Edilberto Aldán's Blog, page 23
February 17, 2022
Contol de daños
Uno de los efectos que más aplaude la oposición es que, a partir de los dislates autoritarios de Andrés Manuel López Obrador en la defensa de sus familiares, el presidente ya no tiene el control de la agenda pública. A partir de las interrogantes planteadas por el reportaje de Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad sobre el posible conflicto de interés por el modo de vida de José Ramón López en Houston, no ha pasado un solo día sin que López Obrador empeore las cosas intentando distraer la atención hacia otros asuntos que no sea su hijo.
Entre las habilidades de López Obrador, invariablemente se destaca su capacidad para marcar los temas de la agenda a través de su conferencia matutina. El impacto es tal que ya tiene varios imitadores entre los gobernadores de Morena, casos destacados los de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México y Cuitláhuac García en Veracruz; el gran logro de la mañanera es que es un show montado con toda la mala intención de colocar mensajes de propaganda que alimentan la polarización de la conversación pública, lo que más se difunde de esa conferencia jamás son los temas con que inicia, tampoco las participaciones de otros miembros del gabinete, invariablemente lo que se resalta en la prensa son los largos monólogos con que el presidente responde a las preguntas de los reporteros. Muchas de ellas de cuestionable origen, porque es evidente que algunos de los participantes leen la pregunta escrita por otra persona, que permiten a López Obrador darle rienda suelta a la improvisación.
Ahora que la investigación periodística ha alcanzado el círculo familiar, este mecanismo de la mañanera ha fallado para realizar el control de daños que toda administración debe realizar cuando se le exhibe porque la improvisación de López Obrador está teñida de rencor, ya no le importa si los reporteros le plantean preguntas a modo, lo único que importa es demostrar a sus seguidores que todo es un montaje de sus enemigos, ataques golpistas contra su proyecto de transformación.
El rencor ha cegado a tal grado al presidente que no le importa perder el control de la agenda pública, sin embargo, no se debería de festejar que López Obrador concentre su discurso en negar el supuesto conflicto de interés por la vida de José Ramón López Beltrán, los diarios ataques a un grupo muy identificado de periodistas y que intente exhibir a sus opositores, porque en el fondo, todo esto le sirve al presidente para reiterar su mensaje a sus seguidores.
Ahí están las cartas de apoyo de los gobernadores y senadores de Morena, a quienes no les importa exhibirse como los sirvientes que son, no les interesa la pérdida de la dignidad, porque al final están cumpliendo con López Obrador, los seguidores de la Cuarta Transformación no cuestionan a los lambiscones y maromeros del presidente, para ellos, idioteces como que López Obrador encarna a la Nación y a la Patria es música para sus oídos, ideas que satisfacen la fe ciega que demanda el presidente. Por más que sean muchos quienes intenten exhibir los dislates despóticos, sus argumentos no llegan a permear en el grueso de la población, los fieles no les harán caso justo porque han sido adoctrinados sobre cómo los villanos aparecerán para señalar esos errores e intentar engañarlos.
Festejar que López Obrador ha perdido el control de los temas en la conversación pública es dejar a un lado que, habilidosamente, el presidente está aprovechando la circunstancia para hacerse la víctima, demandar fe ciega y agudizar la polarización.
Coda. Sin periodistas no hay democracia, lo dijo el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante los reporteros, Arturo Saldívar subrayó que en una democracia la labor de los periodistas es esencial para generar un debate robusto e informado; ese debería ser el propósito de todos, ese tipo de debate, no el diálogo de sordos que estamos presenciando.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 16, 2022
Delirios
Delirio despótico, sólo así se puede llamar a la actitud del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando solicita al INAI que investigue el origen de los ingresos de Carlos Loret de Mola, porque sabe perfectamente que nada sustenta su petición, por eso intenta justificar la violación del derecho a la privacidad del periodista señalando en ese oficio que si el INAI no tiene competencia, le informe “si puedo como ciudadano, ejerciendo mi derecho a la libertad de información y expresión, dar a conocer facturas y comprobantes sobre los ingresos del señor Loret de Mola, de conformidad con la documentación que me hicieron llegar los ciudadanos”.
Miente el presidente, la documentación que quiere revelar la obtuvo gracias a que es el presidente, y en su carta presenta indicios quién se la entregó, cuando señala al INAI que esa “información seguramente la podrán obtener en el Registro Público de la Propiedad y Comercio, en el Servicio de Administración Tributaria o en la Unidad de Inteligencia Financiera”. La presidenta del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, Nuhad Ponce Kuri, ya adelantó en entrevista con El Universal que no es posible aceptar la petición de López Obrador porque la obligación del INAI es custodiar, proteger y garantizar la protección de datos personales de cualquier persona, y a la vez transparentar la información siempre y cuando sea del orden público; por lo que el INAI no es autoridad para obtener los datos con que el presidente quiere vengarse de Carlos Loret de Mola.
Las consecuencias de los delirios despóticos del presidente ya están teniendo consecuencias más allá de la mañanera, un grupo de imbéciles (lo siento, sólo así los puedo identificar) publicó una carta en apoyo al presidente, un exceso de lambisconería e irresponsabilidad, porque en el texto, aseguran que López Obrador “simboliza los ideales de la nación, la patria, el pueblo, la independencia, la soberanía”, todo eso es para ellos Andrés Manuel, y luego se quejan de que Enrique Krauze lo haya definido como el Mesías tropical.
Estos senadores, entre los que se encuentran Olga Sánchez Cordero, Ricardo Monreal, Nestora Salgado, Susana Harp, y Napoleón Gómez Urrutia, no sólo divinizan a López Obrador, además aseguran que quienes “se oponen al presidente de México no son más que un puñado de mercenarios que al ver sus privilegios mancillados luchan con todo su poder económico para que prevalezca el viejo régimen”, y señalan a quienes no quieran adorar a López Obrador de ser traidores a la patria.
Hasta hace poco la traición a la patria era uno de los pocos delitos que en México se castigaban con la pena de muerte; de acuerdo al Código Penal Federal, se considera traidor a la patria a las personas que realicen “actos contra la independencia, soberanía o integridad de la nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”. Personas que uno puede considerar inteligentes por los cargos que han desempeñado o la defensa de algunos derechos como Olga Sánchez Cordero o Ricardo Monreal, se revelan como los imbéciles que son con tal de alabar a su patrón.
La actuación de López Obrador en la mañanera del lunes merece una reflexión colectiva, la discusión sensata del diálogo público en que se analicen los riesgos de los arranques autoritarios del presidente, lamentablemente, el servilismo de sus seguidores, la lambisconería de sus empleados, como la carta de los senadores morenitas, impide que se pueda mantener una discusión civilizada, porque ya rebasaron la línea de las descalificación y ahora acusan a sus adversarios y todos los que no piensen como ellos de delitos graves, como traición a la patria, esa patria que López Velarde nos enseñó que era impecable y diamantina, pero que para estos imbéciles encarna una persona llena de ira, rencor y sed de venganza.
Ante las creencias surgidas de la fe ciega no hay argumento que valga, a eso han rebajado el debate público los senadores de Morena con tal de defender al presidente.
Coda. “La indignación moral es la estrategia del imbécil para parecer digno”, Marshall McLuhan.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 15, 2022
Todos somos
Gracias al encono del presidente Andrés Manuel López Obrador ya se generó la percepción de que, desde que la Cuarta Transformación llegó al poder, un grupo de supervillanos se confabulan desde las tinieblas para impedir que el proyecto de nación morenita se consolide; los malévolos opositores al régimen actual idean complot tras complot y, con dinero, intentan hacer caer al gobierno; los adversarios usan el poder que les otorga ser millonarios y lo trastornan todo, incluso modifican la realidad.
El autoritarismo con que López Obrador defiende a su hijo, José Ramón López Beltrán y, en general, a sus aliados y familiares corruptos, la repetición del mismo discurso manido acerca de cómo sus enemigos se organizan, quiere convencernos de que el periodismo en México debe consistir en la alabanza y fe ciega en su palabra, en la ausencia de crítica a las acciones de gobierno y hacerse de la vista gorda ante las decisiones del presidente.
El periodismo de investigación, las opiniones que señalan, cuestionan, los reporteros que advierten o aportan dudas razonables sobre la acción gubernamental, para López Obrador, son los malos, son corruptos, títeres del grupo de supervillanos opositores. A todo aquel que tenga una pregunta incómoda o una duda crítica se le acusará de recibir carretadas de dinero, de ponerse al servicio de los conservadores y, con intenciones golpistas, engañar al pobrecito pueblo de México.
Además de violar el derecho a la privacidad de Carlos Loret de Mola, lo que López Obrador consiguió al exhibir los presuntos ingresos del periodista, fue rebajar la idea del oficio periodístico a mercenarios que se venden al mejor postor. El presidente alimenta la fantasía de los tetratransformistas de que todos los reporteros son corruptibles, que detrás de una duda o señalamiento siempre está el dinero, el gusto por el chayote.
Tras los ataques a Carlos Loret de Mola se han organizado múltiples muestras de solidaridad, el más llamativo la conversación en Twitter Space en la que participaron más de 64 mil personas simultáneamente y que en esa misma red social se utilice el hashtag TodosSomosLoret para repudiar la actitud despótica del presidente, así como la intención represora con que López Obrador intenta acallar a quienes investigan su gobierno.
El Twitter Space referido ya lo han escuchado más de 2 millones de personas, TodosSomosLoret se mantuvo durante días como tendencia mundial. No ha faltado quien quiera ver esto como el inicio de un movimiento que podría modificar la actitud despótica del presidente, incluso se ha señalado la baja en la aprobación de López Obrador como una señal de que así es.
Lamento disentir, la aprobación del presidente podrá bajar más puntos pero igual ganará la revocación de mandato. Podemos tuitear de manera infinita que TodosSomosLoret, pero no se logrará cambiar la percepción de los fieles en que unen el periodismo a la corrupción, la crítica a la oposición, a los reporteros con el chayote. Podemos seguir indicando que TodosSomosLoret y eso no cambiará en absoluto las condiciones denigrantes y peligrosas en que miles de profesionales de la información realizan su trabajo, tampoco la violencia que viven los periodistas asediados por el crimen organizado o la clase política violenta. Un hashtag sólo da muestras de nuestra empatía hacia una causa, pero no es resultado de ninguna reflexión que lleve a actuar.
López Obrador ha violado la ley, lo seguirá haciendo, se comporta como un déspota, sólo la rendición de cuentas colocará a cada uno de los actores en su lugar, ante la ley, esa es la realidad que vale, donde quienes nos gobiernan rindan cuentas sobre sus acciones y discursos. Mientras nos mantengamos en el espacio virtual, la percepción de la mayoría se mantendrá a favor del autoritarismo.
Coda. Desviar la atención de la violación de los derechos humanos y la actitud despótica de Andrés Manuel López Obrador ya está teniendo sus primeras consecuencias, como el desplegado que los 18 gobernadores morenitas firmaron para defender al presidente, en que no sólo se pasaron la veda electoral por el arco del triunfo, también mienten descaradamente, como cuando siguiendo el discurso de López Obrador, los lambiscones coinciden al mentir indicando que “La democracia se ha fortalecido, porque a diferencia de antaño donde el dinero definía la relación con los medios, hoy se informa con la verdad para contrarrestar campañas de calumnias”. Efectivamente, no son iguales, son peores.
@aldan
Bajo presion, mi columna en LJA.MX
February 14, 2022
Abusos
El presidente Andrés Manuel López Obrador debe ser sancionado por las violaciones a la ley que cometió en su intento por cobrarle a Carlos Loret de Mola el haber difundido un reportaje sobre el posible conflicto de interés provocado por el estilo de vida de José Ramón López Beltrán, el hijo que rechaza seguir el mandato de austeridad impuesto por su padre. Ese es el punto central del asunto que, para bien de la salud de nuestro modelo democrático, se debería atender con urgencia.
Al exhibir los supuestos ingresos de Carlos Loret de Mola e instruir al SAT a que lo investigue, López Obrador demostró que no le importa que todos los servidores públicos están obligados a cumplir de forma irrestricta los principios y deberes que establece la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados; que le tiene sin cuidado el derecho a la privacidad o abusar del poder con tal de proteger a los suyos.
El abuso del poder y la falta de respeto a los derechos humanos debería ser el eje que guíe la discusión y solicitud de rendición de cuentas del presidente.
No se trata de pedir a la Oposición que se organice para golpear a López Obrador; tampoco es la oportunidad para mostrar una falsa solidaridad con un periodista; mucho menos de redimir personajes sin imaginación para otorgarles apoyo alguno en su personalísima lucha contra la Cuarta Transformación; cualquiera de esas variantes aleja del punto central y que trae mayores riesgos a nuestra democracia, el comportamiento autoritario del presidente.
Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán, ya negó que tenga relación con Baker Hughes, la empresa que tuvo contratos con Pemex; el hijo del presidente ya aclaró que sus ingresos provienen de trabajar como asesor legal de desarrollo y construcción para KEI Partners: ambos personajes demandan que respeten su vida privada y a su familia.
Si la Oposición insiste en utilizar al hijo y la nuera de López Obrador para señalar que al presidente le falta de congruencia entre la austeridad que predica y las conductas de sus familiares, se minimiza el comportamiento del presidente, el intercambio de ataques politiqueros dejará a un lado que López Obrador violó los derechos de Carlos Loret de Mola.
Carlos Loret de Mola ya también se dijo amenazado, declaró responsable al presidente de lo que le suceda a su familia y a él al exponer sus supuestos ingresos a la delincuencia. Cada quien se debe hacer responsable de las muestras de solidaridad personales con el periodista, quien quiera puede asumir la defensa y tuitear que TodosSomosLoret; pero, sin contexto, convertir este encono personalísimo de López Obrador en un ataque del presidente a la libertad de expresión o a la seguridad para el desarrollo del trabajo periodístico, dará como resultado, de nueva cuenta, que fincar responsabilidades a quien violó la ley se vuelva un asunto secundario.
La protección de datos personales pertenece a la tercera generación de derechos humanos, es una construcción más reciente para nuestro pensamiento y formas de relacionarnos como sociedad, por eso los defensores de López Obrador no han dejado de minimizar el que violara ese derecho y desde el púlpito presidencial; a este abuso de poder se le justifica con el rencor de clase, envidia o burlándose porque “quien se lleva se aguanta”.
Normalizar la violencia del discurso polarizador del presidente, dejando de ver la relevancia del emisor de un discurso irresponsable, poco empático con el ejercicio de la libertad de expresión e ignorante de lo que hacer periodismo implica.
Coda. Reitero, el abuso del poder y la falta de respeto a los derechos humanos debería ser el eje que guíe la discusión y solicitud de rendición de cuentas por la conducta del presidente en la defensa de los suyos.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 10, 2022
Injustificable
No se puede justificar la necedad del presidente por colgar la investidura en un perchero imaginario cuando así le conviene, no se puede dejar de observar el tono violento con que Andrés Manuel López Obrador degrada la institución presidencial al insultar y descalificar a sus adversarios, no se debe dejar de señalar el daño que le hace a la conversación pública cuando en la furibunda defensa de su hijo prefiere generar un enredo diplomático a manera de distracción antes que ordenar una investigación para resolver que no hay conflicto de interés porque José Ramón López Beltrán vivió en la casa de un contratista de Pemex.
Andrés Manuel López Obrador es el presidente legítimo de México, eso no se lo pueden quitar ni sus más alocados adversarios, lo único que puede socavar la legitimidad ganada en las urnas es el ejercicio del poder, las acciones diarias durante el tiempo de su administración, y eso es lo que está haciendo cuando decide rebajar su conferencia matutina con sus reclamos a los periodistas y al reducir la historia a una visión maniquea propia de alguien ardido.
Herido y ardido, descontrolado, el presidente olvida que existen múltiples maneras de dignificarse ante el infundio, que la peor respuesta a una agresión es la violencia; todos sabemos que es un ser humano, que al frente del Poder Ejecutivo Federal está solamente un hombre, pero el cargo lo obliga a comportarse con mesura, no sólo porque es un ejemplo a seguir, sino porque en todo momento habla en nombre del gobierno que encabeza.
Vale la cita completa: “A mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego al pueblo de México y al pueblo de España, hacer una pausa en las relaciones, porque era un contubernio arriba, una promiscuidad económica-política en la cúpula de los gobiernos de México y de España, pero como tres sexenios seguidos, y México llevaba la peor parte, lo saqueaban. Entonces, vale más darnos un tiempo, una pausa. A lo mejor ya cuando cambie el gobierno ya se restablecen las relaciones y yo desearía, ya cuando no esté yo aquí, que no fuesen igual como eran antes”, cuando se le preguntó qué quería decir con una pausa, López Obrador explicó que “la pausa es: vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. O sea, sí queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos, con todos los pueblos del mundo, pero no queremos que nos roben. Así como los españoles no quieren que lleguen de ningún país —y hacen bien— a robarles, pues tampoco queremos nosotros. Entonces, vamos a esperar, porque era mucho”.
Consciente de la idiotez de su expresión, cuando se le cuestionó si pediría formalmente esa “pausa”, el presidente señaló que sabía que eso no se puede hacer, pero no porque en términos diplomáticos no exista la “pausa” solicitada, sino porque iba a ser criticado por ser un aldeano, un ignorante. Cansado, López Obrador intentó escudarse justificando: “¿Ya no puedo hacer ningún comentario, entonces? Ya, es una plática aquí, una conversación, o sea, para que la gente tenga todos los elementos”. Lamentable bramido del animal acorralado en el afán de cuidar a su hijo.
Quizá el aldeano que se considera puede y está en todo su derecho de hacer cualquier comentario a la ligera, olvida López Obrador que siendo el presidente de la República tiene otras obligaciones, como hacer respetar la investidura.
Coda. Cuando el niño grita que va desnudo, una vez que todo el pueblo señala que no lleva traje alguno, el emperador se detiene, le inquieta que el pueblo tenga razón, pero seguro de que a él no lo engañaba nadie, ordenó seguir con la procesión hasta el final, así, con mayor arrogancia que antes, el emperador siguió desfilando y sus chambelanes sosteniendo la inexistente cola.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MXFebruary 9, 2022
Entre mujeres
En Aguascalientes, en la boleta para la elección del 5 de junio, sólo habrá mujeres disputando el cargo de gobernadora, es un hecho histórico no sólo para la entidad sino para el país. A los partidos y coaliciones que contienden en la entidad, afortunadamente, no les ha quedado otro remedio que postular candidatas. Si bien nos encontramos en el periodo de precampañas, todo está dispuesto para que sean cinco las opciones: María Teresa Jiménez Esquivel (PAN-PRI-PRD), Martha Márquez (PT-PVEM), Anayeli Muñoz (Movimiento Ciudadano), Natzielly Rodríguez Calzada (Fuerza por México) y Nora Ruvalcaba (Morena).
Escribo que afortunadamente los partidos se han visto obligados, porque gracias a las reglas del INE y el ambiente político en la entidad, hemos podido evitar el falso debate que genera la pregunta profundamente machista con que se cuestiona si estamos listos para ser gobernados por una mujer; si bien el otorgar las candidaturas a mujeres, por mucho, responde a un pragmatismo político, no se puede dejar a un lado el reconocimiento implícito de esta acción al papel que las mujeres se han ganado.
Apunte aparte merece la renuncia del candidato independiente, Eric Monroy, quien se retiró antes de cumplirse el plazo para reunir las firmas de apoyo necesarias para registrarse ante el instituto electoral, para motivos de este texto, señalo que en más de una ocasión he leído que esta decisión se lamenta porque le “hace falta un hombre” a la elección en Aguascalientes, comentario lamentable por donde se le vea pues reduce a una batalla entre mujeres y hombres la contienda por el Ejecutivo estatal; al candidato que no fue se le debería haber apoyado por su decisión de presentarse como independiente o por el programa de gobierno que iba a realizar, no por su género.
Si bien en la contienda por la gubernatura sólo participarán mujeres, eso no significa que sea una elección entre mujeres, no será un cotejo entre las personalidades de las cinco postuladas y nada tendrá que ver el género con las propuestas de gobierno, por lo que hasta ahora han presentado los diferentes partidos, quieren hacer de la elección en Aguascalientes una réplica de lo que acontece en el ámbito nacional: la Cuarta Transformación versus la Oposición.
La alianza del PRD y el PRI con el PAN responde a la incapacidad de los dos primeros de mantenerse en las preferencias del electorado, con militancia reducida, sin cuadros representativos y con la identidad partidaria perdida ante el proyecto de López Obrador, como medida de supervivencia y sin imaginación para reinventarse, han elegido apoyar a quien lleva las ventajas en las encuestas. La coalición entre estos tres partidos se ha querido presentar como la respuesta lógica para evitar el triunfo de la Cuarta Transformación en el 2024, cuando en Aguascalientes ese no es el escenario.
Morena optó por una candidata que es fundadora del partido en la entidad y tiene un largo historial como representante de la izquierda, sobre todo, por su afinidad con el presidente. La alianza PT y Verde Ecologista anunció ayer que invitó a una expanista a ser su candidata, a esta incongruencia se suma las declaraciones de los líderes nacionales de esos partidos, quienes aseguraron que seguirán trabajando para que, aunque no sea con Morena, en la entidad se apoye al proyecto y programas presidenciales. Fuerza por México, que perdió su registro nacional, participa en la elección local y apuesta a que logrará sumar adeptos llevando a una candidata que renunció a Morena, otra incongruencia en espejo con la anterior, en este caso, la dirigencia señala que buscará presentar un proyecto propio y la exmorenita se presenta como seguidora de López Obrador, con la intención de que se cumpla el proyecto de nación lopezobradorista en Aguascalientes.
Movimiento Ciudadano juega en esta elección sin alianzas y en búsqueda de una identidad propia, su candidata se presenta como una opción diferente, una tercera vía, lo que estará por verse durante la campaña y analizando las propuestas de gobierno, está por verse si puede convertirse en una alternativa, el resto de los partidos se la han dejado fácil ya que por sus alianzas y candidatas, insisto, quieren convertir la elección en Aguascalientes en la Oposición contra la Cuarta Transformación.
Todo está por verse, dependerá de la honestidad con que estas cinco mujeres presenten sus proyectos de gobierno y la decisión entre tres formas de ejercer el poder en Aguascalientes.
Coda. Calificamos con facilidad de histórico cualquier hecho, la elección en Aguascalientes sí merece ser calificada así, en especial por la oportunidad que tenemos los electores de dejar atrás nuestros prejuicios y comenzar a razonar nuestro voto por proyectos de gobierno y no por personalidades.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 8, 2022
Cinco básicas
Mi hijo cursa el cuarto grado de primaria y le están enseñando los diferentes tipos de textos que puede elaborar: narrativos, argumentativos, descriptivos, informativos y expositivos, no ha sido difícil auxiliarlo a entender la diferencia entre uno y otro, tampoco en explicarle cómo se pueden combinar en la búsqueda de un encuentro mejor con el lector. No hay textos puros, pero eso quedó entre él y yo, para propósitos de la evaluación escolar, podrá reducir a una sola de esas categorías los ejemplos que vea en el examen.
Le expliqué que todos los textos se realizan con ideas y argumentos, que la diferencia entre uno y otro es la intensidad con que fijas la atención en los distintos elementos, por ejemplo, que en los textos informativos se tienen que resolver cinco preguntas: Qué, Quién, Cómo, Cuándo y Dónde; las cinco preguntas básicas de la noticia. Después del repaso, estoy convencido de que mi hijo podrá salir adelante con la evaluación que le hagan en la escuela, lo más importante, es que más allá de lo que indique el examen, él podrá distinguir entre uno y otro en la vida real, elaborar un texto combinando el conocimiento adquirido.
Otra cosa de la que me di cuenta tras la sesión de estudio, es que el presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra absolutamente solo y necesita escuchar una versión del mundo que no corresponda a lo que él desea, incluso quien le acerque versiones de la realidad con que se enseña a alumnos de cuarto grado, quizá así, el presidente comprenderá que desde su posición de poder no puede confundir el derecho de réplica con el uso abusivo que hace desde el ejercicio del poder.
A López Obrador no parece preocuparle que sus palabras se conviertan en agresiones cuando desestima y descalifica a los periodistas que plantean una realidad distinta a la que en su cabeza justifica su modo de actuar. Una vez que el reportaje de Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad exhibió el presunto conflicto de intereses por el tipo de vida que lleva su hijo, José Ramón López Beltrán, en el extranjero, el presidente actúa como un animal herido al que no le importan las consecuencias que pudieran tener sus palabras. El presidente asume una falsa indignación para trastocar lo que algunos medios han dicho, miente deliberadamente cuando señala que no se puede quedar callado cuando se calumnia, “¿Por qué me voy a quedar callado? ¿No soy libre? ¿Voy a aceptar que mientan, que calumnien, qué dañen el proyecto de transformación?”.
Se pone peor, el presidente insiste en que ya no es “tiempo para simular, ya la neutralidad en un proceso de transformación no aplica, o soy independiente o no tengo partido o soy objetivo, todo ese cuento ¿no? En un proceso de transformación se tiene que definir a favor de la verdad, a favor de la ética, de la honestidad, de la libertad y aplica la frase del Quijote de que por la libertad y la dignidad se puede y se debe ofrecer hasta la vida, y esto podría ser un referente para el periodismo, para la política, para todo”.
Si el presidente repasara los contenidos de lengua materna del cuarto grado de primaria sabría que los textos informativos bien elaborados, como el reportaje en que se cuestiona el estilo de vida de su hijo, no son una calumnia, responden a las cinco preguntas básicas del periodismo, que el periodismo militante que demanda que todos los medios asuman no es posible cuando los informadores cumplen con su deber ser, cuando trabajan para informar a los ciudadanos, de otra manera se convertirían en los paleros que le contratan para colocar preguntas a modo en la mañanera; que las libertades plenas que goza el ejercicio periodístico no es algo que López Obrador obsequie y que el trabajo de los reporteros se realiza incluso en condiciones adversas, lejos de la fascinación por el poder.
Es triste la furia de una bestia herida, lamentable cómo la necesidad de fe ciega confundida con lealtad, lo ciega al grado de no ver el daño que causa.
Coda. Triste noticia el fallecimiento de Carlos Martínez Rentería, espíritu rebelde y apasionado de la contracultura en México, desde ya hace falta.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 4, 2022
Frivolidad
La clase política que le teme a la participación ciudadana se conforma de clanes y tribus que se apropian de los partidos políticos para impedir que cualquier hijo de vecino pueda acceder a una posición de poder. Una parte de la clase política está organizada como la mafia y se reparten el pastel entre ellos, para lograrlo difunden y defienden la idea de que sólo ellos están preparados para ejercer el poder mediante un discurso que descalifica a los otros y que se basa en la discriminación.
Estos grupos consideran como primer requisito para entrar a la política los lazos sanguíneos y compadrazgos, después se responde a los intereses del negocio y a la amistad. Si a un ciudadano común y corriente se le permite el acceso, siempre es como una concesión que no daña de manera permanente el negocio, las migajas, pues.
Lo más grave es que el discurso con que estas familias defienden su permanencia en el poder parte de la discriminación, hacen creer que el político profesional nace y no se hace; en esta semana Movimiento Ciudadano presentó a Roberto Palazuelos como precandidato a la gubernatura de Quintana Roo, lo que provocó el escándalo mediático que acusaran a ese partido de frivolizar la política al impulsar a un actor, a un mirrey, al “diamante negro”.
En las entrevistas realizadas a Roberto Palazuelos, invariablemente, se le cuestiona por su labor actoral, la respuesta del actor es la misma, que además de su carrera artística es abogado, empresario y defensor del medio ambiente en Quintana Roo; también en todas las entrevistas es más el tiempo que le dedican a recordar las pifias del actor que en escuchar las razones por las que se quiere dedicar a la política, casi nadie lo atiende cuando dice que, como todo mexicano, tiene derecho a votar y ser votado.
Roberto Palazuelos tiene que enfrentar las comparaciones con Cuauhtémoc Blanco, sin importar que su discurso sea mucho más articulado que el del futbolista; se le desestima por el hecho de haber cometido excesos en su juventud, por los papeles que interpreta en la televisión, por su amistad con los hijos de expresidentes; su deseo legítimo de participar en las elecciones para gobernador de Quintana Roo son menospreciadas para centrar la atención en la personalidad de los personajes que ha representado, más grave, por los pecados que suponen tener dinero, estar bronceado y ser empresario.
Detrás de las acusaciones de “frivolizar” la política se esconde el miedo de una clase política que no quiere permitir el acceso a todos, que sigue minimizando la decisión de la ciudadanía y su derecho a equivocarse. Nada en la personalidad de Roberto Palazuelos lo exime de cometer los mismos errores que los supuestos políticos de siempre, tampoco le impide tener los éxitos de quienes presumen una carrera partidista. Las críticas a la precandidatura de este actor se basan en prejuicios morales que tenemos interiorizados a grado tal que no se repara en los actos de discriminación y clasismo que se cometen cuando se cuestiona el derecho de todos a participar en la política.
La candidatura de Roberto Palazuelos no debería requerir defensa alguna, como no la necesitan la de cualquier otra persona; el pasado y la carrera de este actor no debería ser un pretexto para denostar sus aspiraciones, porque, reitero, nada asegura que pueda tener éxito o cometer los errores a los que nos tienen acostumbrados los políticos de siempre.
¿Merece ser candidato Roberto Palazuelos? Sí, como todos los mexicanos, y todos tenemos derecho a votar como se nos venga en gana, por eso tenemos los gobiernos que merecemos, porque los elegimos.
Coda. Es Vito Corleone quien sentencia “Nunca digas lo que piensas a alguien fuera de la familia”, porque el negocio es una forma de subsistencia familiar, y no se le puede poner en riesgo revelando sus debilidades.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
February 2, 2022
Burócrata
Después de varios años me encontré con un amigo de la juventud, no teníamos nada mejor que hacer y festejamos la coincidencia yendo a un bar, rápidamente intercambiamos generales para ponernos al día sobre lo que importa en la amistad: las filias, las fobias y lo sentimental. Enseguida pasamos a la baraja de recuerdos y seguimos bebiendo, todo era risas hasta que, en un momento de introspección alcohólica, se sinceró conmigo, después de felicitarme por enésima ocasión por lo bien que me estaba yendo en la vida, me golpeó con su crítica: cambiaste mucho, mataste tus ideales y ahora eres un pinche burócrata, me da pena por ti.
No era la primera vez que me llamaban burócrata, a manera de insulto. Después de trabajar como reportero free lance y urgido de un ingreso estable, acudí a una oficina de gobierno para solicitar trabajo, realicé los exámenes pertinentes y obtuve un puesto como técnico, en lo más bajo de la escala burocrática; meses después apliqué para la plaza de jefe de departamento y la obtuve; después quedó libre un puesto como subdirector de área y concursé por ella. Sí, ganaba muy bien; sí, trabajaba detrás de un escritorio; sí, formaba parte del conjunto de servidores públicos a los que se designa como burocracia. El amigo que intentó insultarme llamándome burócrata sólo era capaz de observar las manifestaciones más vulgares de mi trabajo: el sueldo y el horario; para él, me “vendí” y “cambié” porque ahora “colaboraba” con el gobierno, porque me vestía con traje y zapatos, supuso que el trabajar en una oficina me condenaba a opinar igual que mi jefe, que supeditaba mi criterio a quien tuviera una jerarquía mayor que la mía; además, en esos tiempos, trabajar en el gobierno era trabajar para el Partido Revolucionario Institucional, no importaba la dependencia o si era una órgano descentralizado de la Administración Pública Federal, cobrar del gobierno te hacía tricolor.
Con la copa en la mano me dieron ganas de explicarle cómo me retribuía el servicio público, que me completaba pensar que algo aportaba realizando bien mi trabajo, que gracias a ese trabajo tuve la oportunidad de participar en proyectos que incidían, de manera tangible, en el bienestar de otras personas… pero bien sé que, entre tragos, ninguna aclaración tiene buen fin, con mansedumbre asentí, dejé que mi amigo se quedara con esa idea, total, lo que dijera no lo iba a cambiar a su juicio y yo no tenía tiempo de ser mal interpretado contando que todo lo que obtuve, las escalafones que ascendí, fueron por esfuerzo propio, que nadie me regaló nada y que si bien reconocía las redes de influyentismo, amiguismo y corrupción que permiten acceder a un mejor salario o puesto existen, nunca hice uso de ellas y, en la medida de mis posibilidades, cancelé esas vías para quienes colaboraban conmigo, para no ser cómplice de las prácticas que desde siempre me han parecido deleznables.
Fuera del servicio público desde hace mucho tiempo, no dejo de reconocer el valioso esfuerzo de quienes forman parte de la burocracia, cuento por montones a quienes honorablemente colaboran con una administración municipal, estatal o federal, muchos que realizan su trabajo y siguen su vocación de servicio sin esperar otra cosa que el reconocimiento mínimo de su salario y el respeto a sus derechos laborales.
De un tiempo a la fecha, desde el ascenso a gobierno de la Cuarta Transformación, las condiciones para la burocracia se han modificado, por eso cuando el presidente dice que no son iguales, yo pienso que son peores, como en régimen priista se demanda devoción y lealtad al proyecto de un solo hombre, adoración a la figura presidencial y se impone la censura a todo aquel que piensa diferente.
Afortunadamente, son más los que simplemente dejan pasar antes que caer en la tentación de la fe ciega, saben que, como todo gobierno, ellos van a pasar y las instituciones se quedan.
Coda. El presidente, quien hace poco dijo que no le interesaba el poder, alguna vez lo definió así: “Hay que tener los pies en la tierra y entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, y entender también que el poder es humildad, no es prepotencia, no es fantochería, es servicio, es llevar a la práctica el amor al prójimo”, todo indica que López Obrador entiende prójimo como adoración a su proyecto; lamentable.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX
Pérdidas
Pedro Salmerón no será embajador porque así lo decidió el gobierno de Panamá. El presidente Andrés Manuel López Obrador está en todo su derecho de proponer a otra persona a ese cargo diplomático, igual tendrá que obtener el beneplácito de ese país. El ciclo puede repetirse hasta que el titular del Ejecutivo mexicano realice la presentación de una propuesta que logre la aceptación de los panameños. No hay crisis diplomática. Sin embargo, al darse a conocer la noticia, corrieron por montones las felicitaciones por el triunfo de las mujeres valientes que exhibieron al acosador. Lamento disentir, no ganó nadie, nadie.
No ganaron las víctimas de los presuntos acosos de Pedro Salmerón. No ganaron las víctimas reconocidas por el ITAM, ya que el historiador huyó de esa institución antes de que finalizara la investigación, así que no se hizo justicia. No ganaron los grupos que se oponían al nombramiento como embajador del historiador porque en ningún momento el gobierno mexicano ha atendido sus quejas y demandas, la remoción de la propuesta se le debe al gobierno de Panamá.
No ganaron los adversarios de la Cuarta Transformación porque el presidente no dio su brazo a torcer, porque en la conferencia matutina, López Obrador se obstinó en cobijar y ensalzar a un personaje que ha sido acusado de acosador, ante la imposibilidad de nombrarlo embajador, el presidente ya considera tenerlo más cerca de la toma de decisiones y hacerlo su asesor. Si se quería exhibir que el gobierno federal mantiene lazos que ponderan el servilismo sobre la capacidad o la reputación, lo único que se logró fue que una parte de la sociedad señalara al Pedro Salmerón, fuera de los tribunales, lo exhibiera públicamente y, tras la defensa de López Obrador, que otro sector de la población reduzca este asunto a un ataque más a la Cuarta Transformación.
Tampoco ganó el fortalecer la cultura de la denuncia, con tal de ganarle a López Obrador se dejaron a un lado las propuestas para, antes que cualquier cosa, atender a las víctimas y, después, generar las mejores condiciones para que estas conductas puedan ser denunciadas y sancionadas, para así encaminarnos, por la vía institucional, hacia la erradicación de la violencia en todos los ámbitos.
No ganaron quienes apoyaron las demandas de las víctimas a través de redes sociales porque en su afán de exhibir a Pedro Salmerón olvidaron la causa que las motivaba y redujeron a politiquería los motivos de las quejas, hicieron a un lado que se trata de las víctimas, no de los cargos, que es indispensable atender y resolver las causas antes que el juicio sumario y en la plaza.
La salida de López Obrador ante la presión de sus adversarios no sienta precedente alguno, el presidente transformó la justa queja en un ataque más de quienes se le oponen, de nueva cuenta demostró que lo único que importa es su criterio, y que para ejercerlo, no concede a nadie la posibilidad de cambiar su opinión, el presidente confunde servilismo con lealtad, estima con honorabilidad, fe con valor intelectual. Como en otras ocasiones, perdió la posibilidad de hacer justicia, de debatir sobre los males que aquejan a la elaboración de políticas públicas que busquen erradicar las manifestaciones violentas de la desigualdad, transparentar los procedimientos para la elección de funcionarios públicos y afinar los mecanismos para probar la capacidad de cualquier persona para desempeñarse en un cargo.
No se hace justicia, preferimos el juicio sumario, el linchamiento público e irresponsable, perdimos todo, por condenarnos a cometer los mismos errores de juicio con tal de festejar rápidamente una victoria, sin importar lo pírrica que sea.
Coda. La exhibición no es un acto de justicia, ni siquiera se le parece, mucho menos cuando se festeja por adelantado y, ante la victoria pírrica, López Obrador se obstina en que se cumpla su voluntad, dejando a un lado a las víctimas.
@aldan
Bajo presión, mi columna en LJA.MX


