempo de las conversiones y no hay cupo para nuevos fieles; mientras que desde la oposición, un halago a un discurso presidencial, inmediatamente es cobrado como una traición, porque quienes están en contra de la Cuarta Transformación sólo han querido crecer a la sombra de la descalificación y el insulto.
Cuando se trata de López Obrador tampoco se aceptan términos medios como indicar que el presidente realizó, en la justa medida, lo que le corresponde hacer como presidente de México; no, porque en este caso, la investidura no otorga capacidad alguna a quien desempeña el puesto y, como ejemplo, baste señalar los ridículos de Enrique Peña Nieto en sus encuentros con sus homólogos de Canadá y Estados Unidos, los tropezones, la pésima pronunciación y la ausencia de resultados priman sobre cualquier otra impresión, sería necesaria buscar en los archivos como para olvidar la pena ajena.
Para enriquecer la discusión pública hace falta mesura porque sobra mezquindad, previo al viaje de López Obrador, la oposición se deshizo en recomendaciones y en resaltar los riesgos que corría la relación entre los tres países por la actitud del presidente, insisto en la oposición y no en el tetratransformismo porque, desde hace mucho, los de este último bando, con su fe ciega, se han negado a aportar nada al diálogo, por lo que han dejado en manos de la oposición la obligación de sanear el intercambio y encontrar el punto exacto en que nos escuchemos todo y seamos capaces de deliberar, sin caer en los extremos.
Lamentablemente, la mesura no distingue a la mayoría de la oposición, de ahí que se construyera desde esas “recomendaciones” un escenario apocalíptico que no se cumplió, y ante la evidencia de un buen desempeño, en vez de reconocer el trabajo de López Obrador, se preferirá el silencio, pero no como una pausa de reconocimiento, ni como tregua, el silencio que omite con tal de no otorgarle la mínima validez a las acciones del presidente, un silencio que miente, que niega, que intenta borrar, un silencio mezquino que rehúye al diálogo.
Coda. En su primera colaboración con la Red Ética de la Fundación Gabo, Álex Grijelmo señala que uno de los retos menos visibles del periodismo actual es la tarea de desenmascarar los silencios, porque hay un silencio que miente: “Todo lo que dice una información se entiende como relevante; y todo lo que se omite se entiende como irrelevante. Si se silencian datos relevantes, se miente. Si se destacan datos irrelevantes, se puede mentir también”.
@aldan
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